jueves, 28 de marzo de 2013

El cierre de EMI y el futuro de la industria discográfica

La Madeja del Gato (musical-industrial)
Madeja #211
Por Christopher Vergara

En febrero de 2011 la industria discográfica se conmocionó ante un movimiento que si bien estaba practicamente cantado, no dejó de levantar preocupaciones de alguna u otra manera. Citigroup quien poseía más de 4 mil millones de títulos de deuda sobre EMI Music decidió cobrarlo tomando el 100% de las acciones de la compañía, en poder de un grupo de inversionistas llamado Terra Firm y de inmediato puso a la disquera a la venta. 

Para noviembre de 2011 y tras que diversos (aunque tampoco muchos) grupos anunciaran sus ofertas, Citigroup eligió dos ofertas partiendo EMI Music en dos grandes pedazos, las operaciones discográficas (la música grabada pues) fue vendida a Universal Music Group mientras que las operaciones de publishing (la editora de partituras musicales y letras) fue vendida a Sony/ATV Music Publishing (esa gigantesca y lucrativa joint-venture entre Sony Music y el fondo hereditario de Michael Jackson). 

Con ello terminó sin duda una época, pues el gran gigante europeo, la única compañía discográfica dirigida fuera de EU había muerto, presa de una industria que nunca supo comprender y de las deficiencias propias de su modelo de negocios. (Técnicamente Universal es propiedad de franceses y Sony de japoneses pero sus directivos así como la historia de la que beben es netamente estadounidense.).

Las causas de la muerte de EMI Music tienen diversas explicaciones, desde la debilidad de su roster fuera del algunos lucrativos artistas de su sello Capitol (que era la rama estadounidense de EMI), una gigantesca estructura de oficinas y sellos que terminó por resultar asfixiante, así como una brutal negativa a entrar a las dinámicas de la industria como si lo hicieron sus competidoras. Ahogada en deudas el destino de EMI sólo era la muerte. 

Sin embargo la historia realmente se vuelve interesante, pues la Comisión de Competencia Europea se tardó más de un año en aprobar la fusión de EMI con Universal y lo hizo poniendo condiciones muy altas que en otras circunstancias hubieran sido nada aceptables. 

Universal se vió forzada a vender el mítico sello Parlaphone (la rama europea de EMI más lucrativa) que incluía el sello Chrysalis, EMI Classica, así como las unidades operativas de EMI en Belgica, República Checa, Dinamarca, Francia, Noruega, Portugal, España, Eslovaquia y Suecia. De ese paquete Universal sólo se le permitió conservar los catalogos de los Beatles y Robbie Williams, los activos más valiosos de Parlaphone y Chrysalis. 

Lo curioso es a quien se lo terminó vendiendo, y es que estos activos (que representaban algo así como la tercera parte en valor de EMI) fueron adquiridos por Warner Music Group, el sello norteamericano que había perdido la puja por Universal. Y que actualmente es el tercer grupo discográfico de mayor peso e importancia en el mundo discográfico. 

Con ello Universal se quedó con la joya de la corona, el sello discográfico Capitol Records, el sello Virgin así como las operaciones de EMI en Canada, América Latina, Australia, Italia, Holanda, Alemania, Suiza, Austria, Japón y Sudafrica. (Oh si, la otrora poderosa estructura de EMI en Europa quedó partida en pedazos de diferente padre).

Más allá de lo que algunos argumentan (la inminente desaparición de las disqueras y una especie de utopía musical donde sólo el talento y el público influirán en lo que tiene éxito o no), considero que estos movimientos están iniciando una nueva etapa en la industria musical que tendrá como principal eje el de tres (o dos) compañías que monopolicen (y no) el mercado musical (sin que ello necesariamente sea bueno o malo). 

Como se puede ver, la muerte de EMI Music se convirtió en una especie de menage-a-trois donde Sony se quedó con la muy lucrativa división editorial, y Universal y Warner se dividieron las operaciones de la división de música grabada.

La última década ha significado un cambio radical para la industria musical, por un lado el declive de las ventas físicas y el ascenso de los formatos digítales, así como la constante y cada vez más grande amenaza de la piratería digital, hicieron ver que las disqueras estaban condenadas a desaparecer en la utopía que señalé párrafos atrás. 

