sábado, 23 de febrero de 2013

Fey - Todo lo que Soy

La Madeja del Gato (oh vértigo...)
Madeja #206
Por Christopher Vergara

El 16 de octubre de 1999 fue el último concierto que Fey tuvo en el Auditorio Nacional, como parte del inconcluso tour El Color de los Sueños. Tuvieron que pasar 13 años con 4 meses, 5 discos y tres compañías discográficas para que Fey volviera al Auditorio Nacional, con el tour Todo lo que Soy, que sirve para promocionar su álbum Primera Fila, que marcó su regreso a Sony Music, la casa que la vio nacer. 

En punto de las 20:35 horas, ante un Auditorio Nacional compuesto de casi 10,000 personas de todas edades, preferencias sexuales e historias, ante una pantalla blanca apareció un viento polar que fue preludio a Frío, primer sencillo del disco Primera Fila, que develó a una Diva Polar que hizo mover el hombro con cada Frío, Frío, Frío que se repetía. 

Pero el Auditorio Nacional se volvió un karaoke gigante cuando los primeros acordes de Te Pertenezco se escucharon llegando a su climax con aquel mítico coro que reza 'Tuya, soy tuya no hay día, que no me sangre la herida cuando no estas...'. 

Los recuerdos seguirían  esta vez llevándonos a 2004 cuando Fey recordó su homenaje al grupo español Mecano en la siempre rockera Barco a Venus, siendo la única pero muy genial pieza del recuerdo del álbum La Fuerza del Destino. 

Las ilusiones del corazón no se dicen con cartas ni chocolates, sino con flores. Y aunque Fey entró tarde a la canción, poco importó ante una muy rockera y repleta de guitarras Díselo con Flores, que alegró la energía del Auditorio a la vez que fueron lanzadas cientos de flores de papel de todos colores. 

Pero la nostalgia tuvo su primer gran momento con la mítica Gatos en el Balcón, obra del genial José Ramón Flórez, recordando esa conexión única entre el artista y su público, pues como reza la canción, Fey y sus fans son un par de locos, que volamos por un cielo tan azul que nos cuesta respirar. 

El set acústico y romántico de la noche llegó con una de las eternas favoritas de Fey, Desmargaritando el Corazón, que habla de ese amor pasional y repleto de energía que sobrevive a todo pese a que nadie lo esperaba. 

Después de esto vino uno de los momentos más intimos y fuertes de la noche, ante un Auditorio extasiado, Fey solicitó toda nuestra energía, pues Me Haces Tanta Falta es una canción que de muchas maneras le es muy fuerte. Y así fue, aunque contuvo sus emociones, casi al final Fey rompió en llanto dejando al público continuar la canción.  Cuando termino, Fey sólo vio al cielo diciendo unas palabras para sí. 

Donde quiera que esté, Josefina estuvo anoche en el corazón de María Fernanda. 

Uno de los momentos más hermosos (para mi, al ser una de mis canciones favoritas) fue Canela, en donde Fey tuvo un momento único al mencionar que 'no hay tinta ni papel, para poder poner, lo que los quiero en letras'.

Los recuerdos siguieron llegando en cascada cuando sentimos un Subidón de energía, una inyección de adrenalina para miles, entrando en un color de energía que llegó a su climax con una renovada Ni Tu Ni Nadie, donde aquellos 'ni tu ni nadie sabrá, el daño que me hace a veces' jamás tuvieron tanta fuerza. 

Un montaje especial se presentó en lo alto del escenario mientras Fey cantó esa canción que en 1995 era un derroche de energía, y hoy tuvo un arreglo precioso que la hizo todo un abanico de recuerdos del primer amor, Me Enamoro de Ti dio transición entre un bloque lleno de bohemia y uno repleto de energía. 

Y es que el mundo va, Tierna La Noche, quizá una de las canciones menos conocidas del álbum que curiosamente se llama así, pero Fey ofreció una divertida versión de lo que es una de las canciones más retorcidas de José Ramón Florez (¿la gramática ingresa baila con las matemáticas?, ¿se hacen humo los problemas?). 

Uno de los momentos más esperados termino siendo uno de los más extraños. Fey presentó a Aleks Syntek para El Cielo Puede Esperar, que resultó una presentación repleta de errores, donde Fey casi no recordó la letra, el micrófono le falló espantosamente y acabaron haciendo lo más decente que pudieron. 

Pero de ese cielo pasamos a uno que abrió un bloque electrónico fenomenal, y es que Cielo Liquido, del genial El Color de los Sueños fue un número cargado de stomps y movimiento electrónicos amén de una coreografía fenomenal basado en lo que siempre ha sido de las mejores coreografías de Fey. 

