domingo, 21 de septiembre de 2014

Miley Cyrus - Bangerz Tour

La Madeja del Gato (fucking bangerz)
Madeja #279
Por Christopher Vergara

El pasado 19 de septiembre ante 15 mil personas, Miley Cyrus presentó su Bangerz Tour en la Arena Ciudad de México, la tercera de sus cuatro fechas programadas en el país que la llevaron a presentarse en dos ocasiones en Monterrey y una más en Guadalajara. Miley se halla dentro de la recta final del Bangerz Tour que la llevara por América Latina y Oceania. 

Tal como el album que da nombre al tour, el Bangerz Tour representa la reinvención artística en escena de la otrora protagonista de Hannah Montana. El Bangerz Tour, es antes que nada la escenificación extravagante y provocadora de una artista joven que está definiendo su personalidad y su voz en el mundo musical, mientras se divierte y busca pasar el mejor tiempo posible. 

Tal y como en otras partes del mundo, aunque sin llegar a generar controversia como en Monterrey donde fue nalgueada con una bandera de México por sus bailarines, el Bangerz Tour es un show donde Cyrus expresa su identidad artística actual la cual es envuelta entre provocaciones de twerking, simulaciones masturbatorias, y contoneos sugestivos con sus bailarines, además de referencias al alcohol o a las drogas. 

Pero ahí no es donde radica el verdadero valor de Cyrus como artista. Eso sólo es el celofán que envuelve y que hace el producto atractivo para la audiencia mainstream. Siempre he sostenido que lo que Cyrus realiza en el escenario y en los medios es una escenificación completamente ensayada y preparada. Pero no porque Cyrus sea falsa, sino porque así demuestra su validez como artista.

El verdadero valor de Cyrus como figura pública y como artista, reside en la mofa y sarcasmo que Cyrus realiza del medio del espectáculo. Una crítica que toca a la prensa, a los directivos, pero incluso a la sociedad que lo consume. Lo que hace Miley al provocar es demostrarnos lo impresionables que somos y lo necesitados que estamos de libertad al seguir, celebrar, criticar o destrozar a quien osa realizar aquello que se considera inapropiado. Cyrus destruye estigmas morales al transgredir y develar incluso lo falsario que es el discurso de libertad a los que muchos intentan ponerles límites. 

Cyrus maneja tres tipos de canciones en su Bangerz Tour: las de desmadre, las serias y las de libertad. En la primer tanda tenemos desde Bangerz el número con el que abre, 23, el dueto con Mike Will Made It donde utiliza un trasero falso como el de Nicki Minaj, 4x4 el alucinante número de influencia country o la alegre #GetItRight así como Party in the U.S.A. el fenomenal clásico que cierra el show. Incluso tenemos un tema sardónico y burlón como Love, Money, Party donde Miley nos deja claro que hasta la fiesta cansa. Cyrus además estrenó un cover, Hound Dog, el clásico de Elvis Presley.

Cuando Miley se pone sentimental toca el turno de las canciones serias... Son aquellas donde el estruendo baja y Cyrus enfoca su voz regalándonos momentos francamente brillantes y de una sensibilidad emocional muy fuerte. Ahí tenemos la brillante Wrecking Ball, la melancólica Adore YouI'll Take Care of You, una conmovedora balada de Bobby Bland que Cyrus reinterpreta o Drive una frenética balada de sentimientos encontrados y desgarrados.

Pero las mejores canciones, al menos para mi, son aquellas donde Cyrus reinvindica su libertad. Aquí tenemos brillantes momentos como FU, el rockero tema donde Miley manda al carajo a su ex, la siempre enérgica Can't Be Tamed, en la que Cyrus recuerda a su fallecida mascota Floyd, la genial Do My Thang en que Miley manda al carajo a sus críticos y la brillante Someone Else (mi canción favorita de Bangerz) donde Cyrus reinvindica quien es, fue y será y siempre se convierte en alguien más. Finalmente, la hermosa We Can't Stop, ese himno de libertad y de energía, es la que cierra un circulo perfecto donde vemos a la Miley de 2014, una mujer fuerte, independiente y libre. 

A diferencia de hace tres años donde el Gypsy Heart Tour presentaba una Miley ciertamente distante, en el Bangerz Tour, Miley se divierte, brinca, grita, se aloca, salta, se emociona, sonríe, recoge los regalos que le lanzan (teniendo un lindo detalle portando un traje tipico mexicano). Miley hoy se relajada y cómoda, lo cual francamente se merece. 