Sin embargo, por como se han dado los eventos y por como ha evolucionado la industria en los últimos cinco años podemos dar por sentado que esto no va a ocurrir así por una serie de factores. 

Si bien podemos hablar de una desaparición de muchas opciones (antes hablabamos de los siete grandes, luego de los cinco, los cuatro y hasta los tres que hoy son), la competencia como tal no esta vedada. Por la forma en que se han ido estructurando las compañías discográficas podemos hablar de una vasta diversidad de las mismas. 

Es decir, Sony tiene sus tres grandes ramas Columbia, Epic y RCA, aun así cada una esta dividida en decenas y decenas de sellos, unos mucho más arriesgados que otros. Algunas filiales de estos sellos producen o al menos distribuyen artistas que hace veinte o treinta años jamás hubieran distribuido. Este modelo se replica en las otras dos grandes, así Universal tiene a Interscope-Geffen-AM, a Island Def Jam, a Capitol y a Decca Label, mientras Warner tiene a Atlantic, a Warner y a Parlophone.

Ya que además, si algo se ha aprendido y se ha visto durante estos años es que ser indie no es el oro y el moro que alguna vez se creyó. Pese a la facilidad con que se puede acceder al medio, las cosas siguen siendo más difíciles sin contar con el apoyo de una disquera, así sea minimamente con la distribución. E incluso se ha visto como decenas de artistas que han tenido la oportunidad de integrarse a una compañía lo han hecho ya que les permite concentrarse en la parte musical y dejar de lado temas administrativos, legales y de operatividad y promoción a quienes tienen profesionalismo en ello. 

Además vale la pena reiterarlo, las discográficas no son hoy el monstruo cerrado y temido que sólo buscaba vender discos que fueron hasta mediados de los 90's. Las discográficos de hoy en día, necesitadas siempre de recursos frescos y liquidez, están más abiertas a arriesgar, a probar nuevas formulas y a pensar en mecanismos diferentes de venderle algo al público. Las disqueras vieron (o ven) amenazadas su viabilidad existencial y decidieron evolucionar. 

Por ello es que el futuro de la industria discográfica (en el cual aun todo puede pasar, a mi no me sorprendería que Warner también fuera vendida o despedaza pues es la más débil de las tres grandes), es mucho más luminoso y optimista que hace siete años. Lo que parecía el fin radical de una era y el inicio de una incertidumbre se acerca más a una evolución natural donde los intereses económicos se combinan con los artísticos, dando paso a un futuro que parece prometedor y sustentable en general. 

Y es que vale recordar que si, el arte y la expresión importan, pero esta es también la fuente de ingresos de miles de familias. Sin duda la partida de EMI Music fue triste, pero si esto fue necesario para una reorganización que transforme la relación entre productores y consumidores de música, haciéndola más horizontal, bienvenida sea. 

Y en la próxima madeja: Review de The New Normal.

domingo, 24 de marzo de 2013

Reforma en Telecomunicaciones

La Madeja del Gato (mega comunicada)
Madeja #210
Por Christopher Vergara

El segundo hijo del Pacto por México fue la reforma en telecomunicaciones. Quizá no es la más urgentes (esa sigue siendo la fiscal o la política por ejemplo) pero era la que más facilmente podría transitar entre las tres fuerzas políticas de México, quizá en razón a que las tres coinciden en la necesidad de debilitar a factores de poder no institucionalizados a los que se les dejó crecer. 

Y aunque los creadores de la reforma señalaron que en ningún momento la reforma llevaba nombres y apellidos sin duda la reforma pone en situación ciertamente incomoda a los tres principales adalides de las telecomunicaciones, a saber Carlos Slim, Emilio Azcarraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, a quienes sin embargo la reforma a la vez que les perjudica les beneficia. 

Ya que la reforma tendrá como consecuencia que cada uno pierda la dominancia estruendosa en su campo aunque les permitirá insertarse en el de otros, en una suerte de decisión salomónica, aunque más allá de un simple intercambio de actividades la reforma preve una explosión mayor que permita la entrada de nuevos competidores. 