Fey de ahí se elevó a los cielos para interpretar una tremenda versión de Lentamente, éxito del disco Dulce Tentación donde Fey dio rienda suelta a su lado más sexy y provocador con un arreglo que presumió los mejores acordes de esa canción. 

Pero para los fans más hard-core de Fey todo explotó minutos después cuando Fey vio cristalizado el sueño pospuesto de cantar la ahora mítica Se Lo Que Vendrá, del único y poco apreciado Vértigo, respirando nuestro destino, con pasión que enciende el alma y ganas de volar. 

Y Fey tuvo aun un gusto mayor al interpretar Dressing To Kill, versión en inglés de Noche Ideal, en lo que casi se convierte en una discoteca y donde Fey quizá estuvo más cómoda, recordando éxitos de uno de sus álbum menos conocidos, pero el más querido por ella. 

Y la noche empezó su final, cuando casi 10,000 voces entonaron lo que Fey definió como una canción 'que ya es suya' y es que no hay manera de no recordar el clásico un ángel y un diablo, el clásico 'en el altar, de mi credo partícular', por supuesto, Azúcar Amargo. 

La salida en falso corrió a cargo de una épica Muévelo, que conjunto lo mejor de su versión original con su versión Primera Fila, y la que causó la hilarancia de muchos cuando Fey preguntó '¿aun no se cansan?, ¿quierén más? claro, como todos tenemos 17 años' desatando la risa de miles. 

Pero había una canción que no podía faltar, que marca el inicio de la carrera de Fey y que sirvió para mostrar en la pantalla, decenas de fotos de recuerdos e imagenes de fans mientras se entonó la única Media Naranja, donde no hubo persona que no realizará la clásica coreografía que desde 1995 unió a miles de personas. 

El concierto daría paso a su fin con una de las consentidas de Fey, La Noche Se Mueve, donde Fey se despidió se una noche donde entregó su corazón, junto con los 8 magníficos bailarines, los 3 talentosos coristas y los 7 integrantes de la banda musical que dieron color a una noche perfecta, que cerró con los geniales 'eee, eee, la noche se mueve' mientras rayos de papel amarillos y plateados llenaban el cielo, cerrando una espectacular noche a las 22:20 de la noche.

Fey durante alrededor de 1:45 minutos demostró Todo lo que es, a la vez que hizo felices a miles de personas que cantamos como nunca, bailamos sin inhibición, y recodamos aquellas historias únicas, talento de tantos compositores y de la misma Fey, historias que han unido las vidas de María Fernanda Blázquez Gil, como de sus miles de fans, tanto quienes han estado ahí siempre, quienes fueron y vinieron, y quienes se acaban de unir. 

Gracias por todo Fey, te quiero. Para mi siempre eres la mejor. 

Eee, eee, la noche se mueve. 

Y en la próxima madeja: Review de Les Miserables.

viernes, 15 de febrero de 2013

La reforma política del DF

La Madeja del Gato (política)
Madeja #205
Por Christopher Vergara

Dentro de los diversos temas que plantea en su agenda el Pacto por México, se halla inscrito la reforma política del Distrito Federal, asignatura inacabada y no tocada desde 1996 y que ha sido un tema que en tres administraciones no ha podido salir adelante.

Y es que quince años de ejercicio del poder son más que suficientes para demostrar las fallas del entramado legal construido en 1996. La mecánica y dinámica del poder que se estableció en aquel tiempo ha demostrado estar ampliamente rebasada y no responder a una sociedad ampliamente exigente así como una clase política cada vez más compleja y oriunda. 

Por tanto es que cada vez es más urgente la reforma política del Distrito Federal. Y aunque el tema principal sin duda es la Constitución del Distrito Federal esto tampoco es un destino sin el cual no se podrán hacer grandes cambios. 

Que no se malentienda, sería muy positivo para la Ciudad contar con una Constitución, aunque sería más una cuestión de mero formalismo enunciativo pues en los hechos las Constituciones locales no son más que estatutos de gobierno (consecuencia de un federalismo mal entendido). En ese sentido el quid principal sería en dotar a la ALDF la potestad exclusiva de poder reformar el Estatuto de Gobierno sin necesidad de que lo haga el Congreso de la Unión. 

Mucho se ha dicho sobre el estatus jurídico de la Ciudad. Y en ese sentido creo que darle vueltas es también jugar un poco a los nombres y no a los fondos (al final del día llamese como se llame si no se atacan los asuntos principales será un mero cambio cosmético). Sin embargo el estátus de Estado obviamente no le aplica por lo que el de Ciudad Capital o algún termino similar sería correcto. Tampoco veo necesidad de cambiar el nombre de Ciudad de México y/o Distrito Federal. 