La producción que Zignia trajo a México fue radicalmente más austera que el Bangerz Tour que se presentó en Europa y Estados Unidos, lo cual es una pena pues hace que se pierda parte del valor visual del espectáculo (el show original contempla a Cyrus saliendo de una lengua gigante, una replica inflable de Floyd de veinte metros, un carro dorado y un hot dog volador que Cyrus monta). Pese a ello, Cyrus trajo su banda completa (baterista, dos tecladistas, dos guitarristas y dos coristas), su equipo de bailarines (ocho mujeres, incluyendo una de pequeña estatura, y dos hombres) y un vestuario y utileria colorida y lucidora. Aquí culpemos al promotor por estas carencias, pero en lo que toca a Miley esta cumplió con creces. 

El único punto que me podría parecer una pequeña falta de respeto es que el concierto empezó antes de lo pactado. Los boletos señalaban nueve de la noche y el concierto empezó a las 8:52 de la noche, cuando el recinto aún lucía vacio. Mucha gente se perdió al menos dos a cinco canciones del show por la premura de inicio. Sea a causa de Cyrus, su equipo o Zignia eso es algo a vigilar. Duro una hora y cuarenta minutos terminando a las 10:32 horas. 

Parafraseando a Miley Cyrus en We Can't Stop, es su fiesta y puede hacer lo que quiera, es su vida y puede amar a quien quiera, son sus canciones y canta lo que quiere, es su boca y dirá lo que quiera. Nunca cambies Miley. 

Setlist:
1. Bangerz
2. 4x4
3. Love Money Party
4. Maybe You're Right
5. FU
6. My Darlin'
7. Do My Thang
8. #GetItRight
9. Can't Be Tamed
10. Adore You
11. Drive
12. Lucy in the Sky with Diamonds (The Beatles)
13. I'll Take Care of You (Bobby Bland)
14. Hound Dog (Elvis Presley)
15. 23
16. On My Own
17. Someone Else
18. We Can't Stop
19. Wrecking Ball
20. Party in the U.S.A.

Y en la próxima madeja: El Mundo de Riley ¡por fin!

jueves, 11 de septiembre de 2014

Enlaces conyugales y matrimonios en Colima

La Madeja del Gato (de la diversidad sexual)
Madeja #278
Por Christopher Vergara

La histórica reforma que en 2009 modificó el Código Civil del Distrito Federal para permitir que el matrimonio pudiera ser la unión de dos personas, reforma que fue avalada y sentó precedentes judiciales por la Suprema Corte de Justicia de la Nación con el paso de los años ha tenido un efecto dominó francamente impresionante. 

Demostrando el poder del Juicio de Amparo cuando se encuentra sustentado en un criterio sólido de la Corte así como diversos artículos constitucionales protectores de Derechos Humanos, decenas de juzgados de distrito o tribunales colegiados han ido declarando inconstitucionales sendos artículos de los Códigos Civiles locales que definen aún al matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. El matrimonio igualitario (nuevo término elegante y más corto para los matrimonios entre personas del mismo sexo) es hoy una realidad en varios estados. 

Ello inevitablemente ha conducido a que los Poderes Legislativos de los estados reaccionen y cuando menos deslicen la posibilidad de modificar sus Códigos Civiles para adecuarlos a los nuevos criterios que está el Poder Judicial de la Federación está emitiendo. Hasta el momento son dos las entidades que han reformado sus Códigos, uno para bien y otro para mal, Colima y Coahuila. 

Coahuila fue el Congreso más reciente en aprobarlo, apenas hace unos días. Cabe recordar que Coahuila fue el primer estado en implementar una unión civil similar a las Sociedades de Convivencia del Distrito Federal mediante el Pacto Civil de Solidaridad. Coahuila sigue poniéndose a la vanguardia en estos temas (los Moreira serán un desastre financiero gobernando pero en estos temas no dejan mal parado al PRI) al modificar su Código Civil a iniciativa de un diputado del Partido Socialdemócrata (uno de los pocos hijos perdidos que sobreviven del extinto Alternativa Socialdemócrata aunque hoy en día es otro partido satélite del gobernador). 

La iniciativa es francamente buena. No solamente porque no se mete en galimatías o trabalenguas verbales al definir el matrimonio como debe definirse (la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida...) sino que actualiza uno de los tantos arcaísmos que contiene mucha de nuestra legislación al establecer que el matrimonio sólo puede ser realizado por personas mayores de 18 años. Un avance significativo contra todos esos artículos vetustos que permiten a menores de edad contraer matrimonio. 

