martes, 29 de diciembre de 2015

El Rey León, el musical

La Madeja del Gato (en el ciclo vital)
Madeja #318
Por Christopher Vergara

¿Cómo reseñar un musical con dieciocho años de absoluto éxito basado en una cinta universalmente aclamada desde hace veinte años cuya versión en México triunfa desde hace siete meses en la cartelera del Teatro Telcel?, ¿cómo reseñar algo de lo que se ha dicho todo lo posible? Sólo se me ocurre una reseña vivencial, que narre mis impresiones tras disfrutar el genial musical que se presenta actualmente en el lujoso aunque algo lejano para los del sur Teatro Telcel. 

La tarea que tenía Julie Taymor, directora elegida en 1997 para llevar El Rey León (por aquel tiempo la cinta animada más exitosa, taquillera y amada de todos los tiempos) era bastante compleja. Trasladar una cinta que contaba con un guión extraordinario y poderoso que hablaba sobre madurez, amor, traición, redención, responsabilidad, y hasta equilibrio ambiental pero que era narrada bellamente por animales de la sábana. 

Taymor (quien además ha dirigido todas las versiones del musical hasta la fecha, incluyendo esta que se presenta en México) tomó un camino que fue explorado por la cinta a través de la banda sonora compuesta por Lebo M. y Hans Zimmer: acudir a las raíces culturales africanas que son las tierras donde la historia toma lugar así como retomar una de las técnicas más antiguas y en ocasiones olvidadas del teatro: los títeres y marionetas. 

El resultado es realmente espectacular. Lo primero que salta a la vista cuando uno mira El Rey León es lo fastuoso de su producción, no tanto por los derroches técnicos (que existen aunque quizá son menos visibles como espectador) sino por la forma en que Taymor (directora, diseñadora de vestuario, máscaras y esculturas animadas) junto con su equipo de producción (Richard Hudson en la escenografía, Donald Holder en la iluminación, Michael Ward en el diseño de pelucas y maquillaje y Garth Fagan en la coreografía) trasladaron al escenario los elementos que componen la esencia de la cinta. 

La forma en que Hudson diseñó la escenografía es realmente un gozo visual pues abstrajó a sus formas mínimas los elementos escenográficos. La Piedra del Rey, el Arbol de la Vida, el cañón de la estampida o la selva de Timón y Pumba son realmente preciosas. El momento epifánico de Simba cuando vuelve a conversar con su padre es visualmente hermoso y conmovedor, por la forma en que la cara de Mufasa se forma en el cielo estrellado.

El vestuario y las mascaras son realmente alucinantes. La forma en que humanizó a los leones, permitiendo que la actuación facial de los actores fuera igual de relevante que las mascaras es brillante. En especial las mascaras de Scar y Mufasa están muy bien logradas. Mucha mayor proeza representan el diseño de las hienas (que además es perversas representan un gran esfuerzo físico), de Zazu y Timón (con una marioneta que requiere de gran maestría y práctica y que está tan bien llevada a cabo que por momentos ignoras al actor en favor de la marioneta), del mismo Pumba que se vuelve una suerte de traje o botarga que fusiona al actor con el personaje. 

El libreto de Roger Allers e Irene Mecchi (basado en el guión de la cinta de la misma Mecchi, Jonathan Roberts y Linda Woolverton) es bastante fiel a la película y realmente no aporta mayores elementos a la historia, salvo algunas breves historias sobre el pasado de Mufasa o la ambición sexual de Scar hacia Nala. No era esperable otra cosa pues la intención de llevar esta cinta al teatro pasa necesariamente por respetar la obra original.

La adaptación del libreto, a cargo de Erick Merino y Susana Moscatel es bastante bien lograda. El guión retoma muchos elementos y hasta frases de la cinta mientras que en otros momentos tropicaliza las acciones y momentos. Algunos están bien logrados (como cuando Zazú canta Paloma Negra o Libre Soy), mientras que otros (como el 'anacamiento' o 'ñerización' de las hienas y de Timón y Pumba) me parecen algo fuera de lugar o innecesarios, aunque como se puede comprobar, la reacción del público a tales adaptaciones es bien recibida y aplaudida. 

Las canciones, es donde quizá más le pondría peros a la obra. Adaptadas por Armando Manzanero y Aleks Syntek, junto con intervención adicional de Merino y Moscatel además de letras suplementarias de Carlos Rivera, obviamente no son las canciones que llevamos cantando desde hace veinte años. Desconozco porque Disney decidió no usar las adaptaciones de la cinta realizadas por Omar Canals, Renato López, Elena Oria y Walterio Pesqueira aunque seguramente se volverá a arguir que es una cuestión de derechos (en Mary Poppins no se utilizaron porque los derechos supuestamente pertenecían a Edmundo Santos y herederos, pero en este caso fue en la época donde Disney ya conservaba los derechos como con La Bella y la Bestia, cuya puesta en escena utilizó las mismas letras). 

La adaptación no es mala, pero es realmente difícil competir con canciones que llevas veinte años conociendo y cantando y que realmente estuvieron bien hechas. De los cinco temas originales de la cinta, Manzanero y Syntek sólo se aparten en Can You Feel The Love Tonight, adaptado en ¿Puedes sentir el amor?. Tanto Be Prepared (¡Listos Ya!) como I Just Can't Wait To Be King (Yo quisiera ya ser el rey) y Hakuna Matata siguen mucho el esquema y formas de la adaptación de la cinta, mientras que The Circle Of Life (El Ciclo Vital) sigue la forma en que fue adaptada para el musical de España. Como dije en general son buenas versiones aunque se extrañan las originales. El trabajo con las canciones originales del musical es también muy bueno, en especial las adaptaciones de Chow Down (Tragar) y He Lives In You (El Vive en Ti). 

El elenco es su mayoría es perfecto. Carlos Rivera realmente nació para ser Simba. La energía, entrega, chispa que le pone al personaje es vibrante y aunque tardas en formar conexión emocional con su personaje (porque como adulto aparece hasta el segundo acto) cuando canta Noche sin fin te conquista. Flavio Medina es delirante como el malévolo Scar.  Medina no posee la perversa voz que Carlos Petrel le imprimió al personaje en la cinta pero su desarrolló en escena plasma la ambición, maldad, vanidad, arrojo y en ultima instancia locura y cobardía del personaje además claro de que sus talentos vocales son muy afortunados. 

Fela Domínguez (de quien declaro no tenía la más remota noción hasta el pasado sábado) realmente conquista con la potente y prodigiosa voz que tiene además de la presencia tan elegante y fuerte que imprime a Nala. Tierra Gris, el número musical donde Nala abandona las Tierras del Reino con la bendición de sus demás compañeras leonas es magnífico. Su química además con Carlos es preciosa, plasmada bellamente en ¿Puedes sentir el amor?. 

Las versiones infantiles de Simba y Nala (Andre Real y Paulina Sandoval) en mi función estuvieron MUY geniales. Ambos (en especial Andre, quien tiene muchísimo más tiempo en escena) reflejan la inocencia, diversión, aventura y emoción de ambos personajes. 

Es notable el trabajo que realizan Ricardo Zárraga como Zazú y Alfonso Borbolla como Timón, ambos personajes requieren demasiada técnica y trabajo ya que sus respectivas marionetas demandan igual atención y trabajo que su expresión física y vocal (tienen que tener un ojo al gato y otro al títere pues). Además ambos se entregan con pasión y plasman tanto la sapiencia y pose de Zazú como la desfachatez e ignorancia de Timón. 

Sergio Carranza también tiene una tarea difícil con Pumba, al actuar con una botarga encima que practicamente le resta toda movilidad y además pierde su cara en la gran cara del personaje. Carranza realiza un trabajo vocal tremendo y aunque su personaje es el más añerado, conserva la calidez y corazón que caracterizan al querido jabalí. 

Las hienas también merecen un elogio, su vestuario es igualmente complicado pues requiere estar agachado todo el tiempo (las patas delanteras de las hienas son una suerte de bastones). En ese sentido, Tai Martins como Shenzi y César Enríquez como Banzai hacen una pareja deliciosa, donde sus intercambios cómicos (incluyendo el clásico Mufasa, uhuh, Mufasa, uhuh) es fenomenal. El buen Ignacio Riva Palacio tiene el reto más complejo pues interpreta a Ed, la hiena tonta que no habla y sólo emite sonidos guturales de risa. Lo hace maravillosamente dando a la hiena tonta toda la locura destornillada que el personaje requiere. Debe ser un gusto verlo como Timón o Zazú, personajes de los cuales es cover. 

Jorge Lau es quien no me convence del todo como Mufasa. No porque sea un mal actor (el estuvo fantástico como Fiyero en Wicked) sino porque el personaje requiere más. Hablamos de que James Earl Jones y Carlos Magaña imprimieron sendas voces a el personaje e incluso en otras versiones se busca una voz grave y profunda. Lau me provoca sentimientos ambivalentes ya que si bien me queda a deber en escenas donde se requiere mostrar su fiereza y fuerza como su batalla con Scar o cuando habla con Simba desde el más allá, también es cierto que es profundamente conmovedor y tierno en sus escenas con Simba, en especial cuando le explica el concepto del ciclo de la vida y de como los grandes reyes del pasado nos cuidan y vigilan desde el cielo. 

Obviamente uno no puede dejar de elogiar el magnífico y brillante ensamble masculino y femenino con que cuenta la obra. Las proezas coreográficas y hasta escénicas que logran los actores es delirante. Sea representando una cebra, un puma, un pastizal, un árbol, una hiena, o una leona realmente se entregan y hacen funcionar la obra en todo momento.  

Llamar a una obra 'El Icono de Broadway' puede parecer excesivo, pero cuando uno vive la experiencia de dos horas y media que significa El Rey León uno no puede más que validar ese dicho. Es una experiencia visual, auditiva y emocional de primer nivel que cuenta con una puesta en escena imaginativa y espectacular, muy correctamente llevada al español con un elenco de primer orden que nos recuerda porque estamos ante una de las historias más emocionantes, conmovedoras e inteligentes que la casa Disney ha tenido a lo largo de su historia. 