Donde verdaderamente tendrán que hacerse cambios es en la forma de trabajo de los órganos de gobierno del Distrito Federal (que deberán aquí si, convertirse en poderes, pues eso es lo que son), siendo el punto principal la eliminación de cualquier intromisión del Presidente o el Congreso de la Unión en temas que son de interés de la Ciudad. Es decir, permitir que el único grado de injerencia de los Poderes Federales en el ejercicio de su actuar sea el mismo que ejerce sobre las demás entidades federativas. 

Mucho se dice sobre la seguridad o cuestiones similares en razón de que la Ciudad es sede de los Poderes. Pero este es un argumento más apto del siglo XIX cuando esto era una realidad a hoy donde es una mera fantasía de los viejos constitucionalistas. No hay necesidad de que el Presidente deba encargarse de la seguridad de la Ciudad con mayor injerencia en como lo hace en las demás entidades. 

Ergo, el Presidente no debe ratificar al Procurador y Secretario de Seguridad Pública locales, debe hacerlo la ALDF. 

Sin duda uno de los grandes temas es el relativo a las delegaciones políticas, aunque aquí hay que tomar muchas precauciones. Más que simplemente convertirlas en municipios como los de cualquier otro estado, hay que convertir a las delegaciones en modelos de municipio que aspiren a ser ejemplo nacional, no permitiendo los vicios de los restantes sino al contrario dándoles nuevas herramientas y reglas. 

Por ejemplo, es impensable que pase a las Delegaciones el control de los mandos policíacos, cuando se ha demostrado que el esquema de mandos únicos en la Ciudad ha sido bastante funcional, tampoco sería muy correcto darles a las delegaciones la facultad de conservar lo recaudado vía predial, pues esto generaría graves inequidades en el volumen de recaudación, siendo mejor que se distribuya desde el gobierno central. 

Por otro lado hay que crear mecanismos de participación que permitan a los ciudadanos tener un mayor contacto con las Delegaciones. Esto pasa por crearles instituciones como los Cabildos (asegurando una cuota de proporcionalidad que en la medida de lo posible sea lo más pura posible) pero no sólo eso, sino creando mecanismos para que los Cabildos atiendan las peticiones y propuestas de las personas, que haya una verdadera comunicación entre unos y otros. 

La reforma política del DF debe ir en estos y muchos sentidos más (hay que ampliar el catalogo de facultades de la ALDF a la vez que trabajar por su pluralidad así como definir y matizar las facultades del Jefe de Gobierno asemejandolo más a un gobernador) en la reforma política que debe dotar a la Ciudad de mayores herramientas, nuevas reglas y mejores modos de gobernarse. 

Los días del Departamento del Distrito Federal deben quedar completamente atrás, es hora de que las autoridades del poder públicos cuenten con nuevas facultades, nuevos trajes que respondan mejor a las exigencias de una ciudadanía que en quince años no ha hecho otra cosa más que crecer y volverse mucho más exigente, no sólo exigiendo un gobierno más activo sino de mejor calidad. 

Por el bien de la ciudad ojala se concrete la reforma. 15 años es mucho tiempo de espera.

Y en la próxima madeja: Review de Los Miserables.

lunes, 4 de febrero de 2013

Nuevos partidos políticos

La Madeja del Gato (electoral)
Madeja #204
Por Christopher Vergara

Finalmente la semana pasada venció el plazo determinado por el Instituto Federal Electoral para que los interesados enunciaran su intención al Instituto de convertirse en partidos políticos y por lo tanto se les iniciará el trámite que marca el Código Electoral. 

Totalizaron 50 solicitudes de inscripción ante el Instituto, lo cual en principio suena un número bastante abultado, aunque la verdad es que es poco probable que más allá de 5 o 6 logren completar el complejo trámite (que incluye celebrar al menos 20 asambleas estatales o 200 distritales que sumen poco más de 230,000 mil afiliados). 

Sin duda los casos más sonados en los registros de solicitud son los del Movimiento de Regeneración Nacional liderado por el ex-candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador así como el Partido de la Concertación Mexicana, grupusculo de variopintos orígenes liderado por el ex-lider de Acción Nacional, Manuel Espino así como el ex-jefe delegacional de Iztapalapa y antiguo miembro de Nueva Izquierda en el PRD, René Arce (así como algunas remoras del extinto Alternativa Socialdemocrata y degeneraciones). 