La reforma incluye una serie de modificaciones a nivel constitucional las cuales vale la pena analizar una por una:

La primera que cae en el campo de lo teórico aunque siempre necesario es la reforma al artículo sexto que adiciona el derecho de acceso a la información, este primer apartado aunque podría parecer meramente académico es muy positivo pues es un punto de arranque y una base constitucional que permitirá su ejercicio conforme las circunstancias lo vayan necesitando. El entendido es que es necesario tenerlo ahí para poder ejercerlo. 

Partiendo de esto la reforma presenta su primer apartado específico de telecomunicaciones en el cual establece una serie de bases necesarias, tales como el derecho de acceso a las tecnologías de información, los criterios que deben regir las telecomunicaciones y la radiodifusión que además son definidos como servicios públicos (y por tanto sujetos a un régimen específico), prohibe la difusión de gacetillas informativas pagadas presentadas como información (que aplican desde el ámbito político hasta el de la salud). 

De ahí se ordena la creación de un organismo autónomo que será el encargado de operar una nueva cadena de televisión y radio estatal que tendrá por objeto promover la dotación de contenidos que promuevan toda una serie de valores (desde la democracia hasta la identidad nacional). 

El punto relevante de esto se verá cuando se cree la Ley Reglamentaria y se vea si realmente estamos aspirando a tener medios públicos o seguiremos teniendo meros medios gubernamentales al servicio del Presidente en turno. Como sea la idea es muy rescatable y ojala se cristalice adecuadamente.

También se reforma el artículo 7° que evoluciona de la actual libertad de imprenta que tutela hacia una libertad de difusión de las ideas, al mantener el espíritu del antiguo texto ampliándolo a mayores y diferentes medios de difusión, 

De ahí la siguiente reforma se da en el artículo 28 que dota de mayor autonomía a la Comisión Federal de Competencia al volverla un organismo constitucional autónomo, a la que a nivel constitucional se le dan toda una serie de facultades que le permitirán tener no sólo meras opiniones o aprobaciones sino la misma capacidad de desmontar o prevenir el surgimiento de monopolios.

De ahí se da paso a algo muy necesario y que llevaba siendo una exigencia de tiempo atrás, que es la creación de un organismo autónomo que se encargue de regular las telecomunicaciones en lugar del claramente rebasado órgano que es la Cofetel. Se plantea así la creación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (ya motejado popularmente como Ifetel), el cual será el factotum en las telecomunicaciones de México.

Al Ifetel practicamente se le encomiendan la tutela del espectro radioeléctríco tanto en su vertiente de radiodifusión como de telecomunicaciones, asimismo de ser el encargado de regular en materia de competencia económica de estos sectores. Para ello se le dota de una serie de dientes similares a los de la Cofeco que le permitirán actuar contra los concesionarios que tiendan a prácticas monopolicas o que intenten ir más allá de lo permitido en su titulo de concesión. 

Tanto para la Cofeco como para el Ifetel se establece un proceso de designación idéntico y que (al menos en el papel) promete ser el adecuado para superar el viejo trauma de la partidización de los órganos autónomos y que en cierta manera se basa en la manera en que fueron designados los últimos tres consejeros electorales del IFE. 

Se preve un procedimiento que conducirán los titulares del Banco de México, INEGI y el INEE (sería un buen detalle incluir a los del IFE, CNDH ya que armábamos un collage de organismos autónomos) quienes lanzarán la convocatoria, harán un examen diseñado por el Comité de Evaluación y al menos dos universidad públicas, con base en los mejores resultados enviarán una lista de 3 a 5 nombres al Ejecutivo que elegirá uno y que propondrá al Senado quien deberá ratificarlo (el procedimiento se estrella acá pues repite el vicio de la designación de ministros donde mandará todos los nombres de la lista hasta que quedé uno que serpa designado directamente por el Presidente).

También se se establece la creación de tribunales especializados en materia de radiodifusión, telecomunicaciones y competencia económica, lo cual es completamente afortunado y necesario pues si algo sucedía mucho en tribunales era la completa ignorancia de los jueces en la materia que por tanto terminaban legislando de acuerdo a quien les explicará más bonito o sencillo (o se dejaban comprar en el escenario más corrupto). 

Finalmente los transitorios establecen toda una serie de lineamientos que deberá seguir el Congreso cuando legisle la normativa secundaria, en la cual se encuentran muchos de los detalles importantes a nivel de sector que simplemente no tienen cabida en el texto constitucional. 