Larga vida a El Rey León

Y en la próxima madeja: Reseña de La Familia de Diez en teatro.

martes, 22 de diciembre de 2015

Star Wars: El Despertar de la Fuerza

La Madeja del Gato (con la fuerza)
Madeja #317
Por Christopher Vergara

En octubre de 2012, Disney dentro de su estrategia de invertir en marcas y propiedades de gran calado y potencial económico, desembolsó la friolera de 4 mil millones de dólares por Lucasfilm Ltd., la compañía fundada en la década de los setenta por George Lucas y que además de estudios líderes en la materia como Industrial Light & Magic y Skywalker Sound, tenía en sus librería los derechos de dos joyitas que seguramente valen más que todos los fierros y terrenos juntos: los derechos de Indiana Jones y de Star Wars, dos de la franquicias más valiosas y legendarias de la industria cinematográfica. 

Disney inmediatamente realizó la acción más sensata cuando tienes una propiedad que vale tantos millones de dólares como Star Wars: la pones a producir más. Para ello, nombró a Kathleen Kennedy, socia de muchos años de Steven Spielberg como Presidente de Lucasfilm y le encomendó la realización de una nueva trilogía que continuará el legado de los seis episodios anteriores así como el explorar la posibilidad de cintas ajenas a la narrativa principal.

Kennedy, con la bendición de Lucas, eligió a J. J. Abrams como director de la nueva cinta. Elección realizada en base al buen trabajo que realizó renovando la franquicia de Star Trek así como su cinta independiente Super 8. Para el guión contrataron a Michael Arndt, celebre guionista de Little Miss Sunshine y Toy Story 3, aunque posteriormente el mismo Abrams junto con el mítico Lawrence Kasdan, guionista de los episodios V y VI trabajaron y reescribieron el tratamiento de Arndt. Más aún, lograron lo que hasta hace unos años parecía imposible, convencieron a Mark Hamill, Harrison Ford y Carrie Fisher de retomar sus míticos roles como Luke Skywalker, Han Solo y Leia Organa.

Es así que llegamos a Star Wars: El Despertar de la Fuerza, séptimo episodio en la épica saga intergaláctica que se sitúa aproximadamente treinta años tras la caída del Emperador Palpatine y Darth Vader. Son tiempos de conflicto en la galaxia pues una agrupación llamada Primera Orden, a cargo del malvado Kylo Ren, busca restaurar el orden dictatorial que existió durante el Imperio Galáctico. Además, Luke Skywalker se encuentra desaparecido, y la Resistencia (heredera de la Rebelión) a cargo de la General Organa busca cualquier manera de encontrarlo para que regrese a combatir la Primera Orden.

Star Wars: El Despertar de la Fuerza tenía un reto inmenso. Por un lado complacer a uno de los fandoms más exigentes y obsesivos de la industria del entretenimiento, además de que debía interesar a las audiencias masivas que probablemente se sentirían reacias tras el irregular resultado de la anterior trilogía y finalmente debía captar la atención de toda una nueva generación de fanáticos que son muy jóvenes para recordar el trancazo que fueron la trilogía original o la trilogía precuela. Por ello, El Despertar de la Fuerza se vuelve una cinta sumamente inteligente pues de manera magistral evoca aquello que hace a Star Wars una de las franquicias más queridas de todos los tiempos a la vez que establece las bases y lineas argumentales para la trilogía que esta comenzando y actualiza el mito para una nueva generación de espectadores.

La salida más fácil para criticar a la cinta es señalar que su argumento es un  fusil de Una Nueva Esperanza y que sus aportaciones a la narrativa de Star Wars son mínimas. Es una crítica facil aunque tiene cierto sustento (el argumento tiene muchas semejanzas con el episodio IV) aunque es claro que esto es completamente intencional. Lograr una cinta que los fans de hueso colorado amen y que a la vez conquiste a quien nunca ha viso una sola cinta es una labor muy compleja de lograr. Por eso la vuelta al origen es necesaria. No porque se intente aferrar al pasado y volverse un remix de viejos éxitos sino porque es necesario recordar eso para partir hacía nuevos horizontes, de ahí que el estilo e ímpetu propio de Abrams resultan totalmente notables. La cinta brilla más por sus propios elementos que por los ecos del pasado que pueda traer.

Además, a partir de esta cinta, Star Wars deja de ser el barco de una persona (George Lucas) para volverse el barco que muchas personas podrán capitanear, al que le podrán imprimir sus propias ideas, estilos y gustos. Aunque suena contradictorio esto con lo anterior es parte de una misma estrategia: recordarle a la audiencia porque Star Wars es fenomenal y enamorar a las nuevas audiencias. El Despertar de la Fuerza es el punto de partida hacía un universo que no tendrá más límites que los que la audiencia le quiera poner.

La historia de El Despertar de la Fuerza es genuinamente divertida, interesante y emocionante. El viaje que inician nuestros protagonistas (porque es indispensable verlo como parte de una sola narrativa) es magnífico. Conocemos a los personajes en su estado más salvaje, donde sus fortalezas y debilidades se muestran con mayor fuerza y donde su inmadurez es su rasgo más agraciado. Las cosas que les pasan en muchos casos son meros accidentes o casualidades, pero es lo que eventualmente los impulsará a ser héroes.

En ese sentido, la elección del nuevo elenco joven es muy afortunada. La novata Daisy Ridley, que encarna a Rey, una chatarrera que por azares del destino encuentra su camino ligado a la Fuerza y su gran dominio sobre ella es un gran personaje. Star Wars nunca ha sido una saga de personajes femeninos débiles (la Princesa Leia, aun con peinado de donas de por medio es un rol positivo en todo sentido), Rey es la continuación de linea, de forma mucho más clara: una mujer fuerte, independiente, inteligente y hábil.

John Boyega es Finn, un Stormtrooper que fracasa en su tarea como soldado de la Primera Orden y decide desertar y sumarse a la Rebelión. El personaje es un elemento relativamente novedoso en la franquicia pues es el primer traidor o desertor a la causa fascista de la Primera Orden. Aunque temeroso es un personaje que tiene gran potencial, incluyendo ese afortunado potencial romance con Daisy (estaríamos hablando de una relación interracial, algo que todavía genera ruido en muchos sectores sociales).

Oscar Isaac es el genial Poe Dameron, un alucinante y genial piloto de elite que es enviado por la General Organa para poder encontrar a Luke y además es el dueño de BB-8, el droide más genial desde que apareció R2-D2. Mientras que este último es genial y cool, BB-8 es tierno y bonito. Te dan ganas de tener uno y adaptarlo como mascota. Finalmente Adam Driver interpreta a Kylo Ren, el nuevo villano de la trilogía, un personaje que está bien logrado en el sentido de que al inicio te cuesta creer su poder y maldad hasta que la misma cinta te muestra su viaje y consolidación al lado oscuro, destacando la enorme capacidad actoral de Driver. 

Reencontrarnos por otra parte con nuestros viejos amigos es la parte más dulce del viaje. Son personajes (para quienes hemos visto las cintas) que amamos con ciega fe y que volverlos a ver, treinta años después es tremendamente glorioso. Volver a ver a Han Solo y a Chewbacca es delirante, como un sueño hecho realidad. Reencontrarmos con la General Organa es alucinante (y una vez más reafirma la valía del personaje, al ser el personaje de mayor poder formal dentro de la cinta), tener a C3PO y a R2-D2 siempre es una delicia y ver a Luke... te hace anhelar que llegue la siguiente cinta. 

Es también necesario precisar lo bien que dirige Abrams a sus actores. Lograr volver a entonar a Fisher y Ford dentro del tono y esencia de sus personajes es realmente extraordinario. No sólo crees que son las mismas personas de hace tantos años, sino que además han vivido situaciones y eventos que los tienen donde están. Por su parte, su labor con los nuevos personajes (que también incluyen brillantes personajes creados en motion capture de Andy Serkis y Lupita N'yongo) como ya he señalado ampliamente es buena. Finalmente (y aquí es donde criticare el gran pecado de George Lucas) es lo bien escritos que están los dialogos de la cinta. Aún en sus momentos cursi son realmente buenos.

Dentro del aspecto técnico hay que destacar lo natural y orgánica que es el montaje y escenarios de la cinta. A diferencia de Lucas que se obsesionó con los escenarios digitales y efectos visuales, Abrams recurre en mayor medida a escenarios naturales y efectos visuales tradicionales antes que imagenes generadas por computadora, lo cual le da un aspecto visual magnífico a la cinta. Muy realista y con una estética que recuerda a la trilogía original y vuelve creíble los paisajes de la árida Jakku o el vegetal Takodana. Los efectos visuales son un aspecto impecable. Simplemente volver a ver el Halcón Milenario es magnífico. 

¿Es buena El Despertar de la Fuerza? Es grandiosa. ¿Supera la trilogía original? Quizá no, pero es una digna sucesora de esos mitos cinematográficos que sólo se dan esporádicamente. Podríamos tener una secuela de El Mago de Oz que tuviera todos los grandes elementos de hoy en día y así sería imposible que superará el clásico de 1939. 

Ahora si, SPOILERS. Así que si no la han visto, aquí pueden terminar de leer. 

Obviamente el punto más interesante a tratar aquí es Kylo Ren, sus conexiones familiares y su viaje hacía el Lado Oscuro. Kylo Ren tiene que atravesar forzosamente por un viaje distinto al de Anakin o Luke. No estamos hablando de un niño que durante su infancia fue esclavo y vio morir a su madre a manos de una banda de mercenarios. Ni de un granjero que vivia en Salsipuedes Tatooine. Estamos hablando de alguien que seguramente tuvo todo el linaje, medios y recursos para ser una persona de bien. Hablamos del hijo de Leia Organa y de Han Solo, dos héroes en toda la extensión de la palabra. Será muy interesante conocer los motivos de Ben Solo para volverse al lado Oscuro al servicio del Supremo Lider Snoke. ¿Por qué? Porque de no haber buenos motivos estaremos ante el berrinche en su máxima expresión. Anakin era un gran berrinchudo, neurótico y obsesivo aunque con bastantes motivos para ser seducido por la fuerza. ¿Cuáles son los motivos de Kylo Ren? Será interesante conocerlo. 

Sin duda el momento más dramático de la cinta es la muerte de Han Solo. No sólo por la forma en que se realiza (pues por un momento crees que Kylo Ren ha regresado al lado de la luz) sino por la trascendencia que implica. La brutal traición y asesinato que comete Kylo Ren contra su padre es el paso definitivo hacía el Lado Oscuro. El momento en que el tren hacia 'Villa Jedi' definitivamente parte sin retorno y tu no estás en el. La conversión de Anakin a Darth Vader fue mucho menos violenta y menos simbólica (si, se escabechó hasta niños) pero lo hizo engañado, realmente no fue culpable directo de la muerte de Padme y nunca pudo vencer a Obi Wan (ni siquiera en el episodio IV), que es su figura paterna. 

