jueves, 31 de octubre de 2013

Diez años con Disney Channel

Hoy es un día ciertamente especial para mi. Igual para muchísima gente va a sonar desde ridículo, exagerado, inmaduro, freaky y otro alerón de calificativos. Pero para mi no. Porqué así como hay personas que entran en tu vida, hay cosas materiales o intangibles que lo hacen y cambian toda tu vida. 

Hace diez años, el 31 de octubre de 2003, Cablevisión México agregó a su parrilla de canales, Disney Channel. La cableoperadora llevaba tiempo anunciando el canal y yo lo esperaba con ansías. En aquel entonces, Disney Channel era un canal premium que sólo estaba disponible en Sky o DirecTV (televisión pudiente, pues). por lo que para mí era algo que deseaba conocer, pues las pocas veces que lo había visto era algo refrescante. 

En aquel tiempo, yo tenía doce años, y pasaba por aquel proceso donde 'ya era muy grande para Nickelodeon y muy joven para MTV', que es como se definió por aquellos años a los tweens o preadolescentes. Para ese tiempo, yo ferviente fan de Nickelodeon empezaba a aburrirme del mismo, cabe señalar que el Nickelodeon de aquel tiempo era muy diferente al actual, que copió mucho de la fórmula de Disney Channel, era mucho más enfocado a la animación y más infantil. Disney Channel llegó como una bocanada de aire fresco. 

Aun recuerdo aquella noche, monitoreando el canal 48 (o algo así) donde se iba a ubicar el canal cuya fecha oficial de abonaje sería el 1 de noviembre. Sin embargo, esa noche cuando puse el canal como a las 11 ya estaba el canal, y estaban transmitiendo Zapping Zone. Aun recuerdo ese primer Zapping Zone con Roger y Julie disfrazados, los episodios temáticos de Halloween de Mano a Mano y Chico Listo y en especial, el episodio 'Gordo and the Girl' de Lizzie McGuire

Ahí me enamoré. Lizzie McGuire fue la piedra angular para que me enamorara por completo de ese primer día con el Disney Channel. Después vendría conocer la entonces programación, reencontrarme con la parte final de Aprendiendo a Vivir, ver el gran bloque de series animadas (Pepper Ann, Recreo, Teamo Supremo, Lloyd del Espacio, Buzz Lighyear Comando Estelar, Recreo, Sabrina, entre otras), las geniales series como Mano a Mano, Chico Listo, Es Tan Raven que en aquel momento no me latía tanto, Amor Fraternal, entre otras. Y claro, el genial Zapping Zone, a quien le hice su propia carta de amor hace un año. 

Disney Channel llegó en una etapa bien rara de mi vida: la de la secundaria. Una etapa que la verdad sea dicha recuerdo con más tristeza que alegría. Fue una etapa donde sufrí de bullying, de saturación académica, de los traumas típicos de la adolescencia, de muchas cosas bien feas. De sentir realmente esa sensación de falta de pertenencia y de abandono. Los vacíos emocionales clásicos de la adolescencia sumados a los propios que cargo de mi vida (y que aun están, aunque mucho menos intensos y mucho más entendidos). 

Por eso le debo tanto, igual suena muy exagerado pero creo que le debo mucho de que mi vida no se haya ido al barranco. Llamenlo manipulación de masas, llamenlo mala manera de solucionar los problemas: pero ante tanto sentimiento, oscuro, o cuando menos difícil de entender: Disney Channel se volvió mi amigo, y más que eso, mi esperanza. Mi 'algún día las cosas van a mejorar', mi 'vas a estar bien' y mi 'aguanta, tu puedes'. Mi esperanza. Ver a esas historias, no tanto por la fantasía, sino por esos sentimientos de amistad, solidaridad, confianza y lealtad. Fueron un bálsamo para mi. 

Ese Disney Channel de entre 2003 y 2006, cambió radicalmente mi vida. Me hizo creer que todo iba a mejorar, creer en mi mismo, y confíar en que las cosas saldrían bien. Lo cual así fue. Esos primeros tres años los recuerdo con especial cariño. 

La tendencia natural sería que hubiera crecido, fuera suficientemente grande para MTV y me volviera un adolescente como cualquier otro. En 2006 entré a la prepa pero sinceramente no pude abandonar Disney Channel. 2006 fue un año de transición también para el canal. El estreno de Hannah Montana y High School Musical, esos monstruos. La consolidación de Es Tan Raven y Zack y Cody: Gemelos en Acción

Disney Channel siguió siendo mi amigo, pero más que mi esperanza era en ese entonces, mi complice de aspiraciones al ser una ventana a la música. En especial a los musicales. High School Musical fue el primer musical del cual me enamoré perdidamente, fue la puerta para que me volviera un fanático de los musicales. Y Hannah Montana fue, como quien realmente expresó lo que yo buscaba en aquel tiempo en la música. Hilary Duff a quién amo locamente me lleva cinco años. Hannah (o Miley) es apenas un año menor que yo, es realmente de mi generación. 