En estos artículos finales es donde encontramos temas como la concesión única (por la cual una empresa podrá actuar en varios campos sin necesidad de tener una multiplicidad de concesiones), la reducción de 2021 a 2015 del apagón analógico así como la obligación de regresar las frecuencias originalmente concesionadas, el muy central tema del must offer (obligación de las televisoras de permitir que las cableras retransmitan su señal sin cobro alguno) y el must carry (obligación de las cableras de subir la señal de los canales abiertos sin cobro alguno) aunque desgraciadamente se limitó a que sólo suceda con las señales que cubran cuando menos el 50% del territorio nacional. 

También se establece el inmediato inicio de la licitación de cuando menos dos cadenas nacionales nuevas (que podrían ser más, si tomamos en cuenta el fenómeno de multiplexación de señales con lo cual las posibilidades son muchas), la partición de aquellos concesionarios que a la fecha de creación del Ifetel sean agentes económicos preponderantes en la materia (ergo, van a desarmar a Telmex y Televisa), así como la creación de un Registro Público de Concesiones (que ridiculamente no existía). 

Relativo a esto también se establece que será unicamente por vía del amparo indirecto (es decir sin pasar por un procedimiento judicial o contencioso-administrativo) que los conflictos derivados de estas medidas serán resueltos, amén claro de que no se permitirá el acceso a la suspensión de los actos reclamados, usado cotidianamente por Televisión Azteca como medida de presión. 

También se deberán dar facultades al Ifetel para que regule el máximo de publicidad permitida en televisión (una medida muy necesaria ante el bombardeo incesante en que se ha convertido la televisión abierta), así como la regulación de la publicidad que se inserta en programación dirigida a la audiencia infantil. 

Se establece la obligación de Comisión Federal de Electricidad de ceder a Telecomunicaciones de México (lo que todos conocen como Telecomm Telegrafos) su concesión que le permitirá a esta ofrecer toda una gama de telecomunicacones (a excepción de la fibra optica), con lo cual se tendrá un jugador público en el mercado de las telecomunicaciones. 

Como se puede observar la reforma en telecomunicaciones es todo un compendio de instrumentos legales que permitirán tener mayor influencia del Estado en una materia en la que parecía hace mucho había renunciado a regular. 

Aunque sin duda la intención de la reforma es ir en contra de aquellos que han querido someter al Estado bajo su poder, no deja de ser encomiable el aspecto social de la reforma que tiene como objetivo el permitir una mayor participación de agentes económicos que brinden competencia a un sector estancado en algunas pocas personas. 

Sólo garantizando el acceso a las tecnologías de información en un marco plural donde exista una gran variedad de opciones es que podremos avanzar para tener una sociedad más informada y que por tanto pueda ejercer una mejor ciudadanía, o cuando menos tenga más opciones de las cuales elegir. Ese siempre es el primer paso. Tener opciones. 

Bien por la reforma en telecomunicaciones. 

Y en la próxima madeja: Review de The New Normal. 

lunes, 18 de marzo de 2013

Un ángel en mi mente

Entraste ágilmente sin que me diera cuenta
cual pequeño topo en su madriguera
con tu luz innata iluminaste mi mente
repleta de una aparente oscuridad eterna

No se si sea sano o sea un síntoma de soledad
pero llenas mis días antes de que el Sol salga
y aun cuando este sea ha ido, aun sigues aquí
con tu sonrisa traviesa, que sólo los ángeles tienen

Tenía mucho pidiendo sentir esta emoción
soñar con alguien, que me robe el pensamiento
imaginar tardes completas a tu lado caminando
tomados de la mano con sentimientos conectados

A veces el miedo me destroza como su presa
de que no seas el ángel indicado para mi
y seas sólo otro recuerdo amargo y extraño
un cariño no correspondido que lastime siempre

Pero mis sueños aun son más fuertes que mis miedos
quiero que seas mi Ángel especial, y llenes de magia
lo que ya parecía a punto de fenecer y secarse
que me des una razón para volcarte mi energía. 