Rey e incluso Finn plantean más incógnitas. No sólo por los orígenes de ambos personajes sino por su relación con la fuerza. Rey tiene una poderosa relación con la fuerza (es ella quien provoca el despertar de la fuerza) pero su misma inmadurez la coloca ante la gran tentación de caer presa del Lado Oscuro. Su pelea con Kylo Ren es impulsada en gran medida por el coraje y enojo que le provocó el asesinato de Han Solo. La manera en que lidie con esas emociones es la que definirá su relación con la fuerza. Finn por su parte no alcanza a mostrar aún si tiene madera de Jedi o será un gran piloto de la Resistencia. 

Finalmente, la aparición de Luke es hiper genial. Y te deja esperando el siguiente episodio porque esa mini escena de apenas unos segundos sólo promete grandes cosas (y esperemos que alguna respuestas) rumbo al siguiente episodio. 

Ay, Star Wars, como te extrañé. Eres tan genial.

Y en la próxima madeja: Review de El Rey León, el musical.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Eres Bueno, Charlie Brown

La Madeja del Gato (teatrera)
Madeja #316
Por Christopher Vergara

Desde su aparición a mediados de los cincuenta en todos los diarios de los Estados Unidos en la tira cómica Peanuts, creación de Charles M. Schulz, Charlie Brown y su pandilla se convirtieron en algunos de los personajes más populares de la cultura popular estadounidense. 

A principios de la década de los sesenta, el compositor y músico Clark Gesner, obtuvo permiso de Schulz y la United Features Syndicate para grabar algunas canciones inspiradas en la tira cómica de Peanuts, lo cual fue el paso previo para el desarrollo del álbum en un musical completo, estrenado en 1967 en Off-Broadway bajo el título You're a Good Man, Charlie Brown. Dicha obra fue repuesta en 1971 y en 1999 en Broadway. Esta última versión es en la que se basa la puesta en escena que actualmente se presenta en el Teatro Milán. 

Charlie Brown y Snoopy es de esas propiedades que denomino como 'apapachos al corazón' en razón de que son propiedades que además de presentar un mayor o menor sentido de nostalgia al público (en razón del tiempo de existir que tienen) son propiedades que encierran una inocencia e inteligencia extraordinaria. Peanuts no se caracteriza sólo por ser una tira cómica de humor blanco y personajes extraordinarios, encierra una inteligencia, fineza y sabiduría en muchas de sus tiras, que terminan siendo más allá de mero entretenimiento de periódico para presentar sendas reflexiones sociológicas, filosóficas y psicológicas. Son propiedades de primer nivel en todo sentido, que merecen siempre ser cuidadas y preservadas, ya que siempre que nos encontramos con ellas nos provocan emociones positivas y poderosas. 

La idea de trasladar una tira cómica con personajes caricaturizados a un medio tan necesariamente realista (o cuando menos humano) como el teatro, puede sonar bastante descabellada. Y es una idea que definitivamente uno no compra hasta que la puesta en escena lo enamora y conquista a uno. La gran virtud de Eres Bueno, Charlie Brown, reside en la gran maestría que Clark Gesner y su equipo de actores y técnicos lograron imprimir al libreto (que resultó en una obra colectiva, aunque Gesner ostente el crédito estos días) que logro trasladar la fineza e inteligencia de la tira cómica al teatro, acompañada de las desternillantes y delirantes canciones que Gesner compuso. 

Eres Bueno, Charlie Brown, es un musical de comedia que mediante una serie de viñetas o pequeñas escenas nos presenta a Charlie Brown, Snoopy, Schroeder, Linus, Lucy y Sally, así como los gustos, miedos, pasiones, y razones que los impulsan a vivir. No se trata en ningún momento de una obra que narre una historia lineal, sino un musical compuesto por pequeñas escenas que nos van presentando y enamorando de estos personajes. El libreto y canciones de Clark Gesner, hábilmente adaptados por Pepe Valdés, productor de la obra, es tal y como lo mencione, un apapacho al corazón.

Un gran libreto no es nada, sin una buena dirección y un buen elenco. Eres Bueno, Charlie Brown supera por mucho la categoría de bueno pues esta brillantemente dirigida y actuada. La dirección a cargo de Anahí Allué (si, nuestra querida señorita Morrida también dirige) es divertida y fresca, ya que utilizando los escasos recursos escénicos de la obra, logra imprimir credibilidad no sólo a los escenarios mostrados, sino a la forma en que los actores se desenvuelven en ellos y la forma en que hicieron suyos a los personajes. Lograr que personas de entre 25 y 35 años interpreten a niños de cinco años (y a un perro) con total naturalidad y sencillez es una tarea sumamente compleja, que Anahí Allué, junto con Jacobo Toledo en la coreografía logran con amplitud. 

Debo confesa que la razón principal por la que acudí a ver este musical reside esencialmente en que Jerry Velázquez interpreta a Charlie Brown. Jerry (Gerardo) Velázquez es parte de esa camada de actores y cantantes emanada de High School Musical: La Selección (el reality show de Azteca y Disney emitido hace la friolera de ocho años). Aunque yo me volví fan de su trabajo y de él, desde que interpretó a DJ en el sitcom de Disney Channel, Cuando Toca la Campana. Lo he seguido desde entonces, pues me parece un actor y cantante que tiene no sólo un inmenso potencial, sino que es desde siempre sumamente talentoso y carismático. 

Y no decepciona, aunque tiene en sus manos el personaje del que es más difícil enamorarse y sentir empatía. Charlie Brown es un niño inseguro, tímido, algo gris y algo soso y como personaje no tiene tantos rasgos que lo definan y hagan irresistible, salvo su inherente bondad y gentileza como persona (lo cual es una metáfora muy elegante sobre como la sociedad infravalora cualidades que tendrían que ser esenciales en una persona como esas). Charlie Brown es el tipo más común que existe y por eso nos termina conquistando. Porque cualquiera de nosotros puede ser Charlie Brown. Todos hemos sido inseguros, nos hemos sentido rechazados, olvidados o inútiles. 

Y Jerry lo hace tan bonito, que lo crees y te enamoras de su Charlie Brown. Creo que la empatía con Charlie Brown es cuando te sientes identificado con el, lo cual varía de persona a persona (o puede que nunca se presente). Mi momento de empatía es San Valentín, cuando Charlie se lamenta que todos, hasta Snoopy, recibieron un regalito, menos el. Es una escena muy tierna y Jerry la lleva de forma esplendida, al igual que otros grandes momentos como su sesión de terapia con Lucy, o su inseguridad por hablarle a la niña pelirroja, su fracaso en el beisbol o su imposibilidad de volar una cometa. Charlie Brown es de esos escasos papeles que Gerardo Velázquez encontrará en su vida como actor que parece fueron escritos pensando en el pues resalta todas sus cualidades como actor y cantante, logrando que destaque y domine el escenario. 

El resto del elenco es de primera pieza. Andrés Elvira (el elegante y maltratado Valentín en Mary Poppins) es el neurótico y algo parco pero artístico Schroeder (si, el que toca el piano). Andrés lo interpreta de una manera tierna y deliciosa y su obsesión con Beethoven (que desemboca en el brillante número del Día de Beethoven) junto con grandes momentos como el ensayo del coro lo vuelven un personaje alucinante. Hiromi Hayakawa (voz de Mérida de Valiente y actriz en Mentiras y Bule, Bule, el show) es la egocéntrica y obstinada Lucy. El tono agudo que le imprime en la voz Hiromi es perfecto para el personaje: su amor enfermizo y no correspondido por Schroeder, su sesión de terapia con Charlie Brown, su aspiración a ser reina y su delirante encuesta son de sus mejores momentos. 

Rogelio Suárez (a quien todos amamos como Chakas en Hoy No Me Puedo Levantar) es único y vibrante como Linus, el obsesivo pero tremendamente inteligente niño que vive enamorado y obsesionado con su mantita. Linus es el personaje más tierno de la obra y genera risas en todo momento incluyendo su brillante número donde baila en pareja con su mantita. Alicia Paola (Nana Katy de Mary Poppins) tiene en sus manos a Sally Brown, la sarcástica y algo cruel hermana menor de Charlie Brown. Un personaje que tiene escenas verdaderamente delirantes como la cacería de los conejos o cuando Sally reclama una mala calificación en su clase de arte. Brillantes. 

Finalmente y no menos importante, Sebastian Treviño que interpreta a Snoopy, el personaje quizá más difícil del texto (en razón de que interpreta al único personaje no humano de la obra) pero que sin embargo lo lleva de forma delirante. Snoopy en muchas escenas sólo es un apoyo escénico para los otros personajes pero las escenas que tiene a su cargo son de las mejores del musical. Desde Snoopy reflexionando sobre como cada día es un  perro, hasta el magnífico número final donde Snoopy hace un show al llegar la hora de cenar, sin olvidar ese genial número donde Snoopy realiza uno de sus pasatiempos favoritos, subirse a su casa y simular que tripula un avión en plena guerra mundial. 

Todos los números musicales se encuentran bellamente coreografiados por Jacobo Toledo (coreógrafo residente en muchas obras de Ocesa incluyendo Wicked y Mary Poppins) y se encuentran magistralmente interpretado en vivo por Eduardo Soto, quien además es director musical de la obra y es acompañado de Irving Lima en la batería y Víctor Rincón en el bajo. 

Eres Bueno, Charlie Brown es de esos virtuosos musicales que sin la necesidad de grandes despliegues técnicos o escenográficos nos alegran, emocionan y conmueven conjuntando un excelente libreto, muy bien adaptado y que puesto en escena cuenta con una extraordinaria dirección y un elenco de primer nivel, lleno de jóvenes no sólo promesas, sino realidades del teatro musical. Eres Bueno, Charlie Brown, preserva el legado de la tira cómica de Charles M. Schulz, al brindar alegría con inteligencia, recordando a la audiencia que la infancia no suele ser tan distinta del resto de la vida. 

Alegría es aquello que haces con amor, y el corazón

Y en la próxima madeja: Review de Star Wars: El Despertar de la Fuerza

lunes, 7 de diciembre de 2015

Un Gran Dinosaurio

La Madeja del Gato (prehistórica)
Madeja #315
Por Christopher Vergara

Un Gran Dinosaurio, la más reciente producción de Pixar me recordaba mucho a Valiente y quizá por ello no me generaba mucho entusiasmo rumbo a su estreno. Valiente me sigue pareciendo una cinta bastante genérica que se pierde en sus intenciones, termina apenas salvando su argumento y realmente no es uno memorable. Temía lo mismo respecto a Un Gran Dinosaurio (The Good Dinosaur), una película que estaba programada a estrenarse en verano de 2014 y que por problemas de historia terminó siendo aplazada durante año y medio. 

