domingo, 26 de julio de 2015

Teen Beach 2

La Madeja del Gato (playera y musical)
Madeja #308
Por Christopher Vergara

Hace dos años, cuando Disney Channel estrenó Teen Beach Movie fui de sus más acérrimos defensores ante lo que fue una comedia musical genuinamente encantadora que tomó provecho y seriedad de la premisa boba que sostenía para ofrecer una historia divertida, honesta y consciente de sus propios e inocentes límites. Una apuesta honesta y encantadora. 

Sin embargo desde ese momento me mostraba renuente a la probable secuela que dejaba abierta la película, pues me parecía que la credibilidad de la propuesta se perdería. Teen Beach Movie funcionaba porque la historia que contaba (una pareja que se adentra en una película de playa de los años cincuenta) se prestaba para toda la inocencia, simpleza y cándidez del producto. Lo contrario, me parecía que sería un chasco (pues el mundo real no es esa película). 

Sin embargo Disney Channel fue muy inteligente y vaya que logró armar una digna secuela que mantuvo la seriedad e inteligencia del guión (lo cual es bastante difícil de lograr en una película que a todas luces debe ser simple) y me atrevo decir estuvo mejor construida. 

El verano terminó y Brady (Ross Lynch) y Mack (Maia Mitchell) deben volver a la escuela tras su idílico amor de verano sólo para descubrir que en la escuela su relación no es tan funcional (Mack es una nerd neurótica obsesiva de las calificaciones mientras que Brady es igual de relajado y relativamente vago que siempre). Por su parte, Lela (Grace Phipps) se está aburriendo de vivir todos los días su película Amor sin Arenas y extraña a Mack y Brady quienes le cambiaron su percepción sobre la vida. Ello ante los ojos de un confundido (y decidamente no muy brillante) Tanner (Garret Clayton) que no sabe como reaccionar ante los deseos de su amada incondicional. 

Las cosas se ponen en movimiento cuando Mack pierde en el océano el brazalete que Lela le regaló y este vuelve a la playa de Amor Sin Arenas, lo cual anima a Lela a 'cruzar' hacía el otro lado del océano junto con Tanner quienes llegan a nuestro mundo; es entonces cuando inicia una colorida y divertida rutina de 'pez fuera del agua' que sin embargo tiene sus consecuencias, pues al no estar presentes en Amor Sin Arenas, Lela y Tanner están provocando que la película desaparezca. 

Teen Beach 2 tiene dos fortalezas, una es lo bien construido que está su argumento y otra es el mensaje que termina estableciendo. Sobre lo primero es realmente positivo que la película tarde cuarenta minutos en presentar el 'viaje a nuestro mundo' pues realmente logra construir con mucha soltura el conflicto dramático entre Mack y Brady que ponen a prueba su amor. Realmente está bien construido y se va resolviendo de manera bastante adecuada. 

Una vez que ocurre el viaje de Lela y Tanner la película toma otro tono mucho más inocente y bobo lo cual es bastante simpático pues Lela y Tanner vienen a vivir a nuestro mundo tal como ellos conocen el suyo lo cual incluye canciones, bobadas, canciones, mucha energía y optimismo y más canciones. Todo este segundo acto de Lela y Tanner es realmente delicioso. 

Quizá el mayor problema de la cinta es que todo el crecimiento de Mack y Brady en su relación queda invalidado al final. Ello en afán de establecer el mensaje de la cinta. Al final, Lela se muestra renuente a regresar a la película pues está harta de vivir bajo los cánones de la década de los cincuenta, Mack (quien a estas alturas ya es su ídolo) le dice que ella siempre será la dueña de su destino esté donde esté; ello hace que Lela regrese a su película y cambie toda la película. 

Ello tiene un efecto mariposa en nuestro mundo pues provoca que Brady y Mack nunca se hubieran conocido y enamorado del otro. Si, así como se lee, el final de Teen Beach 2 INVALIDA  tanto la primer película como casi toda la segunda. La única manera en que la cinta remedia el asunto es haciendo que Mack y Brady se vuelvan a conocer y empiecen a enamorar (sugiriendo que Brady y Mack están destinados a ser (meant to be) pareja). 

Por un lado es realmente positivo el mensaje que manda la película pues de alguna forma habla de como la dinámica social cambia y modifica los patrones de conducta, en este caso de manera positiva. Es decir, la película da a entender que el modelo social existente en los cincuenta no era del todo progresivo y era muy estereotipico para hombres y mujeres (los primeros debían ser los galanes machos que todo lo pueden y las segundas las damiselas en peligro esperando su hombre). 