Quiero cuidar tus alas de quienes las han roto
que olvides a aquellos que te han lastimado y herido
que me permitas entrar a tu mente para vivir en ella
y así cuando me veas, termine una larga espera

En tu forma terrenal, con tus cualidad y locuras
eres perfecto para mi, no podría pedir nada más
aun con tus pedazos de humana oscuridad
brillas tanto como el más hermoso de los ángeles

Yo también seré un ángel para ti, cuidaré tu mente
conoceré tus sueños y lucharé por y para ellos
y que nuestras mentes tan dispares se unan como son
para enlazar nuestras vidas terrenales y celestiales

En aquello que todos llaman amor.

viernes, 15 de marzo de 2013

Una Vacante Imprevista

La Madeja del Gato (imprevista)
Madeja #209
Por Christopher Vergara

Tarde (tanto para edición en español y aun más para México), pero finalmente desde principios de año se encuentra disponible en librerías la edición castellana de The Casual Vacancy, o como Salamandra título en español, Una Vacante Imprevista, lo que viene a ser la primera novela para adultos escrita por J.K. Rowling. 

El libro, como era obvio, generó toneladas de expectativa por ser la primera novela escrita por la autora de lo que probablemente es la saga de libros más exitosa y relevante de la literatura contemporánea. Las críticas no se hicieron esperar, habiendo de todo, desde quienes la odiaron hasta quienes la amaron. En términos generales este autor se ubica en el segundo grupo. 

Una Vacante Imprevista (una vez más bajo la traducción de Gemma Rovira, quien tradujo los últimos tres tomos de Harry Potter), narra las aventuras de un pueblito conservador de Inglaterra llamado Pagford, que se ve sacudido tras la muerte de Barry Fairbrother, uno de los miembros del consejo parroquial de Pagford, muerte que cae en un momento clave donde se discute la probable reasignación administrativa de una zona paupérrima llamada Los Prados, donde la opinión del Consejo puede ser importante. 

Más allá de esta anécdota central, Rowling se dedica a crear un elenco de alrededor de 25 personajes que narran unas seis o siete historias adicionales, que es en realidad donde encuentran mayor interés y mayor reflexión, pues Rowling es una maestra en crear personajes entrañables y situarlos en ambientes donde su estilo de escritura es francamente envolvente. 

Aunque el tema principal de la novela es la doble moral de la sociedad, que basa su actuar en mitos y prejuicios basados en presuntos aires de superioridad moral creados muchos años atrás y heredados de generación en generación, y aunque es una reflexión sumamente valiosa e interesante (Rowling plasma perfecto la podredumbre y basura humana), no es ahí donde emplea mejor sus dotes. 

Es en la labor de escribir adolescentes y narrar diversos conflictos (desde el amor, las relaciones sexuales, la relación con los padres, el bullying, los factores que determinan el desarrollo de una persona, entre otros), así como narrar la decepción y desilusión que puede significar el bordear los cuarenta años (la crisis de la mediana edad), donde Rowling crea los personajes más entrañables, las situaciones más divertidas, tristes, conmovedoras y donde se luce mejor su pluma. 

Por ejemplo, la historia de Samatha Mollison (una treintacuarentona que esta harta de su vida y de sentir que su marido se esta convirtiendo en su suegro sin que haga nada para evitarlo) es una magnífica representación de la frustación y el desencanto por la vida que sufren muchas personas, es difícil no enamorarse de un personaje así, o al menos sentir algún grado de compasión o empatía. 

O tenemos algunos adolescentes encantadores pese a lo ordinarios que son, como Andrew Price, que vive bajo el yugo de un padre violento con severos problemas de autoconfianza, o Gaia Bawden, que no halla su lugar en un pueblo tras salir de su Londres, siguiendo a su madre en un loco romance. O Sukhvinder Jawanda quien presa del maltrato de sus compañeros y la dureza de su madre sólo encuentra consuelo en el cutting, es decir, auto-lastimandose. 

Quizá el fallo más notable de la novela sea el conflicto central, que nunca termina por tomar fuerza, y del cual realmente no provoca mayor interés en el lector, pues salvo algunos bosquejos, no se explica con mayor profundidad la importancia y verdadero corazón de los Prados (aun con el rol de los Weedon, en especial Katy), como si lo hace con la escoria humana que son algunos de los habitantes de Pagford, que se sienten casi herederos de la corona inglesa. 