Esos problemas en la historia, según lo que se sabe, básicamente incluyeron rehacer la totalidad de la cinta preservando muy pocos elementos de la idea original a cargo de Bob Peterson, quien fue removido de la dirección de la cinta a finales de 2013. Peter Sohn, el nuevo director de la cinta, junto con la guionista Meg LaFauve lograron rehacer Un Gran Dinosaurio en una cinta que aunque modesta es bastante emotiva e inteligente en sus planteamientos. 

Un Gran Dinosaurio se sitúa en una linea alterna de tiempo donde el meteorito que extinguió a los dinosaurios no chocó contra la Tierra, sino que se siguió de largo lo cual llevó a que los dinosaurios de alguna forma evolucionaran y pudiéramos tener Apatosauros granjeros. Es así que conocemos a Arlo, un Apatousauro que desde pequeño es un dinosaurio débil y temeroso que no es realmente útil para sus tareas en la granja y que vive dominado por sus miedos; a diferencia de sus hermanos Libby y Buck y pese al apoyo y amor incansable de sus padres, Henry e Ida. Sin embargo, cuando la tragedia cimbra la vida de Arlo y se ve perdido y lejos de casa, deberá vencer sus miedos y formar un lazo único con un ser humano llamado Spot, en el que ambos deberán encontrar el camino a casa.

Un Gran Dinosaurio es una cinta que aunque no puede ocultar sus problemas de producción, los logra superar con gran soltura y ofrecer un relato interesante y bonito. La cinta tiene una estructura bastante episódica (pues el viaje de Arlo termina siendo una serie de viñetas, relativamente inconexas que sin embargo son divertidas, conmovedoras o emocionantes) y solamente el principio y el final tienen una suerte de unidad dramática más intensa. Ello sin embargo favorece a la cinta que se siente bastante fluida y cálida. 

Por otro lado también tenemos que hablar de que es una producción bastante más modesta para el estudio. Empezando por el relativo bajo número de protagonistas (Arlo y Spot, acompañado de diez personajes secundarios a lo mucho, agrupados curiosamente en conjuntos de tres) y con un diseño de personajes que aunque bonito tampoco es impresionante (en general los dinosaurios tienen un aspecto bastante caricaturesco con diseños más cúbicos). El aspecto más espectacular de la cinta (y que sin duda lo hace resaltar) es la absoluta belleza de los paisajes recreados. Toda la cinta es muy verde y viva en sus escenarios lo cuales son una proeza técnica y un deleite visual. 

Es además una cinta que se siente bastante íntima, ya que en realidad son escenarios muy solitarios y pequeños. En un inicio son Arlo y su familia y son sólo cinco personajes. Y la cinta nunca aumenta ese número de personajes. Por momentos, la cinta gira alrededor de Arlo y Spot compartiendo escena, lo cual es bastante íntimo con la audiencia y por momentos recuerda a WALL-E en su primera acto. Es un movimiento arriesgado pero bastante afortunado, pues logra crear una conexión con la audiencia muy fuerte. 

Un Gran Dinosaurio es ante todo una cinta que nos habla sobre el miedo y la forma en que un ser vivo, una persona, aprende a vivir con el. Arlo es ese pequeño niño miedoso que todos hemos sido, ese pequeño niño que casi siempre se percibe asimismo como débil, como indigno, como insuficiente, como dispensable. Ese niño que aunque lo intenta no logra vencer sus miedos y no logra salir avante. 

Hasta que la vida lo toma del cuello y lo estampa frente a situaciones que lo ponen al límite de sus miedos y lo llevan, no a vencerlos, sino a dominarlos. Como Butch, un tiranosaurio se lo hace saber: todos tenemos miedo, y jamás dejamos de tenerlo. Aprendemos a vivir con y lo usamos en nuestro favor, lo usamos para que nos de fuerza y nos deje vencer las adversidades que tenemos en nuestro camino. Un Gran Dinosaurio es ante todo la historia de un niño que logra dominar sus miedos, convertirlo en su fortaleza y finalmente convertirse en un gran dinosaurio, un dinosaurio tan bueno como su padre al que veía inalcanzable. 

El viaje de Arlo no sería posible de no tener un catalizador emocional que lo haga madurar. Ese catalizador es Spot, el pequeño niño humano que termina adoptando como su mascota y acompañante (en ese sentido me parece una brillante idea que se muestre a los humanos primitivos como lobos o perros, que viven en manadas) y con quien forma un lazo muy especial. Si, Arlo y Spot viven muchas aventuras geniales a lo largo de su viaje, pero son los momentos que comparten juntos los que le dan resonancia emocional a la historia. El momento en que Arlo le explica a Spot el concepto de familia y este le responde es francamente conmovedor. En contraparte, el momento en que comen las fresas contaminadas es desternillante. 

Quizá sólo fui yo, pero la cinta me parece tiene bastantes semejanzas con El Rey León. (Aquí viene un spoiler, saltar este párrafo y el siguiente si no quieren que les arruine o queme trama). Probablemente debido a que es un viaje de maduración y crecimiento, donde un ser pasa de niño a hombre, pero la escena de la muerte del Padre de Arlo así como su posterior reencuentro, me recordaron demasiado a la aventura de Simba, sin que sea necesariamente malo pero creo que el público tuvo la misma resonancia. 

No puedo dejar de resaltar la brillante escena del reencuentro de Arlo con su padre. Quizá pueda ser interpretada como un simple sueño, pero para mi fue mucho más. En mi interpretación (que no se si fue compartida) Arlo estaba a punto de morir y su padre vino a acompañarlo en esa travesía al Más Allá. Y es hasta que Arlo recuerda que tiene que salvar a su amigo, que decide regresar e ignorar el calor de su padre. Decide vivir y así volverse un gran dinosaurio. Es una escena muy poderosa, muy inteligente y que puede ser leída de varias formas. Yo me quedo con esta y a mi parecer lo hace una gran cinta.

No se puede dejar de mencionar el brillante doblaje a cargo de Mario Castañeda. La cinta en especial está genialmente lograda por el muy joven Emiliano Ugarte que como Arlo es tierno, divertido, miedoso y simpático pero valiente cuando se requiere. Oscar Bonfiglio como Henry es amoroso y fuerte como debe ser el personaje. Sebastián Llapur como el imponente Butch, Abraham Vega y Leyla Rangel como sus locos hijos Nash y Ramsey así como Eduardo Tejedo como Estruendo (en un tono que recuerda mucho a Zazú) también son muy memorables. 

Un Gran Dinosaurio quizá no es la entrada más pulida o grandielocuente a la filmografía de Pixar pero es una cinta muy honesta en sus intenciones, con momentos muy conmovedores, con un gran texto y una ejecución bastante bien lograda. Una película que como su protagonista parece pequeña, pero es muy grande. 

El Último Hilo: La cinta es acompañada del corto Sanjay's Super Team. Corto dirigido y escrito en base a sus experiencias por el nacido en la India, Sanjay Patel que narra el sueño de un niño que aburrido por las meditaciones de su padre, imagina a los dioses indios como superhéroes. Visualmente muy bonita y vibrante (gracias a una técnica de animación más estilizada) es una bonita reflexión sobre el sincretismo de las tradiciones y lo contemporáneo. Es además un corto bastante arriesgado pues debido a la corrección política podría caer presa del discurso fácil del 'imperialismo yanki que engulle y destruye otras culturas'. 

Y en la próxima madeja: Review de Los Muppets.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Scream Queens

La Madeja del Gato (despedazada en hilos)
Madeja #314
Por Christopher Vergara

Tras la conclusión de Glee, Ryan Murphy y su equipo de creativos (Ian Brennan y Brad Falchuk) se lanzaron a la creación y desarrollo de su siguiente proyecto, el cual terminó siendo Scream Queens, serie que con relativo éxito ha estado transmitiendo Fox desde hace dos meses y que se encuentra en recta a su conclusión a principios de diciembre. 

Ryan Murphy tiene dos estilos de producción. O se va por lo emocional y tierno, amén de cómico sarcátisco (como Glee o The New Normal) o se va a lo sórdido y revelador como American Horror Story o Nip/Tuck (con ambos estilos presentando su habitual sentido del humor ácido, sarcástico y hasta negro). Scream Queens es una infusión donde Murphy mezcla estos aspectos de su trabajo en una comedia de horror que básicamente es el hijo que tuvieron Glee y American Horror Story

Cuando supe que el nuevo proyecto de Murphy era Scream Queens, el proyecto no me generó mucho interés porque no son afecto al género del horror. Pero el casting que fue armando el equipo de producción me atrajó poco a poco, empezando por tres de mis actores favoritos: Lea Michele a quien amo locamente de Glee, Nick Jonas a quien amó locamente de los Jonas Brothers y Diego Boneta de quien soy fan intenso desde que era estrellita local en México. El resto del elenco con talentos como Jamie Lee Curtis, Nasim Pedrad, Keke Palmer, Emma Roberts, Abigail Breslin y hasta Ariana Grande, sólo hicieron más que incrementar mi curiosidad. 

Con esta información (y sólo con esta y algunos anuncios mínimos) decidí ver el primer capítulo (doble) de la serie. Y pese a mis reticencias iniciales, me encantó la serie. Es una deliciosa comedia negra de absurdos donde se plantea una linea central de misterio sobre la que giran una serie de irreverentes personajes y como plus se hacen algunas bonitas reflexiones sobre los jóvenes de hoy en día y sus aficiones y peculiaridades. 

Scream Queens se sitúa en su primera temporada en una Universidad donde hace veinte años ocurrieron misteriosos eventos que terminaron en la muerte de una estudiante miembro de una hermandad y que vuelven a tomar relevancia ante una serie de asesinatos perpetrados por un enigmático Diablo Rojo que empieza a asesinar a las actuales miembros de dicha hermandad así como a personas cercanos a ellas. 