Pero las solicitudes no terminan ahí en lo relativo a las carreras de polítiquillos de medio pelo acabados, están desde quienes intentan revivir viejos sueños muertos como el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, el Partido Demócrata Mexicano (si, el del gallito) o hasta el Partido Socialdemocrata, hasta viejos priistas y panistas de viejo cuño que intentan lavar su cara con nuevos y rimbombantes nombres de partidos. 

Y ahí esta el lado negativo de estas solicitudes de partidos. Que ninguna es realmente una opción política fresca (si se le rasca con mucha paciencia se podrá encontrar que casi todas las solicitudes tienen algún nexo partidista y hasta oscuro, que no ha sido aclarado), y ese es el principal problema. 

No tanto porque este en contra de que muchos políticos intente reiniciar o reinventar su carrera política (lo cual es totalmente valido), ni porque crea que no es necesario más partidos (al contrario, soy un fiel creyente de que necesitamos muchos más partidos), o de que son un gasto innecesario (para gastos superfluos hay muchos ejemplos, y aunque no sea muy popular con la gente, la democracia, cuesta, así de simple). 

El quid principal es que salvo algunos casos aislados (que habrá que revisar con mayor detenimiento), sigue sin haber interés de la sociedad civil, de los ciudadanos en formar parte de un partido político. 

Ahí es donde hallamos el gran fracaso del sistema político mexicano, que ha sido la incapacidad de construir puentes reales entre los ciudadanos y los partidos políticos con el fin de que los primeros vean a los segundos como lo que son: herramientas para no sólo alcanzar el poder (y un trabajo) sino mecanismos de influencia en la toma de decisiones colectivas. 

Al contrario, los medios de comunicación (aunados a la falta de educación cívica y desconfianza natural en el mexicano) han logrado construir un muy exitoso discurso anti-partidos que ha logrado permear a casi toda la población. Así se ha logrado construir una percepción de que los partidos políticos son poco menos que los villanos favoritos del cuento y por tanto deben existir los menos (llegando a extremos ridículos como quienes añoran un bipartidismo o peor un monopartidismo antidemocráta).

Esto ha provocado que los ciudadanos se interesen cada vez menos en formar parte de un partido político, que se genere una barrera entre la clase política y los ciudadanos y que se pierda la visión de los partidos como mecanismos de participación ciudadana y se les vea más como maquinarias de intereses mezquinos y particulares. 

Lo cual a su vez genera el efecto de que buena parte de lo dicho arriba se vuelva realidad, pues los partidos se convierten en lamentables clubes de Toby políticos, donde se conforman elites que terminan dominando y burocratizando a los partidos, hasta convertirlos en meros comparsas de intereses relativos a puestos de elección popular. 

¿Ven porque se genera un circulo vicioso? A ciudadanos menos participativos y entusiastas de la política, partidos políticos cada vez más copados de elites, y en consecuencia se fortalece en uno el discurso anti-partidos y en otros la mezquinidad del poder por el poder. 

Por eso es que deben existir más partidos políticos. Parte del desencanto actual proviene de la existencia de opciones que representen a ciertos sectores de la sociedad, por ello sería encomiable que muchas organizaciones más (incluso aquellas que desde el discurso de la independencia lucran y hacen política) entraran a la arena partidista y se ensuciaran las manos. Si la cuestión es hacer política, no se puede hacer sin ensuciarse las manos en el lodo que es la competencia electoral. 

Si no lo más cómodo es seguirse quejando de aquellos 'infames que sólo se embolsan millones de pesos' mientras la sociedad civil se vuelve cada vez más apolítica y se conforma con entrar en el clásico proceso de auto-compasión que tanto gusta al mexicano. 

La democracia cuesta y es cara. Tenemos muchas razones para estar orgullosos de nuestras instituciones electorales. Es momento de que todo lo invertido se refleje en más y mejores partidos políticos que complementen a los actuales. El discurso anti-partidos sólo beneficia a los grupos de interés económicos que gustan de controlar y presionar a las clases políticas, no a los ciudadanos en general. 

Por ello es que bienvenidos los 50 solicitudes de formación de partidos políticos, ojala fueran más, ojala cada vez más ciudadanos se interesen en la política y busquen formar su partido político o incluso entrar a la más emocionante aventura de formar parte de los partidos políticos ya existentes y luchar para ganar espacios de debate y discusión en los mismos que rompan con su proceso de burocratización. 

Hasta en tanto no veamos a los partidos políticos como herramientas al servicio del ciudadano, la crisis de confianza en la política en México sólo continuará su proceso de deleznable degradación que sólo nos conduce hacia el pasado. 

Y en la próxima madeja: ¿Hacía donde debe ir la reforma política del DF?.