Una Vacante Imprevista en muchas maneras es como reencontrarse con una vieja amiga, el estilo de narración de Rowling permanece practicamente intacto, por lo cual se siente como una voz que hace mucho no escuchabas y hoy encuentras, y aunque no te cuenta nada de lo cual tengas una menor idea, si funge como una voz conocida y amena que te introduce a un nuevo, mucho más terrenal pero no por ello menos interesante terreno.

Ojala más adelante conozcamos nuevos trabajos de Rowling, pues siempre es una pluma amena y divertida que sabe crear universos en los que plasme muchos de los problemas o situaciones contemporáneos que vivimos cotidianamente. 

Buen trabajo Jo, esperamos mas. 

Y en la próxima semana: La reforma en telecomunicaciones.

domingo, 10 de marzo de 2013

Oz, El Poderoso

La Madeja del Gato (no hay lugar como el hogar)
Madeja #208
Por Christopher Vergara

Tras el apabullante éxito de Alicia en el País de las Maravillas de 2010, Disney (entonces el estudio a la cabeza de Dick Cook), decidió impulsar una nueva versión de El Mago de Oz, encargándole la producción a Joe Roth, el mismo de Alicia y con miras a un filme de similar factura y taquilla. 

Roth comenzó un equipo que termino en Sam Raimi en la dirección, David Lindsay-Abaire y Mitchell Kapner en el guión, Danny Elfman en la música, y un elenco multiestelar liderado por James Franco como El Mago de Oz, y Mila Kunis, Rachel Weisz y Michelle Williams como tres de las Brujas de Oz. 

Y aunque todo apuntaba para ser un filme como Alicia, de un deslumbre visual pero con un guión flojo y sin mucho sentido, Oz, El Poderoso termina por ser un grandioso filme de una calidad visual deslumbrante y una historia llena de calidez, corazón y magia. 

Oz, El Poderoso narra la historia de Oscar Diggs (Franco), un ilusionista de un circo de mala muerte, que huyendo de los típicos problemas que le aqueja ser un mujeriego y embaucador, se ve envuelto en un tornado que lo lleva a la Tierra de Oz, un lugar mágico donde conocerá a tres Brujas, Theodora (Kunis), Evanora (Weisz) y Glinda (Williams), quienes lo llevaran a cumplir una vieja profecia donde un mago llegará a Oz a salvarlo de la tiranía del mal (que parece ser en principio Glinda, aunque luego se descubre que no). 

El principal problema que cargaba el filme era el relativo a ese mito único que es El Mago de Oz, filme de la MGM de 1939, uno de los clásicos inmortales del Hollywood clásico que esta perfectamente impregnado en la mente de la gente, pese a que el tiempo hace que se vean hoy sus costuras. 

Con todo, Sam Raimi libra muy bien el problema. Logra crear un universo mágico, único, colorido y lleno de misterios y enigmas, que sin violar los derechos de propiedad intelectual que Warner posee y defiende ferreamente, logran identificar lo suficiente con aquella historia, sin que esto se sienta como una simple y mediocre copia de aquella. 

Tenemos muchos elementos de aquel clásico, el inicio en sepia (y ahora, en fullscreen que se convierte en widescreen), el tornado, aquella mística por la cual las personas de Kansas se parecen a las de Oz, los artilugios como forma de poder, entre otras. 

El despliegue técnico visual es fascinante, Oz es un mundo colorido, propio, a diferencia del Wonderland de Burton que era más bien oscuro, Oz esta lleno de colores, matices, flores, verdes, naranjas, lugares diferentes, hasta el mismo bosque oscuro esta lleno de vida, Ciudad Esmeralda quizá es muy verde, pero muy bonito.

Por eso es que la cinta debe disfrutarse en tercera dimensión, a diferencia de otras, Oz en 3D realmente gana muchísimo, la profundidad que toma la mítica tierra es única e inigualable, recargando la belleza única de esta tierra. 

Las actuaciones están bastante bien, James Franco brilla fantástico como Oz, encarnando perfecto al típico perdedor que se sabe un simple estafador y que no ve lo mejor de si. Williams realiza una preciosa Glinda, como la Bruja única que destila magia y belleza. Mila Kunis es una perfecta Theodora que por un corazón roto renuncia a su bondad para convertirse en maldad, mientras Rachel Weisz es quiza la menos brillante aunque cumple su rol. 