Dentro de la parte de terror la serie está bastante bien lograda pues sus intenciones nunca son de terror total (por esta mezcla con la comedia que señalaba arriba) por lo cual si bien tenemos escenas sangrientas y repulsivas muy bien realizadas, están se aligeran por el contexto cómico en que ocurren o son vistas. En retrospectiva pasan cosas horrendas, incluyendo cuando menos catorce espantosos asesinatos que sin embargo nunca perturban al espectador con el cinismo y ligereza con que lo toman los sobrevivientes más obsesionados con descubrir la verdadera identidad del asesino. 

La parte de comedia por tanto complementa muy bien la parte de terror. Murphy y compañía señalaron a los filmes de terror slash (género donde habitualmente existe un asesino serial que regularmente utiliza cuchillos o espadas como su arma principal) como su principal fuente de inspiración para la serie, por lo que dichos elementos con el humor negro y fársico que usan la serie (y que no puede rehuir a elementos clásicos del género como la sensualidad) lo vuelven una combinación divertida y poderosa, súmenle las ligeras críticas que Murphy tira por aquí y por allá y tenemos una gran serie. 

Scream Queens entiende y maneja con gran soltura los dos géneros que lo componen con unos guiones incisivos y divertidos que están muy bien escritos. Pero los mismos no serían nada sin una más que suelta dirección (a cargo de los mismos creadores o de viejos colaboradores del trio de creativos como Bradley Buecker o Michael Uppendahl) así como obviamente los brillantes y geniales actores que Murphy eligió. 

No hay manera no alucinar con los personajes. Emma Roberts está hermosa y genial como la egocéntrica, vanidosa y obsesiva Chanel, Lea Michele brilla como la desquiciada y psicótica Hester, Skyler Samuels está bastante bien como la centrada y única cuerda en el grupo Grace, Diego Boneta está en su mejor papel hasta la fecha como el entrometido pero confiable Pete, Nasim Pedrad es una joya como la igualmente desquiciada y extraña Gigi, Abigail Breslin y Billie Lourd son magníficas como Chanel #5 y Chanel #3, las bobas asistentes de Chanel. Finalmente, Jamie Lee Curtis cierra este coctel de actuaciones como la delirante e incompetente Decana Munsch. Mención especial a Niecy Nash que como la incompetente oficial Denise Hemphill y Nick Jonas como el locuaz Boome tienen breves pero afortunadas apariciones. 

Aún con nueve capítulos a cuestas y sólo tres para terminar, el misterio se mantiene bastante sólido y los giros inteligentes que se han ido presentando hacen que cualquier cosa siga siendo posible. De esta forma la serie quizá no sea apta para los fans tradicionales y puristas de ambos géneros pero si para el público que usualmente atiende entiende y para el cual escribe Murphy: jóvenes de entre 15 y 30 años.

Scream Queens es otra sólida adición a la carrera de Ryan Murphy y de todos los involucrados. Una inteligente comedia de horror que aprovecha al máximo ambos géneros para ofrecer un producto divertido e intrígante. 

¡Ya quiero saber quién es el Diablo Rojo!

Y en la próxima madeja: Review de Un Buen Dinosaurio.

domingo, 18 de octubre de 2015

Pasante de Moda

La Madeja del Gato (pasante de blogger)
Madeja #313
Por Christopher Vergara

Nancy Meyers es de esas directoras que se toma su tiempo para hacer sus películas. Sin ir más lejos, en los diecisiete años que lleva como directora, ha dirigido apenas 6 películas. Un promedio de una cinta cada tres años. Para los amantes del género de la dramedia de tintes románticos, Meyers es un clásico contemporáneo. Directora y guionista de joyas como Juego de Gemelas, Lo que ellas quieren, Alguien tiene que ceder, El descanso y Enamorándome de mi ex

Meyers tiene un sello bastante particular como guionista. Una comedia con tintes dramáticos generalmente rosa que sin embargo no llega a empalagar o parecer irreal. El trabajo de Meyers tiene esa virtud donde te hace creer que lo que ves en pantallas en totalmente plausible. Una virtud relativamente escasa en el género. 

Pasante de Moda (The Intern) su nueva comedia, nos narra la historia de Ben Whitaker (el siempre grandioso Robert DeNiro), un ejecutivo retirado de una compañia de directorios teléfonicos que tras quedarse viudo se encuentra aburrido de su vida rutinaria y sin proposito. Tras ver un anuncio, decide postularse como pasante en un programa específico para adultos mayores que está lanzando la compañía About The Fit, una fulgurante empresa de venta de ropa en linea que encabeza Jules Ostin (Anne Hathaway), una jóven empresaria que debe balancear la excesiva demanda de trabajo que le requiere la boyante compañia con su vida privada. 

Por azares del destino, Ben termina siendo el pasante de Jules, muy para reticencia de ella que no se encuentra cómodo cerca de gente mayor. Sin embargo, es cuestión de tiempo para que los dos ganen la confianza del otro, se ayuden y formen una amistad cercana y sólida. 

Pasante de Moda nose presenta una amistad cálida entre dos personas de diferentes generaciones. No es apropiado llamar esta cinta una comedia romántica pues el romance que existe no es entre sus protagonistas. La relación de Ben y Jules es una suerte de romance platónico idealizado y relación de padre e hija (que quizá muchas veces sean lo mismo). 

La cinta funciona vastamente por la gran química de sus protagonistas y el colorido y bien armado elenco de apoyo que tienen. No es sólo que DeNiro y Hathaway sean grandes actores, la química entre ambos es natural y deliciosa, se refleja en pantalla de una forma deliciosa y tierna. De la misma forma, su relación con el resto del elenco de apoyo. El siempre genial Andrew Rannels brilla como el gerente y segundo a bordo de Jules, Adam DeVine es un encantador coordinador de pasantes, Anders Holm cumple como el marido de Jules y Rene Russo como Fiona, la masajista e interés romántico de Ben. 

La cinta, además es una inteligente descripción de como funciona la sociedad, las empresas y las personas en estos tiempos tecnológicos y saturados de información y estimulos cibernéticos y como es percibido por una persona que vivió otro mundo. Además obviamente de los choques culturales entre ambas generaciones, pero mucho más importante, de como es posible conciliar ambas posiciones. En ese sentido, Meyers maneja un mensaje conciliador entre aquellos aparentemente distintos. 

Meyers también hace una bonita reflexión de lo que sufre una persona para quien su vida parece haber terminado y como puede encontrar nuevos caminos. Es dificil no reconocer en Ben a cualquier persona cercana que tengamos que haya llegado a ese punto en la vida donde ni los esparcimientos llenan la falta de un proposito. La forma en que Ben se sobrepone a sus finales, buscando nuevos inicios es alentadora e inspiradora. En ese sentido, el viaje de Ben resulta ser el más valiente y atrevido. 

El viaje de Jules (relativo a si debe ceder el control de su compañía en pos de poder dedicar más tiempo a su familia) resulta un poco menos definido, aunque sin duda es Ben quien le ayuda tomar sus decisiones y la inspira a buscar las mejores partes de si y tomar las mejores decisiones, es incierto si las decisiones que toma (tanto de su vida personal como profesional) realmente resuelven sus problemas o sólo la dejan más en el aire. 

Fuera de ello, Pasante de Moda es una deliciosa y encantadora comedia romántica que hará las delicias de jóvenes y adultos, a quienes apela de amplia forma con un guión inteligente y cálido y un elenco talentoso y bien dirigido. Ampliamente recomendable. 

Y en la próxima madeja: Review de Scream Queens.

viernes, 9 de octubre de 2015

Breathe In. Breathe Out / The Original High

La Madeja del Gato (melómana)
Madeja #312
Por Christopher Vergara

En esta ocasión, esta Madeja servirá para revisar dos proyectos musicales que aunque salieron hace rato (desde junio) hasta ahora tuve tiempo y palabras suficientes para reseñarlos y evaluarlos. 

Breathe In. Breathe Out de Hilary Duff

Probablemente no lo sepan pero soy un GRAN fan de Hilary Duff. Fue mi primer idolo pop real hace la friolera de doce años cuando la conocí viendo Lizzie McGuire en Disney Channel y desde entonces me volví bien fan, junto con su carrera musical que entre 2003 y 2008 nos regaló cuatro discos (cinco, contando el navideño) muy bonitos y que forman parte de mi soundtrack adolescente. 

Hilary se cansó de la fama por ahí de 2009, puso en pausa su carrera, hizo películas pequeñas por aquí y por allá, se casó, tuvo un hijo y hasta se divorció. Todo en seis años. Francamente llegue a pensar que Hilary se había retirado de la música. Pero el año pasado, finalmente decidió retomar su carrera y anunció su regreso vía RCA Records (filial de Sony). Tuvo un regreso en falso el año pasado con dos sencillos de corte folk pop (Chasing The Sun y All About You) que no funcionaron mucho y probablemente ni a la compañía ni a ella convencieron mucho. Hilary decidió empezar la producción desde cero y viajó a Europa, en busca de nuevos productores. 

Meses después es así que tenemos Breathe In. Breathe Out, su primer disco en ocho años que tiene la enorme virtud de sonar actual sin olvidar el sonido que caracterizó a Hilary (y que con esto demuestra que es su esencia como artista). El álbum cuenta la virtud de ser un producto tremendamente inteligente en su concepción, escritura y producción. Es un disco que demuestra mucha clase y elegancia, a la vez que energía y diversión en su realización. Hilary logra confeccionar una producción de primer nivel que honra su legado (para beneplacito de sus fans) y atrapa nuevos oyentes. 

El álbum cuenta con geniales tracks como Sparks, co-escrito por los suecos Christian 'Bloodshy' Karlsson (productor regular de Britney Spears) y Tove Lo, una de las jóvenes sensaciones pop en Europa. Sparks es una canción energética y sensual que enloquece con sus silbidos recurrentes. Le sigue My Kind, co-escrita por Jason Gill y Sam Shrieve, una pieza de pop puro con un encantador y pegajoso coro. 

Confetti, co-escrita y co-producida por por Matthew Koma (co-escritor y productor de varios temas del álbum Kiss de Carly Rae Jepsen) y KDrew (co-escritor de I Want You To Know de Zedd) es un alucinante y fresco tema con una metafora bastante bonita (un amor que te hace como confeti) que tiene mucho potencial como sencillo. Breathe In. Breathe Out, que da título al álbum es una elegante y reflexiva pieza producida por Matthew Koma y Dan Book (compositor en muchos películas y series de Disney Channel) que de forma muy honesta narra como superar un amor perdido. 

