viernes, 7 de enero de 2011

2011, ¿un año muerto?

La Madeja del Gato (estrenando año)
Madeja #94
Por Christopher Vergara

2011 pinta para ser en el ámbito político (y casi en consecuencia económico y social) como un año practicamente muerto. ¿Muerto por qué?, por que es el año antes de EL año.

Para ser más claros, en la bonita tradición mexicana que nos ha dejado la historia de México en los ultimos lustros el año antes de las elecciones presidenciales es un año practicamente muerto, pues la clasecilla política esta más enfocada en las elecciones de 2012 que en cualquier otra cosa.

Políticamente va a ser un año de una actividad intensa en el ámbito electoral, es el año en que varios estados tienen elecciones, todos ellos en riesgo para el PRI y el PRD, en especial la joya de la corona priista, la sucesión por la gubernatura del Estado de México, dónde por ahora parece que el PRI hara todo lo que este en sus manos para, como en los tiempos clásicos, llevarse un carro completo.

Pero además de las elecciones (de las que hablaremos llegado su momento) es un año decisivo para los partidos pues empezaran a perfilar quien será su candidato definitivo a la Presidencia, el PRD, además de definir si postular a Marcelo Ebrard o Andrés Manuel López Obrador deberá elegir a quien obtenga la Presidencia del partido tras la gris y controvertida administración de Jesús Ortega. El PAN deberá delinear quien será el candidato entre una caballada más flaca y mediocre que nunca y el PRI deberá decidir si decide apoyar de manera unánime a Enrique Peña Nieto o se desata una guerra intestina como en los dos procesos pasados.

¿Como se refleja en el país? en que tendremos otro año donde la clase política (en la administración y el ámbito legislativo) sólo se dedicaran a administrar la mediocridad, el señor Felipe Calderón sólo se dedicará a hacer grilla interna y buscar imponer a su sucesor, mientras se dedica a 'manejar el navio' a dónde nos lleven los vientos aun con menor ánimo de como lo ha hecho desde 2006, no serán años de grandes cambios, ni de grandes propuestas del Ejecutivo, hasta su decalogo de reforma política quedó sepultado en un cajón de los Pinos.

Ni siquiera su guerra contra los cárteles de las drogas parece tener algún destino, pues más allá de sus rimbobantes y chaqueteros discursos, la guerra ha caido en un ciclio vicioso donde sólo se actua y responde frente a los ataques sin ningúna estrategia o idea efectiva.

Y que decir del Poder Legislativo, salvo algunas leyes pendientes que traen en materia de seguridad, sería iluso pensar que los legisladores obtengan legislaciones necesarias en la materia educativa, social, política y mucho menos económica. Los senadores preferiran acabar su nueva sede y de menos estrenar sus flamantes sillones.

Y esta administración de la mediocridad se refleja en las elites económicas, que fuera de sus habituales e inservibles estudios económicos se dedicaran a hacer la bonita grilla que les gusta, endulzandole el oido a cuanto candidato se le ponga enfrente, en especial a un mexiquense copetón.

No sabría decir si este marasmo de mediocridad contagiara también a la sociedad civil pues, amén de que este concepto es muy complejo (buena parte de la sociedad civil ni siquiera se considera asimisma como tal), es por que la otra parte que si se considera o actual como tal, se ve seducida cada seis años o a apoyar a tal o cual candidato o a quedarse en un mediocre discurso de que todo esta mal sin proponer ningún método efectivo más allá de anular el voto.

Es así como nos pinta el año 2011, un año cargado de un aura de mediocridad justo como lo ha sido la última decada del sistema político, económico y social mexicano, una decada donde nos hemos dejado llevar por el viento o la corriente, sin tomar jamás el verdadero mando del timón.

Bonito 2011 nos pinta...

El Último Hilo: Verdaderos conflictos ha enfrentando el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard en las últimas semanas a causa de su activa obra pública, primeor enfrentando a los vecinos de la colonia Narvarte por la construcción de la linea 3 del Metrobús, pero el verdadero conflicto se centra en la Supervía Poniente, un proyecto que ha desatado más críticas que bendiciones y en el cual el gobernante se juega mucho de su capital político. Nadie sabe cuál es la estrategia por la cual Ebrard defiende con tanto ahinco un proyecto con consecuencias tan complejas y mixtas a nivel ecológico y urbanistico como la Supervía. Al tiempo...

Y en la próxima madeja: La segunda temporada de XY.

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