lunes, 7 de diciembre de 2015

Un Gran Dinosaurio

La Madeja del Gato (prehistórica)
Madeja #315
Por Christopher Vergara

Un Gran Dinosaurio, la más reciente producción de Pixar me recordaba mucho a Valiente y quizá por ello no me generaba mucho entusiasmo rumbo a su estreno. Valiente me sigue pareciendo una cinta bastante genérica que se pierde en sus intenciones, termina apenas salvando su argumento y realmente no es uno memorable. Temía lo mismo respecto a Un Gran Dinosaurio (The Good Dinosaur), una película que estaba programada a estrenarse en verano de 2014 y que por problemas de historia terminó siendo aplazada durante año y medio. 

Esos problemas en la historia, según lo que se sabe, básicamente incluyeron rehacer la totalidad de la cinta preservando muy pocos elementos de la idea original a cargo de Bob Peterson, quien fue removido de la dirección de la cinta a finales de 2013. Peter Sohn, el nuevo director de la cinta, junto con la guionista Meg LaFauve lograron rehacer Un Gran Dinosaurio en una cinta que aunque modesta es bastante emotiva e inteligente en sus planteamientos. 

Un Gran Dinosaurio se sitúa en una linea alterna de tiempo donde el meteorito que extinguió a los dinosaurios no chocó contra la Tierra, sino que se siguió de largo lo cual llevó a que los dinosaurios de alguna forma evolucionaran y pudiéramos tener Apatosauros granjeros. Es así que conocemos a Arlo, un Apatousauro que desde pequeño es un dinosaurio débil y temeroso que no es realmente útil para sus tareas en la granja y que vive dominado por sus miedos; a diferencia de sus hermanos Libby y Buck y pese al apoyo y amor incansable de sus padres, Henry e Ida. Sin embargo, cuando la tragedia cimbra la vida de Arlo y se ve perdido y lejos de casa, deberá vencer sus miedos y formar un lazo único con un ser humano llamado Spot, en el que ambos deberán encontrar el camino a casa.

Un Gran Dinosaurio es una cinta que aunque no puede ocultar sus problemas de producción, los logra superar con gran soltura y ofrecer un relato interesante y bonito. La cinta tiene una estructura bastante episódica (pues el viaje de Arlo termina siendo una serie de viñetas, relativamente inconexas que sin embargo son divertidas, conmovedoras o emocionantes) y solamente el principio y el final tienen una suerte de unidad dramática más intensa. Ello sin embargo favorece a la cinta que se siente bastante fluida y cálida. 

Por otro lado también tenemos que hablar de que es una producción bastante más modesta para el estudio. Empezando por el relativo bajo número de protagonistas (Arlo y Spot, acompañado de diez personajes secundarios a lo mucho, agrupados curiosamente en conjuntos de tres) y con un diseño de personajes que aunque bonito tampoco es impresionante (en general los dinosaurios tienen un aspecto bastante caricaturesco con diseños más cúbicos). El aspecto más espectacular de la cinta (y que sin duda lo hace resaltar) es la absoluta belleza de los paisajes recreados. Toda la cinta es muy verde y viva en sus escenarios lo cuales son una proeza técnica y un deleite visual. 

Es además una cinta que se siente bastante íntima, ya que en realidad son escenarios muy solitarios y pequeños. En un inicio son Arlo y su familia y son sólo cinco personajes. Y la cinta nunca aumenta ese número de personajes. Por momentos, la cinta gira alrededor de Arlo y Spot compartiendo escena, lo cual es bastante íntimo con la audiencia y por momentos recuerda a WALL-E en su primera acto. Es un movimiento arriesgado pero bastante afortunado, pues logra crear una conexión con la audiencia muy fuerte. 

Un Gran Dinosaurio es ante todo una cinta que nos habla sobre el miedo y la forma en que un ser vivo, una persona, aprende a vivir con el. Arlo es ese pequeño niño miedoso que todos hemos sido, ese pequeño niño que casi siempre se percibe asimismo como débil, como indigno, como insuficiente, como dispensable. Ese niño que aunque lo intenta no logra vencer sus miedos y no logra salir avante. 