Tattoo, una pieza co-escrita por Ed Sheeran y su productor regular Jake Gosling es una balada de medio tiempo con los arreglos más sencillos y los vocales más limpios de Duff en lo que es una de sus mejores piezas en cuanto a interpretación. Finalmente Belong, uno de los bonus tracks, co-escrito y producido por Toby Gad (productor de Demi Lovato y co-escritor de All of Me de John Legend) es una pieza que honra la esencia texana de Hilary con un mensaje optimista que recuerda mucho una Hilary más inocente. 

Esas no son todas las canciones, son sólo mis favoritas. Breathe In. Breathe Out es un muy divertido y cálido producto pop que nos recuerda porque Hilary Duff conquistó corazones hace diez años a la vez que nos demuestra el crecimiento y madurez artística de quien sigue sus instintos y su esencia. 

The Original High de Adam Lambert

Adam Lambert es un artistas que básicamente conocí gracias a Glee donde tuvo una participación especial hace un par de años. Con su primer número me enamoré locamente (no sólo porque Adam es muy guapo) dado la grandiosa, melodiosa y potente voz que Lambert posee. El registro vocal de Adam es de esos que se dan muy poco. No en balde Queen lo ha adoptado como su vocalista base a últimas fechas. 

The Original High era un misterio para mi, ya que sus anteriores álbums no me convencían del todo. For Your Entertainment es una pieza glam pop encantadora pero que le quedó chica a Adam muy rápido. Trespassing es una impecable producción dance que tiene una mitad muy movida pero una segunda parte más bien lenta y sin mucho ángel. 

Para The Original High, Adam se reunió con los genios míticos de Max Martin y Shellback, un par de suecos que han producido una inmensa cantidad de éxitos en especial sus primeros éxitos de Adam (Whataya Want From Me y If I Had You). En especial Max Martin cuya lista de trabajos coparía esta entrada. Con ellos a cargo y Lambert con mayor madurez y libertad artística (este álbum también significó un cambio de disquera, pasando de RCA a Warner Bros. Records) The Original High es un trabajo que pese a un ritmo moderado es una delicia y alucine musical. 

Lambert honra tanto su pasado glam como dance sincretizandolos con toques synth que logran un producto francamente envidiable y genial. Ghostown, el primer sencillo del álbum es una buena prueba de ello. Una canción que pese a un ritmo tranquilo y pausado es un viaje con la fantástica voz de Lambert y una producción rica en matices. 

El viaje no termina ahí, The Original High es una pieza más frenética, oda a un amor que era como una droga y ya no se siente igual. Another Lonely Night, segundo sencillo confirmado es una brillante pieza pop con un Lambert dolido y meláncolico que necesita con desesperación a su viejo amor en otra noche sin sabor.

Tove Lo también se hace presente en este álbum con Rumors, un dueto que explota las singulares pero bien combinadas voces de Lambert y Tove Lo. Por su parte Lucy, una elegante y trágica pieza sobre una triste muchacha es una pieza donde la voz de Adam brilla pero da paso a los virtuosos acordes a cargo de Brian May, el mítico guitarrista de Queen. Por su parte Evil In the Night es una traviesa pieza con Adam cediendo a las tentaciones nocturnas. These Boys es una relativamente boba pieza donde Adam básicamente se pone más desgarbado a jugar un rato.

The Original High es sin duda alguna el mejor álbum de Adam Lambert hasta la fecha. Una producción que alejada de la extravagancia visual y musical de sus inicios, muestra un Lambert más seguro y confiado en sus talentos y que explora nuevos sonidos sin olvidar su esencia o gustos. Otro gran álbum. Dos grandes recomendaciones para fanáticos del género pop. 

Y en la próxima madeja: El proceso de sucesión en la UNAM.

martes, 15 de septiembre de 2015

Descendientes

La Madeja del Gato (podrida hasta la médula)
Madeja #311
Por Christopher Vergara

Descendientes era una idea que sonaba espantosa en el papel. Una película original de Disney Channel (DCOM) que narraba las aventuras de los hijos de los más grandes villanos Disney que eran invitados por el hijo de Bella y Bestia a vivir entre los héroes de los cuentos de hadas mientras estos planeaban como ayudar a sus progenitores a recuperar su poder. 

Suena espantoso. Pero Disney una vez más logra tomar una idea horrenda y hacerla una cinta bastante encantadora y divertida. 

Disney Channel reclutó para esta misión a Kenny Ortega, el genio encargado de volver a High School Musical en el musical juvenil más relevante de la década pasada mientras que el guión lo puso en las manos de Josann McGibbon y Sarah Parriott  (guionistas de Novia Fugitiva, Three Men and a Little Lady y The Starter Wife) además de buena parte del equipo técnico y creativo de trilogía High School Musical

Luego armó un elenco bastante bonito y hasta genial. Dove Cameron (Liv y Maddie) como Mal, la hija de Maléfica (interpretada por la deliciosa y única Kristin Chenoweth), la debutante Sofia Carson como Evie, hija de la Reina Malvada (Kathy Najimy), Cameron Boyce (Jessie) como Carlos, el hijo de Cruella de Vil (Wendy Raquel Robinson) y Booboo Stewart (Crepúsculo) como Jay, el hijo de Jafar (Maz Jobrani); completan el elenco Mitchell Hope como Ben, el hijo de Bella (Keegan Connor Tracy, o el Hada Azul de Once Upon a Time) y Bestia (Don Payne). 

Descendientes así nos narra la historia de Mal, Evie, Jay y Carlos que son invitados a vivir y asistir a la preparatoria en Auradon, el lugar donde los héroes viven juntos tras triunfar en sus respectivas historias. Son invitados por Ben, quien como primer acto como Rey desea dar una segunda oportunidad a aquellos cuyo único error es ser hijos de alguien malvado. Obviamente Maléfica ve esto como una oportunidad y ordena a Mal buscar y robar la varita mágica del Hada Madrina y así liberarlos de la Isla de la Perdición donde están encerrados con lo cual podrán recuperar sus poderes y volver a dominar el mundo. 

Obviamente las cosas se complican en el camino pues Mal y compañía se dan cuenta que realmente no están podridos hasta la médula (como cantan al principio de la cinta) y que realmente disfrutan desarrollarse en un ambiente sano y amable donde pueden ser quienes ellos quieran y donde desarrollan su innata bondad. Además claro de conocer el amor, descurbrir que son buenos en las clases, que aman los deportes y que los perros son muy geniales. 

Disney Channel tiene una larga tradición en materiales que hablan  y exploran la construcción y el descubrimiento de la identidad de una persona. Básicamente en todas sus series y películas el canal presenta historias de adolescentes que están descubriendo su identidad y formando su personalidad aún en contra de las expectativas y siempre en fidelidad a la esencia de las personas (uno de los tres mantras del canal: celebrate yourself, celebra quien eres a ti mismo). 

Descendientes cumple muy bien ese papel. Es una historia de autodescubrimiento donde cuatro jóvenes descubren que sus pasados no necesariamente definen su futuro, ya que son sus acciones las que establecen quienes son ellos, y son sus acciones las que van bordado su futuro, más allá de si son hijos de tal o cual o si son considerados lo peor de la sociedad. Aunque trillado ese mensaje sigue siendo poderoso. La audiencia del canal (que triste es llegar a ese punto donde uno ya no es la audiencia del canal) podrá encontrar resonancia con este mensaje, muy seguramente la mayoría de los chicos o las chicas se identificarán con una situación, ya sea porque sus padres no estén como para presumirlos, o porque sus condiciones sociales no sean las más óptimas. 

Darle a la audiencia ese impulso a que superen sus propias circunstancias y adversidades en pos de ser mejores personas y en pos de lograr sus metas y demostrar que no están podridos hasta la médula. Enserio, que mensaje tan poderoso. 

Pero entre lineas, Descendientes toca un tema mucho más delicado y que no necesariamente tiene que ver con la audiencia de la cinta. Descendientes es una sutil reflexión (y crítica social) sobre como las circunstancias de una persona definen en gran parte sus potencialidades y su desarrollo. El hecho de que el cambio en las circunstancias ambientales y sociales de estos cuatro hijos de villano los lleve a volverse personas honestas y con potencial constructivo es una metafora (que ni siquiera se si los creativos establecieron conscientemente) de como el mundo podrá mejorar si les brindamos condiciones sociales y ambientales positivas a nuestros niños y jóvenes. 

La bondad y la maldad son innatas en los seres humanos. Tenemos igual potencial para destruir que para crear. Para lastimar y dañar que para ayudar y mejorar. En las fases iniciales de la vida de las personas es cuando en primera instancia los padres y la familia pero inmediatamente después, la sociedad, tenemos mayor responsabilidad. Porque es ahí donde podemos formar, podemos brindar condiciones positivas, ambientes positivos y herramientas positivas que permitan construir mejores personas y quizá una mejor sociedad. Eso es de lo que Descendientes también habla. De dar segundas oportunidades. 

Disney ocultó muy bien que la cinta es un musical y aunque quizá se entienda que lo hizo por razones de mercadeo, la parte musical es bastante afortunada. Rotten to the Core, el tema principal es divertido y travieso además de bastante pegajoso, Evil Like Me, un dueto delirante entre Kristin Chenoweth y Dove Cameron es por mucho el mejor número de la cinta, un cuadro de Broadway por derecho propio con Kristin haciendo la mejor Maléfica en acción viva jamás vista (toma esa Angelina), If Only es una bonita y triste balada romántica a cargo de Dove Cameron que demuestra sus agradables habilidades vocales y la cinta hasta se da el lujo de tener un muy bonito rap de Be Our Guest, de La Bella y la Bestia. 

El elenco es bastante agradable, Kristin Chenoweth como mencioné se lleva la película. Dove Cameron resulta toda una delicia como actriz al mostrar una gama mucho más humana y real que en Liv y Maddie, Sofia Carson es la auténtica revelación al demostrarse como una actriz genuinamente carismática y agradable. Cameron Boyce y Booboo Stewart son básicamente el comic relief de la cinta, lo mismo que los otros villanos. Desaprovechados sin duda están los otros hijos de héroes (las hijas de Aurora y Mulán, el hijo de Cenicienta), los cuales no brillan mucho y hasta dejan mal parados a sus padres en aquello de la crianza, sólo Brenna D'Amico como Jane, la hija del Hada Madrina y Zachary Gibson como Doug, el hijo de Tontín, logran trascender y ser agradables.