Lo que Mack (una joven del siglo XXI) le enseña a Lela (una joven de mediados del siglo XX) es que ella puede empoderarse y cambiar la historia. En muchos sentidos Disney le está diciendo a su público (y me atrevo a decir que a la parte no tan progresista de su pasado) que esos estereotipos probablemente estaban bien en su época, pero que actualmente están rebasados y PUEDEN cambiar por roles sociales más flexibles y proactivos. En palabras llanas, que aunque seas Lela, la tonta chica de playa, no quiere decir que no puedas tomar una postura más activa con tu vida, tus relaciones y tu futuro. Una suerte de 'el pasado es bonito, pero no siempre debe ser así'. 

Teen Beach 2 defiende y establece un pensamiento sumamente progresivo para su audiencia. Tu pasado, tus circunstancias, tu sistema no te define, tu tienes siempre el poder de buscar cambiarlo. ¿Enserio ese es el mensaje que encierra una aparentemente tonta comedia musical? Si. Un aplauso a Dan Berendsen y Robert Horn quienes desarrollaron la historia y Matt y Billy Eddy quienes escribieron el guión. 

Como dije, la parte negativa es que termina invalidando los eventos de ambas películas, lo cual quizá es ciertamente triste pues el arco dramático que nos hizo enamorarnos de esos personajes no existe. No se si aliene a los fans de la cinta pero cuando menos me queda claro que dejó a muchos fanáticos de su audiencia con cara de WHAT?. 

Además de ello la cinta presenta un impecable trabajo de dirección. Jeffrey Hornaday sin duda sabe sacar lo mejor de estos muchachos y Ross Lynch y Maia Mitchell cumplen con solturas papeles y reflejan bonita química en pantalla. Grace Phipps vive con soltura este viaje emocional que narre y Garret Clayton (junto con John DeLuca como Butchy, Chrissie Fit como CheeChee, Jordan Fisher como Seacat y el resto del elenco de Amor Sin Arenas) son la bomba cómica que mantiene la comedia de la cinta. 

Finalmente cabe resaltar la satisfactoria producción musical que la cinta presenta. Gotta Be Me sin duda es el mejor número de la cinta pero el bobo y alocado Twist Your Frown Upside Down es realmente delirante y genial. La reinterpretación de Falling For Ya que hacen Fit y Fisher a manera de pelea es muy graciosa mientras que That's How We Do es un muy divertido número de cierre. Ross Lynch por otra parte demuestra su solidez y encanto vocal en la balada de empoderamiento On My Own. 

Es así que Teen Beach 2 es una sólida y divertida adición al canón de películas de Disney Channel que mantiene la genuinidad y sencillez de la original con un subtexto bastante rico e interesante. 

Y en la próxima madeja: Daredevil de Netflix.

domingo, 19 de julio de 2015

Ant Man, El Hombre Hormiga

La Madeja del Gato (hormiga)
Madeja #307
Por Christopher Vergara

La década de los sesenta fueron los momentos creativamente más productivos para la dupla inigualable de El Hombre y el Rey, a partir de 1961 y hasta 1971, Stan Lee y Jack Kirby revigorizaron el medio de las historietas con la creación de los más fabulosos y brillantes personajes Marvel. Algunos, como Spider-Man o los Cuatro Fantásticos se convirtieron en éxitos inmediatos e iconos de la cultura popular, algunos otros cayeron en el absoluto olvido, unos más, nunca despegaron hacía las alturas pero se ganaron su lugar en el corazón de los fanáticos, tal como el Dr. Hank Pym, cuya (primera) identidad superhéroica es Ant Man, el Hombre Hormiga. 

Pese a su falta de popularidad Hank Pym es un superhéroe por derecho propio, no en balde es uno de los Avengers fundadores y (junto con Wasp), el último Avenger fundador que no había debutado en pantalla. Consciente de ambos factores (la falta de popularidad del personaje a la vez que su estatus icónico y su peso en el Universo Marvel) no es de extrañar que Marvel haya tomado un camino menos literal para su adaptación a la pantalla grande. 

Es así que Marvel contrató en 2006 al popular escritor y director de comedia Edgar Wright para que llevará a la pantalla al popular personaje. Wright es quien fundamentalmente diseñó y redefinió al personaje para esta adaptación aunque abandonó el proyecto, junto con Paul Cornish, uno de sus cercanos colaboradores, en 2014 ante diferencias creativas con Marvel y su presidente Kevin Feige (lo cual alienó a muchos fans del director, quienes vieron con malos ojos esta adaptación). 

Marvel entonces contrató a Peyton Reed (director de Triunfos Robados y ¡Si, Señor!) como director de la cinta, y a Adam McKay (escritor y socio de larga cuña de Will Ferrell) quien junto con Paul Rudd terminaron de escribir el guión, sobre el tratamiento original hecho por Wrigh y Cornish. 

Es obvio, por el perfil de estos creativos que el enfoque que buscó Marvel con Ant Man es netamente cómico, lo cual es un tremendo acierto pues con ello brinda seriedad y elegancia a un concepto que es blanco fácil de burlas por lo descabellado y aparentemente simplón del mismo. 