También hay que felicitar el trabajo de Zach Braff como el Mono Volador Finley que se convierte en el mejor amigo de Oz, y de Joey King que es una preciosa niña de porcelana que cumple un bonito papel en la cinta. 

Pero más allá, lo realmente hermoso de Oz, El Poderoso es lo que esta detrás de una muy sólida historia. Oz habla acerca de dos cosas, la primera de como nosotros mismos nos devaluamos y la segunda de como muchas veces no se requiere la verdadera magia para tener magia. 

Es decir, Oz es un tipo que por los caminos que lo ha llevado la vida, se considera un embaucador, un farsante y un mentiroso embustero (amén de un egomaníaco con delirios de grandeza, que si lo es), el que no tenga un buen concepto de si, hace que huya de las cosas buenas que tiene en su vida, reniegue de los pocos amigos que tenga y se sienta un ser despreciable que a duras penas merece cariño. 

Lo que aprende en Oz es que si, probablemente sea varias de esas cosas, pero más allá es un tipo muy ingenioso, inteligente y creativo, que con los impulsos correctos, logra cosas increíbles, y que permite que las ilusiones que realice se vuelvan una realidad para la gente que lo empieza a admirar. 

Lo cual también lleva a una lectura ética interesante, y es que la misma Glinda consiente que Oz engañe a los ciudadanos de esta tierra haciéndoles creer que es un mago cuando en realidad es sólo un ilusionista que es inteligente y logra crear una fantasía que salve a Oz. 

Y es ahí donde viene el segundo punto, ya que Glinda termina consintiendo una mentira por un bien mayor con base en una verdad, que aunque Oz no es un mago como tal, si es un lider capaz de vencer (o al menos ahuyentar) a Theodora y Evanora con base en una verdad: que no es necesaria la magia en el sentido propio, sino que muchas veces uno tiene que trabajar con lo que tiene, y con ello puede alcanzar los objetivos. 

Esto es un mensaje muy poderoso, pues muchas veces nosotros buscamos en la vida real, hallar ese momento único y mágico que esperamos, sin darnos cuenta que probablemente bajando nuestras expectativas podremos encontrar muchas cosas que nos brinden la misma sensación y en último momento la magia. 

Esa ha sido siempre la magia verdadera de Oz, y de la mítica obra de L. Frank Baum: la magia esta en tu vida, aunque no la alcances a ver. 

O en palabras del clásico de 1939: no es necesario ir sobre el arcoíris, para que los sueños que sueñas se hagan realidad. 

Felicidades Disney. Haz traído Oz de vuelta. Queremos volver. 

Y en la próxima madeja: Review de Una Vacante Imprevista de J.K. Rowling, su primera novela para adultos.

sábado, 2 de marzo de 2013

Los Miserables

La Madeja del Gato (alguna vez soñé)
Madeja #207
Por Christopher Vergara

En anticipación al Premio Oscar (donde finalmente ganaría tres premios, mejor actriz secundaria, mejor mezcla de sonido y mejor maquillaje y vestuario), el pasado 14 de febrero se estrenó en México, Les Misérables, versión cinematográfica del popular musical de Cameron Mackintosh, basado a su vez en la novela de Víctor Hugo del mismo nombre. 

Con canciones de Claude-Michael Schonenbger (música), Alan Boubill y Jean-Marc Natel (letras en francés) y Herbet Kretzmer (adaptación al inglés), Les Mis, cuenta la historia de Jean Valjean (Hugh Jackman), un convicto que en 1815 obtiene su libertad condicional tras 19 años en prisión. Tras ser rechazado de todos lados por esa condición, obtiene una segunda oportunidad que lo lleva ocho años después a ser alcalde y dueño de una fabrica de Mountril.

Ahí conoce a Fantine (Anne Hathaway) quien trabaja arduamente por mantener a su hija Cosette (Isabelle Allen) a la que raramente vez, y que por diversas circunstancias termina trabajando como prostituta, hasta que Valjean la salva para morir poco después encargando a Cosette a su cuidado. 

Jean rescata a Cosette de las manos de los excéntricos Thenardiers (los muy divertidos Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter), a la vez que intenta escapar de las manos de Javert (Russell Crowe) quien al reconocerlo de su pasado convicto lo comienza a perseguir. 

