lunes, 22 de junio de 2015

Intensa Mente

La Madeja del Gato (copada de emociones)
Madeja #306
Por Christopher Vergara

Pixar ha vuelto. 

Tras una serie de producciones que no convencieron a todos (Cars 2, Valiente y Monsters University fueron generalmente bien recibidas pero sin ese sentimiento de aclamación universal de sus anteriores cintas), el destino de Pixar parecía incierto. Pero cuando parecía que la caída era inevitable, vino Pete Docter y nos recordó la inventiva y sofisticación que puede alcanzar el estudio cuando se lo propone. 

Intensa Mente (Inside Out) nos lleva a la mente de Riley, un lugar poblado por las cinco emociones primarias que todo ser humano posee: Alegría, Furia, Temor, Desagrado y Miedo. Cada emoción (salvo Tristeza) tiene una función y en general, liderados por Alegría, se encargan de conducir su vida y responder ante las distintas situaciones que se le presentan. Todo se vuelve loco cuando Riley se enfrenta a la inminente pubertad a la vez que lidia con un cambio de ciudad, escuela y amigos. 

Intensa Mente es una cinta que por un lado es deslumbrantemente imaginativa e inventiva y por otro lado es absolutamente inteligente y bien escrita. Uno no puede dejar de maravillarse por el derroche de imaginación que implica estructurar la mente. Las emociones primarias, los recuerdos básicos que definen los aspectos de la personalidad, la memoria a corto plazo, el cuarto de abstracción, el cuarto de sueños, el tiradero de recuerdo. Todo está diseñado con una belleza y dulzura que además encierra una sofisticada y elaborada investigación sobre la forma en que opera la mente. 

El guión es deliciosamente inteligente, pues por un lado presenta una conmovedora historia que nos recuerda el poder de las relaciones humanas como aquello que define el carácter de las personas, es decir, uno es una construcción de las experiencias, personas y situaciones que ha vivido. Entre más positivas son las experiencias por las que transitan las personas, habitualmente su carácter tiende a tener mayores elementos afables antes que negativos. Riley es una niña esencialmente feliz porque su historia de vida (hasta ese momento su infancia) se desarrolló en una familia feliz y completa.

A la vez se nos narra una historia de crecimiento y de como uno de los aspectos propios de la madurez (algo que además se acentúa durante la adolescencia) es que nuestras emociones y sentimientos se vuelven más complejos y ricos con la edad. Alegría empieza a sentirse sofocada cuando no puede lograr que Riley se mantenga mayormente feliz como hasta el momento había sucedido, lo cual es una bella metáfora sobre como la adolescencia implica conocer otro tipo de sentimientos y más aún, como eventualmente descubre Alegría, que los recuerdos y las experiencias pueden ser una mezcla de distintos sentimientos. Algo o alguien nos puede generar alegría al mismo tiempo que furia, temor, disgusto o tristeza.

La cinta además termina realizando una bella escenificación de como la tristeza no es un sentimiento negativo al que deba rehuirse. Eventualmente, Alegría entiende que la función de Tristeza es lograr que otros noten que Riley necesita ayuda. Que es además a donde lleva la cinta, a la realización de que la tristeza es necesaria como un mecanismo para poder expulsar aquellos sentimientos que nos agobian a la vez que encontramos confort en los otros. 

Intensa Mente no es solo la cinta cerebral que estoy describiendo. La misma, que surgió en base a las reflexiones de Docter al ver crecer a su propia hija, es una cinta genuinamente encantadora y divertida (que tiene unos chistes francamente brillantes y divertidos) pero además es una cinta profundamente conmovedora. 

Con sentimientos que aún intento adivinar, pero Intensa Mente me tuvo llorando largos ratos de la película, desde el principio hasta el final, me conmovió hasta las lágrimas. No sólo por la inherente belleza de las imagenes que muestran como crece alguien y en consecuencia como la vida se va muy rápido, sino además por la forma tan conmovedora en que se plasma la relevancia que representa la familia, los amigos, el entorno social y la imaginación para una persona, la forma tan relevante en que definen una vida.

Como decía, la cinta es tremendamente inventiva. Desde las emociones que son francamente divertidas desde su concepción, hasta el resto de la mente, Imaginalandía, La Tierra de los Sueños, las Islas de las Emociones Centrales, los trabajadores de la memoria, son visualmente deliciosos y profundamente bellos. El segundo acto con Bing Bong, el amigo imaginario de Riley es de los momentos más hermosos de la cinta.

El doblaje de la cinta no puede dejar de ser elogiado, Cristina Hernández se luce como la vivaz y entusiasta Alegría, Moisés Iván Mora es delicioso como el escurridizo Temor, Jaime Vega es hilarante como el explosivo Furia, Erika Ugalde es la inigualable Desagrado, y Kerygma Flores es la depresiva e incomprendida Tristeza. Cada uno es brillante en su rol, al igual que el resto del elenco dirigido por Mario Castañeda. 

Intensa Mente, dirigida y co-escrita por Pete Docter (Monsters Inc. y Up) es la muestra perfecta de los grados de sofisticación e inteligencia que Pixar puede alcanzar a la vez que ofrece una historia conmovedora y divertida que nos recuerda lo más bello que poseemos como seres humanos, que son el poder de nuestras emociones y como estas se expresan en el mundo. 

Bravo chicos. Bravo Intensa Mente

El Último Hilo: El corto Lava que precede la cinta, es otra tierna historia de amor fantástica y casi imposible, tan clásica de Pixar, en esta ocasión mostrando el amor entre dos volcanes. El diseño es muy bonito pero lo más genial en esta ocasión es sin duda alguna, el que todo fluye perfectamente cantado. 

Y en la próxima madeja: Review de Daredevil.

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