Ant Man nos narra la historia de Scott Lang (Paul Rudd), un ex-convicto por robos espectaculares que no logra rehacer su vida ahora que ha salido de prisión hasta que es contactado por el doctor Hank Pym (Michael Douglas), creador de la tecnología que permite encogerse al tamaño de una hormiga y el original Ant Man. Pym  le pide que los ayude a el y a su hija Hope Van Dyne (Evangeline Lilly) a que eviten que Darren Cross (Corey Stoll), su antiguo protegido, logre vender un traje denominado Yellowjacket que es una visión retorcida de los nobles fines de Ant Man. 

Como fanático de los cómics de Marvel, el tratamiento que realizó Marvel para esta cinta me parece bastante afortunado pues logra combinar varios elementos de la mitología que ha rodeado a Ant Man. No sólo por la utilización de sus dos principales avatares (Hank Pym y Scott Lang), sino por la aparición más que hermosa de Wasp (la mismisima Janet Van Dyne) como la vieja compañera de batallas de Ant Man, su aparente legado hasta la inclusión de Yellowjacket (una de las tantas personalidades de Pym en los cómics) como villano de la cinta. 

La adaptación es bastante afortunada pues logra sincretizar muchas facetas de un personaje tan complejo como Hank Pym (donde si bien quedan excluidas ciertas facetas relativamente importantes del personaje como sus trastornos de personalidad y violencia en su matrimonio), logra destilar su esencia como un cientifico aventurero preocupado por ayudar al mundo que a su vez en entrega su legado a un ladrón de poca monta pero mucha inteligencia que se busca redimir con la sociedad y con su hija Cassie (si! hasta Cassie Lang aparece). 

A nivel de producción Marvel entrega otra sólida adición a su cada vez más abundante y rico universo filmico. En particular, Ant Man contrasta con la introspección de Avengers: Era de Ultron o la sobriedad de Captain America: The Winter Soldier en favor de una linea más cómica, similar a la de Guardians of the Galaxy; es así que Ant Man es una deliciosa comedia de aventuras donde la acción, la comedia y una pizca de drama se encuentran perfectamente mezcladas para ofrecer un sólido producto de entretenimiento. 

La cinta, como mencione arriba, tiene dos graves virtudes respecto a su concepto: logra con su tratamiento ligero, volver creíble una premisa tan descabellada (un héroe que se vuelve miniatura y se comunica con las hormigas) y más importante aún, no sólo lo vuelve creíble, sino lo vuelve heróico. Ant Man es un héroe tan importante, valiente y útil como cualquier otro héroe de Marvel. Sus poderes aparentemente irrisorios, son bastante letales usados con propiedad e inteligencia, algo que Scott y Hank tienen de sobra. 

Es necesario también hablar de lo brillante y genial que es Paul Rudd. La forma en que Rudd interpreta a Scott Lang es tremendamente deliciosa. No hay manera de no sentir cariño y aprecio por Scott gracias a la empatía que logra generar no sólo con su elenco sino con la propia audiencia. En ello apoyan mucho su elenco, desde el irreverente y parlanchín Luis (Michael Peña) hasta la sobria y algo engreída Hope. No se puede dejar de mencionar lo bien que esta Michael Douglas como un Hank Pym que aún con los años y las tragedias a cuestas, no olvida la importancia de realizar lo correcto. 

Por otro lado no deja de ser muy positivo la intertextualidad que logra Marvel con sus productos. No sólo por la obvia y muy divertida aparición de Anthony Mackie como el siempre genial Falcon (lo cual además es la entrada a cosas más grandes), sino además la forma en que enlaza el pasado de los personajes. La escena inicial con un más joven Hank Pym renunciando a S.H.I.E.LD. por diferencias con Howard Stark es delirante. La aparición de la omnipresente y siempre hermosa Hayley Atwell como una madura Peggy Carter es lo más genial de la vida. (Lo siento, soy muy fan de Peggy Carter). 

Finalmente hay que señalar la inventiva de la cinta. Marvel logra dar vida a la premisa del héroe que se encoge al tamaño de una hormiga con bastante soltura y credibilidad (es decir, no parece el heredero de Querida, encogí a los niños). Las escenas de Scott Lang como Ant Man son realmente magníficas, desde la escena inicial en la bañera pasando por su entrenamiento con las hormigas hasta la escena final la ejecución es más que atinada. 

Ant Man, El Hombre Hormiga es entonces otra brillante adición a la filmografía del Universo Cinemático Marvel. Una pieza más del mosaico más genial que el cine haya hecho en los últimos años. Una perfecta entrega veraniega que brinda acción y risas a sus espectadores. 

Y en la próxima madeja: Review de Teen Beach 2.