Nueve años vuelven a pasar y Cosette (Amanda Seyfried) ya es toda una joven, quien experimenta su primer amor a manos de Marius (Eddie Reymane), quien ayudado por Eponine (Samantha Barks) busca conquistarla, mientras se debate en su compromiso ante un incierto futuro con la revolución francesa de junio de 1832. 

La tarea que tenía ante si Tom Hooper (director de El Discurso de el Rey) era poco menos que titánica, pues debía trasladar de manera pulcra uno de los musicales más queridos y exitosos de todos los tiempos, transformando su lenguaje teatral a uno cinematográfico sin perder un ápice de espectacularidad o sentimiento. 

Y en términos generales lo logra con algunos fallos menores. En la parte del diseño de producción uno no puede más que aplaudir el magnífico trabajo realizado, la recreación de la Francia revolucionaria es magistral, con una solida recreación, un precioso vestuario y un muy lindo maquillaje y peinados, logrando plasmar de manera muy adecuada las personalidades de cada personaje, y como van evolucionando y creciendo sin que se sienta forzado. 

La dirección es por demás correcta, pues aquí Hooper puede lucir muy bien su pasado como director de teatro, con un estilo de dirección sobrio, ciertamente rígido y cuadrado, pero en términos generales bastante correcto. Quizá el único defecto que usa es el exceso de close-up que en ocasiones hace que se pierdan las oportunidades de otras tomas más amplias, en especial en números que lo permiten. O también la premuera que se siente en la escena final, que llega sorpresivamente sin mucha oportunidad de procesar lo visto. 

Relativo a las actuaciones (que no el canto), estas son muy solidas y en general interactúan bien. Hugh Jackman obviamente carga el peso de la producción casi de manera completa y lo resuelve de manera competente, Russell Crowe realiza un muy solido villano, aunque es casi hasta el final donde muestra una gama de matices más rica, Anne Hathaway realiza un buen trabajo, aunque en términos generales Fantine sea siempre un personaje bastante plano relativo a sus emociones (es sufrimiento, sufrimiento y sufrimiento). 

Sacha Baron Cohen es una agradable sorpresa pues maneja el personaje cómico sin que se vea como sus típicos personajes, mientras que Helena Bonham Carter en general esta muy bien, aunque parece que ya sólo se dedica a refritear el mismo personaje de mujer loca y descarriada. Amanda Seyfried es la parte quizá más débil del filme pues nunca logra un verdadero momento donde uno forme vínculo emocional con Cosette. Caso contrario a Samantha Barks quien logra una espectacular Eponine de la cual uno se enamora al instante. Finalmente Redmayne logra un adecuado aunque nada espectacular Marius que cumple su rol. 

A nivel de canto el asunto esta bastante irregular. Hugh Jackman sin duda es quien interpreta con mayor emotividad y actúa mejor los temas, aunque no posee la mejor calidad vocal que sin duda es de Redmayne quien tiene una voz preciosa, varonil y muy atractiva. Por otro lado, Russell Crowe es quien peor canta, aunque es bueno actuando sus temas, su voz nunca termina por cuajar del todo. 

Respecto de las mujeres, una vez más Samantha Barks brilla con la muy emotiva y perfecta On My Own, que toma vida una vez más de forma magistral. Anne Hathaway lo hace bastante bien, pero le toco una de las canciones más interpretadas de la existencia y que ha sido hecha de muchas y mejores maneras, el I Dreamed a Dream de Hathaway es bonito, pero ha habido mejores. Finalmente Amanda Seyfried una vez más tiene la peor suerte y es que sus calidades vocales aunque son apreciables, son muy menores para un musical de este tipo. 

Aquí cabe hacer sin duda la mención de que todas las versiones fueron grabadas en vivo, por lo que cabe reconocer que sus calidades vocales no fuero intervenidas o manipuladas por la tecnología (o al menos no mucho). 

Es por ello pues que Los Miserables es una solida y bonita versión de uno de los musicales más conocidos de la historia, a quien le hace justicia y entrega 2 horas con 40 minutos de solido y muy entretenido trabajo. 

Y en la próxima madeja: Review de Oz, El Poderoso.