La estética de la cinta es visualmente bastante corny, pero creo que eso lo hace bastante genial. El diseño de producción y vestuario de la Isla de la Perdición así como los trajes iniciales de los cuatro descendientes son bastante buenos, no sólo por coloridos, kitsch y corny, sino por que tienen bastante ingenio y vibra. Sus correlativos en Auradon son menos espectáculares (y el castillo de Bella y Bestia se ve hasta pequeño) pero en general funciona bastante bien. 

Disney retomó este año los musicales con bastante fuerza, tanto con Teen Beach 2 como con Descendientes, ambas apuestas muy inteligentes (sobra decir que Descendientes también reafirma roles femeninos positivos) que demuestran la vigencia del canal para presentar producciones de alta calidad y con mensaje muy apropiado. 

Enhorabuena chicos. Obviamente esperemos Descendientes 2

Y en la próxima madeja: Miguel Ángel Mancera, 3 años.

martes, 18 de agosto de 2015

Daredevil

La Madeja del Gato (sin miedo)
Madeja #310
Por Christopher Vergara

El año pasado Marvel, ABC y Netflix anunciaron sus intenciones de desarrollar cuatro series exclusivas de dicha plataforma de televisión digital basada en cuatro personajes Marvel que eventualmente convergerían en quinta serie donde se unirían como equipo. El acuerdo, que además incluyo una intensa labor de producción en la ciudad de Nueva York, buscó trasladar el éxito del Universo Cinemático Marvel a la televisión por internet con una formula similar a la utilizada con los Vengadores pero con un perfil de héroes más urbanos y humanos. 

Es así que los cuatro personajes elegidos fueron Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist. Por ser el personaje más conocido, Daredevil fue el primero en producirse y estrenar los trece episodios de su primera temporada el pasado abril (esta columna, sobra decirlo, llevaba meses intentanto escribirse). 

Daredevil además es una propiedad cuyos derechos regresaron recientemente a Marvel. Fox tuvo la licencia del personaje la década pasada y produjo una no muy afortunada producción del personaje en 2004, estelarizada por Ben Affleck, seguida de otra muchísimo menos afortunada película de Elektra con Jennifer Garner. Fox, a diferencia de los Cuatro Fantásticos no logró poner en marcha una producción por lo que los derechos regresron a Marvel. 

Daredevil fue creado en 1964 por Stan Lee y Bill Everett aunque sería hasta la década de los ochenta cuando bajo la mano y pluma de Frank Miller, Daredevil conocería su versión 'definitiva' como personaje de cómic. Miller aprovecharía elementos como poderes menos fantásticos y la ubicación en un Nueva York menos glamuroso para construir una visión más humana y compleja sobre los superhéroes. Daredevil fue el precedente para lo que Miller haría un par de años después con Batman en The Dark Knight Returns y Year One

La serie de Netflix de Daredevil bebe básicamente de esta esencia oscura de Miller aunque con un tono más de heroísmo puro antes que el antihéroe que construyó dicho autor. Además la serie conserva mucho del carisma, humor  y romance clásico que establecieron Lee y Everett en los números iniciales junto con algo de lo hecho por Brian Michael Bendis y Ed Brubaker en sus respectivos runs con el personaje a principios de siglo. 

Es así que tenemos a Matt Murdock (Charlie Cox), un jóven abogado que cuando niño perdió la vista dado que químicos radioactivos le cayeron en los ojos más sin embargo lo dotaron de sentidos aumentados. Su padre, el boxeador Jack Murdock fue su principal sostén y apoyo hasta que fue asesinado tras rehusarse a perder una pelea. Es así que Matt inicia un largo entrenamiento físico y mental que lo llevarán a buscar la justicia de día como abogado y de noche como vigilante. A el se unen su mejor amigo de la Universas, Foggy Nelson (Elden Henson) y eventualmente Karen Page (Deborah Ann Woll), una mujer que llega pidiendo ayuda y con el tiempo se vuelve secretaria del despacho. A la postre, el gran amor de Matt. 

La primera temporada de Daredevil nos narra los inicios del personaje, no enfocandose tanto en sus orígenes primarios, sino en sus primeras aventuras, las cuales implican enfrentarse y buscar derrocar al Kingpin de la ciudad, Wilson Fisk (Vincent D'Onofrio) que se está apoderando de su querido barrio natal Hell's Kitchen, con la intención de regenerarlo y venderlo como artículo de lujo, expulsando a sus populacheros habitantes a la vez que continúa expandiendo su imperio criminal y delictivo por el área. 

La serie, producida por Steven S. DeKnight (creador, escritor y productor de la saga Spartacus) quien tomó el manto de Drew Goddard (escritor de Cloverfield, Alias, Buffy la Cazavampiros, etc) y sólo produjo la serie en sus estados iniciales es realmente buena. No es un producto tan alegre y optimista como las películas de Marvel Studios en razón de esta aproximación más oscura que posee Daredevil. Ergo, tenemos sangre, muertos, y violencia en expresiones más gráficas pero sin caer en lo exagerado o grotesco (no llega al nivel de Spartacus, pues). Sin embargo si es visualmente más agresivo que otras producciones de Marvel. No por ello la serie deja de lado su vena más cómica y ligera, usualmente a cargo de Foggy, del propio Matt en su humor retorcido y de Karen con su candidez inherente. 

En ese sentido Daredevil balancea muy bien ambos aspectos, por un lado el drama humano con tintes legales y por otro la acción y aventura heroica. El viaje de descubrimiento e identidad que hace Matt de su faceta superheróica se construye a lo largo de los episodios hasta llegar a su propia toma de conciencia como el diablo de la guardia de Hell's Kitchen. 

Los actores están realmente bien, Charlie Cox como Matt es el contenido y siempre reflexivo abogado que sabe cuando atacar, Elden Henson como Foggy es su contraparte, el siempre dubitativo pero operante policía bueno, Vincent D'Onofrio como Wilson Fisk es imponente, con esa mezcla de ira y furia lista para explotar en cualquier momento combinada con traumas de la infancia y falta de amor, que se ve mitigada por Vanessa (Ayelet Zurier), el bálsamo de Fisk que sin embargo debe estar ligeramente demente para enamorse de el. Deborah Ann Woll como Karen Page logra construir un personaje bastante incisivo y proactivo aunque también que gusta de meterse en problemas. Finalmente la participación de Toby Leonardo Moore como James Wesley la mano derecha de Fisk y de Vondie Curtis-Hall como el galardonado periodista Ben Urich cierran un elenco bastante balanceado y con mucha química entre si. Aunque es algo lamentable la breve participación y destino de Urich, uno de los personajes más ricos y flexibles dentro del universo de las historietas dado su perfil periodístico. 

La primera temporada de Daredevil es un afortunado inicio para conocer otros rincones del Universo Marvel más sórdidos y oscuros pero también más humanos y terrenales, algo que le hacía falta al UCM ante tanta grandielocuencia realizada en la pantalla grande. Son esquinas más pequeñas pero no por ello menos relevantes. Es además una agradable y honesta adaptación de un personaje tan rico y bondadoso dentro de su aparente oscuridad como Daredevil. Buen trabajo Marvel, a esperar la siguiente temporada. 

Y en la próxima madeja: Descendientes de Disney Channel.

domingo, 9 de agosto de 2015

Los 4 Fantásticos

La Madeja del Gato (siempre ambicionando ser fantástica)
Madeja #309
Por Christopher Vergara

Ante lo que fue considerado dos cintas de mediocre éxito (lanzadas en 2005 y 2007), 20th Century Fox anunció desde 2009 sus intenciones de rebootear (reiniciar) su franquicia de Los Cuatro Fantásticos en la pantalla grande. Dichos esfuerzos se aceleraron a partir de 2012 ante la probabilidad de que los derechos cinematográficos se revirtieran a Marvel que para ese momento ya era parte de Disney. Fue así que Fox se aventuró a una nueva versión de La Primer Familia de Marvel la cual estrenó este fin de semana en las pantallas de México. 

Para esta nueva versión, Fox contrató a Josh Trank, un novel director que en 2012 dirigió y co-escribió Chronicle, una cinta de ciencia ficción que fue aclamada por la crítica. Trank parecía el perfil indicado para la cinta y la adición de Simon Kinberg y Matthew Vaughn (productores que reavivaron la franquicia de X-Men con First Class) también parecían indicar buenas noticias para la franquicia. 

Pero en algún momento las cosas empezaron a sonar mal. No sólo porque Fox parecía desesperada en no perder los derechos de los personajes, tal y como le sucedió con los derechos de Daredevil que regresaron a Marvel ante la incapacidad de Fox de tener lista otra película. La película generó mal ruido entre los fans y medios tanto por cuestiones relativamente tontas como la selección de Michael B. Jordan como Johnny Storm/Human Torch (un personaje históricamente blanco) hasta comentarios que alienaron a los fans como que esta seria una versión oscura y seria sobre los Cuatro Fantásticos. 

Las cosas solo aumentaron conforme los rumores de producción hablaban de un caos y desastre creativo en todos los niveles, incluyendo fuertes desacuerdos creativos pero también personales entre Trank con los productores y la misma Fox. Cuestiones como maltratos de Trank hacía miembros de la producción, los técnicos y hasta el elenco y una supervisión asfixiante de Fox hacía el director recientemente fueron conocidos. Para terminar el pastel, Fox ordenó a principios de años que se realizaran reshoots relativos al tercer acto en un intento de salvar el producto. 

Todo esto hacía pensar un desastre de proporciones épicas. Y tras ver la película, queda claro que más allá de si estos reportes (que el estudio y la producción siempre negaron) son ciertos o no, la película es un total desastre. Es una cinta que no sólo traiciona y fracasa en capturar la esencia de Los Cuatro Fantásticos, no sólo es una cinta que fracasa en lo que debería ser; es además una película que fracasa en lo que intenta ser y termina siendo terriblemente intrascendente y aburrida, algo que no es ni aceptable ni esperado en una cinta de superhéroes. Veamos cada aspecto. 

Los Cuatro Fantásticos se convirtieron en La Primer Familia de Marvel por ser el cómic que inició la era Marvel a cargo de Stan Lee y Jack Kirby. Hasta entonces, Timely (entonces nombre de la editorial) publicaba mayormente historietas románticas o de terror, pero ante el resurgimiento que tuvo el género de los superhéroes gracias a la Liga de la Justicia, Martin Goodman, entonces dueño de Timely encarga a Stan Lee, editor de la linea, la creación de un equipo similar. 