Menos brillante es sin duda alguna el caso de Colima que en agosto de 2013 puso en vigencia unas reformas que intentando venderse como progresistas y acatadores de las resoluciones judiciales (Colima fue de los primeros estado obligados a reconocer matrimonios entre personas del mismo sexo) terminan por ser francamente discriminadores. Son el ejemplo claro de que la forma es fondo y a que desde el lenguaje se puede discriminar. 

El Código Civil de Colima fue modificado para crear un cantinfleo jurídico llamado 'relaciones conyugales'. Básicamente lo que hicieron los legisladores locales fue modificar el Código Civil cambiando todos las veces que aparecía la palabra 'matrimonio' por 'relación conyugal' y finalmente incluir un articulo en el cual se establece que en Colima existirán dos tipos de relaciones conyugales, los matrimonios que se celebran entre una mujer y un hombre (el Código llega a la mojigatería de establecer que sea un sólo hombre y una sóla mujer) y las relaciones conyugales que se celebran entre dos personas del mismo sexo. 

Si recordamos, la discriminación en su concepción más básica (definición retomada de Conapred) es la práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo. El punto delicado de cuando ésto se establece en una ley es que se convierte en una discriminación violatoria y sistemática de los Derechos Humanos. Eso es lo que está provocando el Congreso de Colima. 

Por más galimatías verbales en que quiera caer el Congreso de Colima no queda duda de que hay un rechazo tajante a llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo, para lo cual se crea el rimbobante término de 'enlace conyugal'. Es aquí donde caemos en lo poderoso que son las palabras. 

La gran conquista para la diversidad sexual que representa la posibilidad del matrimonio igualitario no reside únicamente en que este exista, sino que además se denomine matrimonio, lo cual pone en situación de igualdad a cualquier tipo de parejas que busquen unirse civilmente. Lo contrario crea por tanto una situación desigual donde aunque jurídicamente tienen los mismos derechos, el término con el que se refieren a uno del otro es diferente, porque su unión (la de dos hombres o dos mujeres) no reune las calidades y cualidades 'morales' que la sociedad dicta para que sea considerado matrimonio. 

Además caemos en un absurdo jurídico francamente risible. Parafraseando aquel viejo comercial de caldos de pollo, el Código Civil de Colima establece dos uniones que saben a pollo, huelen a pollo y son de pollo, aunque el legislador, que tiene tendencias homofóbicas o cuando menos le tiene miedo a quienes las tienen, nos quiere decir que uno si es de pollo y el otro no, que es de ave (porque las aves son el género, y los pollos la especie). Así de ridículos son los extremos. 

Hay que dejar algo bien en claro gente, el lenguaje educa, las normas educan y que las situaciones existan también. Esta Ciudad de México no tenía una opinión tan favorable hace cinco años cuando se aprobó el matrimonio igualitario, para ser exactos los apoyos estaban francamente divididos en mitades. Hoy la situación es diferente y el matrimonio entre personas del mismo sexo es ampliamente aceptado, cuando no apoyado por amplias franjas sociales. Ésto no fue gratuito. 

El hecho de que la sociedad supiera que las leyes ya permitían que existieran matrimonios (así, matrimonios)  entre dos personas del mismo sexo y el hecho de que los vieran suceder cada vez con mayor cotidianidad generan una situación de normalización y aceptación de las situaciones. Quien me diga que las normas no tienen el poder de influir en los grupos sociales y ayudarlos a progresar socialmente miente y aquí tenemos un claro ejemplo. 

Por ello es importante que el lenguaje que ocupemos para llamar a las situaciones sea el adecuado. Porque no sólo es importante obtener y ganar los derechos, sino que además éstos nos sean reconocidos en las formas en que deba ser reconocido. No sólo porque así vencemos a los prejuicios y la discriminación, sino porque así evitamos que éstos dos fenómenos se sigan reproduciendo. 

Ojalá la Corte falle en este sentido. Al menos en este tema no nos ha fallado. 

Y en la próxima Madeja: Las constitucionalidad de las consultas populares propuestas.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Peña Nieto, II Informe

La Madeja del Gato (presidencial)
Madeja #277
Por Christopher Vergara

Enrique Peña Nieto llega a su Segundo Informe de Gobierno en una situación bastante adversa y compleja para su mandato; con la popularidad por los suelos, un escaso crecimiento económico, una situación de inseguridad en términos generales muy similar y sin un quinto de capital político el cual fue gastado en las reformas estructurales. 