Hasta que la vida lo toma del cuello y lo estampa frente a situaciones que lo ponen al límite de sus miedos y lo llevan, no a vencerlos, sino a dominarlos. Como Butch, un tiranosaurio se lo hace saber: todos tenemos miedo, y jamás dejamos de tenerlo. Aprendemos a vivir con y lo usamos en nuestro favor, lo usamos para que nos de fuerza y nos deje vencer las adversidades que tenemos en nuestro camino. Un Gran Dinosaurio es ante todo la historia de un niño que logra dominar sus miedos, convertirlo en su fortaleza y finalmente convertirse en un gran dinosaurio, un dinosaurio tan bueno como su padre al que veía inalcanzable. 

El viaje de Arlo no sería posible de no tener un catalizador emocional que lo haga madurar. Ese catalizador es Spot, el pequeño niño humano que termina adoptando como su mascota y acompañante (en ese sentido me parece una brillante idea que se muestre a los humanos primitivos como lobos o perros, que viven en manadas) y con quien forma un lazo muy especial. Si, Arlo y Spot viven muchas aventuras geniales a lo largo de su viaje, pero son los momentos que comparten juntos los que le dan resonancia emocional a la historia. El momento en que Arlo le explica a Spot el concepto de familia y este le responde es francamente conmovedor. En contraparte, el momento en que comen las fresas contaminadas es desternillante. 

Quizá sólo fui yo, pero la cinta me parece tiene bastantes semejanzas con El Rey León. (Aquí viene un spoiler, saltar este párrafo y el siguiente si no quieren que les arruine o queme trama). Probablemente debido a que es un viaje de maduración y crecimiento, donde un ser pasa de niño a hombre, pero la escena de la muerte del Padre de Arlo así como su posterior reencuentro, me recordaron demasiado a la aventura de Simba, sin que sea necesariamente malo pero creo que el público tuvo la misma resonancia. 

No puedo dejar de resaltar la brillante escena del reencuentro de Arlo con su padre. Quizá pueda ser interpretada como un simple sueño, pero para mi fue mucho más. En mi interpretación (que no se si fue compartida) Arlo estaba a punto de morir y su padre vino a acompañarlo en esa travesía al Más Allá. Y es hasta que Arlo recuerda que tiene que salvar a su amigo, que decide regresar e ignorar el calor de su padre. Decide vivir y así volverse un gran dinosaurio. Es una escena muy poderosa, muy inteligente y que puede ser leída de varias formas. Yo me quedo con esta y a mi parecer lo hace una gran cinta.

No se puede dejar de mencionar el brillante doblaje a cargo de Mario Castañeda. La cinta en especial está genialmente lograda por el muy joven Emiliano Ugarte que como Arlo es tierno, divertido, miedoso y simpático pero valiente cuando se requiere. Oscar Bonfiglio como Henry es amoroso y fuerte como debe ser el personaje. Sebastián Llapur como el imponente Butch, Abraham Vega y Leyla Rangel como sus locos hijos Nash y Ramsey así como Eduardo Tejedo como Estruendo (en un tono que recuerda mucho a Zazú) también son muy memorables. 

Un Gran Dinosaurio quizá no es la entrada más pulida o grandielocuente a la filmografía de Pixar pero es una cinta muy honesta en sus intenciones, con momentos muy conmovedores, con un gran texto y una ejecución bastante bien lograda. Una película que como su protagonista parece pequeña, pero es muy grande. 

El Último Hilo: La cinta es acompañada del corto Sanjay's Super Team. Corto dirigido y escrito en base a sus experiencias por el nacido en la India, Sanjay Patel que narra el sueño de un niño que aburrido por las meditaciones de su padre, imagina a los dioses indios como superhéroes. Visualmente muy bonita y vibrante (gracias a una técnica de animación más estilizada) es una bonita reflexión sobre el sincretismo de las tradiciones y lo contemporáneo. Es además un corto bastante arriesgado pues debido a la corrección política podría caer presa del discurso fácil del 'imperialismo yanki que engulle y destruye otras culturas'. 

Y en la próxima madeja: Review de Los Muppets.

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