Lee, junto con Kirby crearían a Los Cuatro Fantásticos, que debutaron en 1961 y desde entonces revitalizaron y revolucionaron el mundo de los cómics. Los Cuatro Fantásticos tienen la virtud de ser los pioneros en la fórmula que haría a los superhéroes de Marvel diferenciarse de los de su principal competidora DC Comics. Lee y Kirby desarrollarían una mezcla de drama humano, con comedia cálida y aventuras desbordantes de color e imaginación. Esta combinación, que hasta la fecha es la esencia de la Marvel misma, fue la llave al éxito que sería el antecedente de éxitos como Spider-Man, Iron Man, Thor, los Avengers, Hulk, entre muchos otros. El run de Lee y Kirby continúa siendo histórico y único y ha sido seguido por runs igualmente fenomenales a cargo de escritores como John Byrne y Jonathan Hickman.

Si ustedes alguna vez conocieron y les agradaron estas versiones de Los Cuatro Fantásticos o alguna de sus encarnaciones televisivas y piensan que eso podrían encontrar en esta cinta, temo decirles que nada más alejado de la realidad. Toda la diversión, color, comedia, drama y corazón que significan los Fantastic Four está absolutamente ausente de esta cinta. En términos prácticos, la anterior adaptación de Tim Story con Ioan Gruffod, Michael Chiklis, Jessica Alba y Chris Evans en cartel, con todo y su bobería y tontería adolescente es mucho más fiel al concepto de lo que son los FF. En este sentido, la cinta de Josh Trank fracasa (una vez más) en lo que debería ser. 

Pero lo más grave no es eso. Siempre he sido partidario de juzgar a las películas por lo que pretenden ofrecer y ser, ya que esos son sus parámetros de existencia (no debes juzgar una comedia simplona como juzgas un drama existencialista, no sólo sus ambiciones y pretensiones son radicalemente distintas, sus motivos de ser y sus reglas de construcción son mundos opuestos). Fantastic Four de Josh Trank pretende ser un drama de ciencia ficción sobre cuatro sujetos que obtienen poderes y como lidian con eso para eventualmente covertirse en héroes. El problema es que en eso fracasa rotundamente. 

El punto de partida para un drama pasa necesariamente por las emociones humanas. Un drama requiere personajes que sientan toda una gama de emociones, conecten emocionalmente con su audiencia y de esta forma generen empatía y logren generar esas mismas emociones, de alegría, tristeza, dolor, compasión, estrés en la audiencia. Fantastic Four jamás logra eso. 

Esta nueva versión nos presenta a Reed Richard (Miles Teller), un jóven e incomprendido prodigio cientifico que con su mejor amigo Ben Grimm (Jamie Bell) desarrollan un transportador de materia que casualmente es descubierto en una feria de ciencia por el doctor Franklin Storm (Reg E. Cathey) y su hija adoptiva Sue (Kate Mara). Es así que Reed es invitado a la Fundación Baxter para desarrollar esta investigación junto con Sue, su hermano Johnny (Michael B. Jordan) y el genio incomprendido u oveja descarriada de Víctor Von Doom (Toby Kebell). 

El experimento es un éxito y logran descubrir una dimensión alterna (la Tierra Zero), la cual es una especie de planeta joven abandonado y rico en recursos. Ante la amenaza de que sea la NASA y no ellos quienes exploren dicho lugar, Doom convence (borrachera de por medio) a Reed y Johnny de viajar ellos a Planeta Zero, para lo cual Reed invita a Ben. Así los cuatro se embarcan en un viaje que obviamente es un desastre, donde aparentemente muere Víctor y donde el accidentado regreso a casa termina afectando a Sue. 

Hasta este momento, la cinta presenta un problema, es demasiado lenta. Ha pasado una hora completa desde que inicio el filme para llegar a este punto. Hasta este momento sin embargo más allá de que es lenta la cinta no es terriblemente mala. Hay un deficiente desarrollo de personajes (en realidad, Teller, Mara, Jordan y Bell nunca logran ser carismáticos y empáticos, lo cual empieza a tornar a los personajes en intrascendentes) que se compensa con un relativamente decente desarrollo de ciencia ficción. No es que todo el desarrollo de los mundos alternos, la transportación de materia y eso sea realmente revelador o imaginativo pero cuando menos está bien hecho. 

Pero el segundo arco presenta muchos más problemas. Como consecuencia del accidente, los cuatro jovenes desarrollan poderes que en principio les cuesta manejar y aparentemente les duele incluso. Reed adquiere la habilidad de estirarse, Sue la habilidad de volverse invisible, Johnny la de encenderse en llamas y Ben se convierte en una mole de roca viviente. El segundo arco es básicamente Reed escapando, un brinco de un año donde Ben y Johnny se han hecho soldados del ejercito y Sue busca como loca una cura a su condición para lo cual necesita y caza a Reed con el objetivo de que reconstruya la maquina. 

En este segundo acto es que nos damos cuenta lo necesario que se vuelve el drama y la comedia así como la empatía con los personajes. Aunque estamos viendo a Reed sufrir por estirar su cuerpo jamás nos importa un comino, Ben más allá de ser una piedra callada y malhumorada jamás demuestra el drama personal que le representa haberse convertido en una suerte de monstruo y el romance de Sue y Reed a este momento es más frío que el Polo Sur. Peor aún, en este momento la cinta tira por la borda su premisa de ciencia ficción y coquetea con el terror y el horror de las malformaciones (que insisto, terminan sin funcionar) sin que hasta el momento el espectador haya tenido una sola risa. 

Y entonces viene el tercer acto donde la cinta completamente se desbarranca. La reconstrucción del portal cuántico es exitosa y un equipo logra viajar al Planeta Zero para descubrir que Víctor Von Doom sigue vivo. Doom es traído de vuelta a nuestra Tierra y ha sido cubierto por una especie de metal que lo hace respirar y hablar como un Darth Vader de mala muerte. Doom aparenta está debil pero realmente estaba fingiendo y la cinta continúa su vena de terror pues Doom se dedica a estallar cabezas y cuerpos y llenar todo de sangre para así finalmente poner en marcha su plan maestro de regresar a Planeta Zero y abrir un portal interdimensional de tal tamaño que va a devorar a la Tierra (pues para que 'EL' planeta de Doom viva, la Tierra debe morir). 

Es entonces cuando los cuatro jóvenes se vuelven un equipo y estelarizan una genérica y relativamente sosa secuencia de acción donde deben unirse y derrotar a Doom de una forma por demás tonta para un personaje al que lo desarrollaron con una omnipotencial peligrosa. Los héroes triunfan y les imponen condiciones al gobierno para seguir colaborando con ellos, y gracias a unos malos comentarios y dialogos deciden llamarse Los Cuatro Fantásticos. 

Algo está tremendamente mal cuando una cinta tarda una hora en su primer acto, veinte minutos en el segundo y diez minutos en el tercero. Así es Fantastic Four. Aparentemente los reshoots que ordenó Fox fueron la secuencia final y entonces viene a la mente la pregunta de cuáles eran entonces las intenciones de Trank pues o quería hacer una cinta de tres horas o su final era aún más aburrido y anticlimático que esto. 

Realmente llegue a tener un poco de fe en esta cinta. Realmente esperaba algo y realmente inicia bien. Pero a partir de que Reed ingresa a la Fundación Baxter la cinta inicia un franco descenso hasta terminar en tierra de nadie. El problema de Fantastic Four es que no es tonta como la versión de 2005, ni siquiera es mala risible como Batman y Robin, es mediocre y totalmente intrascendente. 

Dejen ustedes que no haya drama, comedia (me reí una sola vez en toda la cinta y ni siquiera recuerdo porque fue), acción y aventura. No hay nada en esta cinta. Las actuaciones son anticlimáticas y sosas, la fotografía es oscura y depresiva, la dirección no logra sacar adelante un guión que a todas luces es inseguro e indeciso sobre que quiere decir y a donde piensa llevar a estos personajes. 

Habíase visto construcción tan mala de un villano. Doom se nos presenta (se nos presenta, que nunca se nos desarrolla) como una suerte de renegado antisistema en contra de la humanidad que depreda el planeta, lo perdemos todo el segundo acto donde supuestamente pasa un año y termina regresado en un maniático asesino gore cuyo único razón para ser malvado no es siquiera que lo dejaran abandonado sino que le quieren quitar su planeta. Doom es un berrinchudo asocial que hace ver las pataletas y berrinches de Loki como muestras de madurez. 

Una parte esencial de los Cuatro Fantástico es que son una familia. Una familia aventurera. No se les dice gratuitamente la Primer Familia de Marvel, se les dice así porque su dinámica es la de una familia. Reed es el padre que guía las aventuras, Sue es la madre que siempre saca de problemas a todos, Ben es el tío loco y gracioso que siempre te hace reír y Johnny es el hijo alocado e irreverente que se mete en líos. Esta dinámica es absolutamente ausente en esta película, Reed es un incompetente y timorato científico cuyos poderes son totalmente inútiles, Sue está completamente desprovista de fondo o sustancia con todo y que demuestra el uso más eficiente y útil de poderes, Ben es un tipo callado y retraído y Johnny quizá es lo más cercano a su esencia. Sin embargo la interacción entre ellos es inexistente. No se ve amistad o cariño entre estas personas. 

Los efectos especiales son bastante genéricos aunque el diseño visual de La Mole es muy bueno. Con todo y que Ben no usa pantalones se ve muy genial en pantalla. Igualmente el diseño visual de la Antorcha Humana es ciertamente bueno. Pero un aspecto visual aceptable no salva un desastroso guión, unas mediocres actuaciones y una confusa dirección. 

Fox seguramente intentará salvar los derechos y hacer alguna rareza como hacer un crossover con los X-Men o algo así. Lo mejor que podría hacer, sinceramente, es dejar que los derechos de los Cuatro Fantásticos se reviertan a Marvel. Lleva dos intentos, cada uno más desafortunado que el anterior. Sería más sensato concentrarse en los derechos de los X-Men donde ha hecho las cosas de bien a excelente y dejar ir esta propiedad que no ha sabido manejar. Es incierto si Marvel logrará hacerla funcionar pero tomando en cuenta que logró hacer un éxito en todo sentido una premisa descabellada como los Guardianes de la Galaxia algo decente podría hacer con los 4F. 

Esta cinta sólo daña de forma espantosa la marca de Los Cuatro Fantásticos en el cine. Vuelve uno de los conceptos más exuberantes y brillantes de los cómics en una cinta intrascendente, pretenciosa y aburrida. Los tres peores errores de una adaptación del género. 

Mejor suerte para la próxima. 

Y en la próxima madeja: Review de Daredevil.