El diseño de gobierno de Peña Nieto tiene su eje central en las reformas estructurales. Partiendo del diagnóstico (cierto o no) de que sólo mediante una nueva ola de reformas estructurales es que se sacará adelante la economía de este país, Peña Nieto apostó el éxito o fracaso de su gobierno a las reformas estructurales, las cuales al menos en el papel ya consiguió, sin embargo los frutos son inciertos, más aún los réditos electorales. 

Desde diciembre del 2012 vivimos una auténtica maquinaría legislativa que realizó al menos una decena de reformas trascendentales, algunas más aplaudidas que otras, algunas más ciertas que otras, algunas más necesarias que otras pero que en general transforman el sistema económico, político y social de nuestro país. Sin embargo, estos cambios se han dado únicamente a nivel legal, en los textos, no han sido llevados a la vida práctica. 

Ahí es donde viene el problema de diseño del gobierno de Peña Nieto, pues por un lado debe implementar y hacer funcionar las reformas (rogándole a la vida que tengan los resultados esperados) y por otro lado debe poner en vigor una estrategia que no descarrile aún más su popularidad, su gobierno y eventualmente la elección de su sucesor. Ahí es donde los problemas van a surgir, pues inevitablemente son acciones que chocaran. 

La primera estrategia Peña Nieto nunca la ha implementado (su paso por el gobierno del Estado de México fue todo menos renovador), la segunda la ejecutó con una eficacia envidiable (el Estado de México pasó de ser una entidad tripartita en 2005 y 2006, a un recuerdo de las viejas glorias unipartidistas, donde el gobernador es electo con más de 60% de los votos). Aquí es donde Peña Nieto necesita ser muy cauteloso pues puede hacer completamente agua. 

Para ser claros, Peña Nieto, que durante el año y medio de gobierno se ha portado de manera bastante civilizada y moderna, busca implementar un gobierno similar al que hizo en el Estado de México ahora que ya tiene sus reformas. El problema es que el Estado de México es mucho menos complejo y plural que México. Los partidos políticos no son tan menores como en aquella entidad y la sociedad civil es (afortunadamente) mucho más activa. 

Ahí está el gran fallo en el plan que Peña Nieto plantea arrancar por estas fechas. Los tiempos del viejo partido que aún se viven en su entidad no se viven en el país y aunque el señor podrá ser muy carismático y agradable eso no es suficiente para sacar al país en el estancamiento que lleva desde hace meses, años o sexenios. Puede intentar realizar ambas tareas pero la primera (en la que no es experto) requiere mayor atención, de lo contrario tendremos una vez más un gobierno de relumbrón que a su final deja caos o cuando menos ningún cambio duradero. Peña Nieto debe resistir a sus tentaciones más propensas a la campaña y al mitín que a la visión de Estado. Ojalá lo logre.

¿Todo esto porque viene al caso? Porque realmente Peña Nieto no tiene mucho que informar, y la mayoría de las reformas las he comentado con anterioridad. La reforma en educación es una reforma laboral que está costando demasiado trabajo implementar, especialmente en Oaxaca, Chiapas y Michoacán. La reforma en telecomunicaciones tardará aun más tiempo en dar sus beneficios. La reforma fiscal es el patito feo en el que nadie ve sus apreciables beneficios. La reforma energética es una gran incognita donde se nos promete el oro y el moro pero los beneficios son inciertos. La reforma política no es un triunfo del gobierno, sino de la oposición. 

¿Qué se le puede evaluar a un gobierno cuyos logros son reformas (promesas del mañana) y el mantenimiento del estatus quo? Nada en particular. Mi posición particular sigue respecto a Peña Nieto sigue siendo la misma desde que empezó: ni creo que estemos de vuelta en el pasado y nos acerquemos irremediablemente al desastre como sus opositores, ni creo que vayamos en camino al Nirvana económico de bonanza. Cuando menos hasta ahora me parece un gobierno bastante gris que se ha limitado a administrar las situaciones. 

Quizá en 2018 o antes mi opinión cambie. Pero en este momento el diseño (y ejecución) del gobierno de Peña Nieto son promesas e incertidumbres. Las certezas que tenemos no son para echar cohetes pero tampoco para convocar suicidios masivos. Por el bien de esta patria ojalá que las reformas den cuando menos la mitad de las maravillas que prometen. 

Las cosas no están tan graves, pero eso si, cada vez son menos los paliativos que evitan el desastre y caos, esos que siempre han estado latentes o presentes en México. Al tiempo. 

Y en la próxima madeja: ¿Son constitucionales las consultas?