Y otra vez fue un bálsamo, porqué yo no tuve ni el talento, ni el valor para perseguir mis sueños de ser un actor profesional de teatro musical, quizá era muy joven aun, muy herido aun, muy débil para perseguir aquello. Disney Channel fue mi consolación hacia esos sueños que se frustraban. Y también, mucha alegría. 

De 2009 a 2011 fue otro parangón. Fueron mis primeros dos años en la carrera, donde si bien aquellos sueños nunca se han dejado de sentir, al menos se han aminorado, entendiendo que pues no siempre tienes lo que quieres, porqué no tienes las herramientas para. También claro, donde fui entendiendo y dejando que el polvo se amontonará en esa espiral de cosas locas que es la carrera. Para Disney Channel también, fue el cierre de proyectos como Hannah Montana, como Los Hechiceros de Waverly Place, como Zack y Cody

Es así como llegamos a 2013, donde estamos cumpliendo diez años de feliz noviazgo el canal y yo. Hay cosas que ya no me emocionan (Programa de Talentos o Gravity Falls por ejemplo), pero hay otras que me siguen matando de risa como ¡Buena Suerte Charlie!, Austin & Ally o Jessie (y claro, los muy geniales Phineas y Ferb). Aquí seguimos, pues. 

Muchas veces he pensado porque a esas alturas Disney Channel me seguía gustando. Si era algo que supuestamente debía haber superado. Si era algo que emocionalmente ya no era un refugio como antes, si ya 'estaba grande' para eso. Si mi 'inteligencia' era para que viera otras cosas. Y fue una reflexión bastante interesante. 

Si, tengo conflictos con la edad, si, tengo ahí un mini síndrome de Peter Pan, si, a veces creo que hubo cosas de mi adolescencia que no viví, y si, probablemente termine siendo un adultescente. Pero no creo que ninguna de esas tres razones sea por la cual sigo viendo Disney Channel (o al menos no las razones principales), he llegado a la conclusión de que simplemente estoy enamorado de ese humor blanco, bobo, simple, honesto y sencillo. Y estoy enamorado de eso, porque así soy yo.

Mi personalidad así como es muchas cosas valoradas por algunos, también es ñoña, es nerd, es boba, es infantil, es simple, es blanca y es hasta sosa. Si tienen la sana costumbre de leer este blog sabrán que me gustan todo ese tipo de cosas, por eso soy fan de los musicales, por eso amo la música pop, por eso me gustan los cómics, el cine de aventura, la literatura fantástica, las sitcoms, la ciencia ficción. 

No es que los use todo lo anterior como escapes emocionales, o porqué no me guste mi vida. Simplemente estoy enamorado de la capacidad del ser humano para crear mundos con reglas diferentes, con maravillas, con historias épicas, con grandielocuencia, con grandes valores, con muchas risas, con energía, con mucha luz. Por eso sigo llegando a casa, prendiendo el televisor y muero de risa con esas series. Simplemente son catárticas, simplemente me ayudan a liberar la tensión, estrés, enojo o tristeza tras un día. Me ponen en contacto con mi yo más elemental y me hacen sentirme bien.

De alguna manera me reencuentro con mi yo de 12 años, mi yo de 16 años y mi yo de 20 años, y nos sentamos juntos, reímos, nos divertimos, nos reencontramos y recordamos porqué estamos donde estamos. Por eso aún no puedo renunciar a Disney Channel. Porqué aun tras todos estos años, sigue siendo un amigo, ahora un viejo amigo, y además de eso, un refugio, un escondite, un bálsamo, un tiempo para mi solo. Para volver a sentirme bien, sentir que todo va a estar bien, y ponerme de vuelta en paz.

No creo que vaya a tener una columna de veinte años con Disney Channel. No creo que este romance dure con tal intensidad tanto tiempo. Aunque uno nunca debe adelantar vísperas, pues se que nada dura para siempre y algún día ya no me gustará tanto, no tendré tiempo o simplemente me pase como con Programa de Talentos y no conectemos. Pero mientras haya alguna chispa de magia, pues ahí seguiremos, juntos, felices y unidos.

Disney Channel y yo hemos cambiado, hemos madurado, hemos crecido, hemos mejorado, hasta somos más guapos. Sin duda alguna no somos los mismos de aquel 31 de octubre de 2003. Hoy 31 de octubre de 2013 somos muy diferentes, pero nuestras esencias siguen intactas, y por eso el cariño sigue intacto, y la fidelidad sigue fuerte y el amor, quizá no como el de aquel entonces, quizá mucho más razonado y estable, aun existe, aun es fuerte. 

Una vez más, mil gracias por todo Disney Channel. Han sido diez años únicos y maravillosos. Mil gracias por los buenos momentos. Celebremos nuestro aniversario. Y que sea lo que tenga que ser, que el amor dure hasta que tenga que durar. Te quiero. Gracias por ser tan buen 'novio'. Jajaja.

Porque del más chico, al más grande, todos ven Disney Channel. ;)

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