jueves, 4 de junio de 2015

¿Por qué votar? (y no anular)

La Madeja del Gato (político-electoral)
Madeja #304
Por Christopher Vergara

Ante las elecciones federales y locales que se celebrarán en nuestro país el próximo domingo, una idea empieza a correr con gran fuerza entre vastos sectores de la sociedad mexicana, ¿para qué votar?. 

Siendo francamente honestos, les obran razones a los ciudadanos para no votar, tenemos problemas económicos y sociales que venimos arrastrando de decadas, tenemos una clase gobernantes cínica y despilfarradora, tenemos un sistema democrático que no alcanza a reflejar todos los anhelos de los ciudadanos, en fin, son demasiados factores que hacen sentir al elector que su voto es francamente inútil. 

Sin embargo, renunciar al voto en las circunstancias actuales es el peor error que podemos cometer como ciudadanos, ¿por qué? porque estamos renunciando a nuestro primer y más esencial derecho como ciudadanos, el de poder decidir como se integran los órganos de gobierno. 

Renunciar a algo tan básico como tener voz, así sea mínima y pequeña, dentro de la conformación del gobierno es renunciar a nuestra posibilidad de influir en la forma en qué los órganos del gobierno operan y funcionan. 

Más aún, la elección federal unicamente renovará a la Cámara de Diputados que junto con el Senado de la República son los órganos de deliberación por excelencia de nuestro sistema político. Son los órganos facultados para emitir leyes y renunciar a nuestro voto es renunciar a contribuir a una conformación que sea cercana a nuestro intereses. 

Un argumento fácil es decir que todos los partidos son iguales y que todos los políticos son igual de rateros. Es un argumento muy simplón y ramplón. Aún y con el cúmulo de errores que tienen, los partidos políticos son distintos entre si y realizan la política de diferentes maneras. La forma en que opera y vota Acción Nacional no es la misma que el Revolucionario Institucional, el Verde o el PRD. 

Más allá de si la oferta programática es distinta (que siendo cínicos quizá no la sea, pues todos los partidos dicen buscar basicamente lo mismo), lo que es cierto es que al momento de votar los partidos políticos son distintos entre si, impulsan agendas distintas y en los temas cruciales con mayor o menos consistencia generalmente votan parecido. Apoyan tales o cuales temas.

Gente que votó por el PRI y el PAN ¿realmente pensaban que no iban a aprobar una reforma energética?, ¿una reforma que el PAN buscó con insistencia durante sus fallidos gobiernos y el Peña Nieto siempre vió con agrado?, ¿enserio les sorprende?, ¿y quién les dio los votos necesarios para aprobar esa reforma?. Los millones de personas que sufragaron por esos partidos. ¿Realmente eramos tan cándidos para pensar que no votarían de en tal sentido?. 

Decir que todos los políticos son iguales es otra mentira. No es cierto. Por principio de cuentas para realizar tal afirmación sin hablar desde la comodidad de la ignorancia requiere conocer los pérfiles o siquiera los nombres de los candidatos lo cual muy pocas personas realizan. 

No todos los candidatos son iguales, más aún, me atrevería a decir que en la mayoría de los distritos, salvo los candidatos punteros, los otros candidatos son tipos bien intencionados, con sus ideas y manías como todos pero personas con buenas intenciones, ¿porqué? por los partidos ponen candidatos que saben que van a perder. Sólo los candidatos de los partidos punteros podrían ser sujetos de un escrutinio más intenso. 

¿Y aún así quién es responsable de que esos malos candidatos ganen? Nosotros. ¿Porqué? Porque les damos el voto de forma mayoritaria. 

No caígamos en mentiras. Salvo algunos casos muy excepcionales, las estructuras (el voto duro, pues) no alcanza para ganar una elección, en especial entre mayor participación tenga. Entre mayor sea el número de personas que votan el peso de las estructuras es menos. Obviamente si sólo vota un 30% o 40% del padrón, las estructuras tendrán una elección muy sencilla. 

¿No quieren que 'los mismos de siempre ganen'?, ¿no quieren que 'la malvada partidocracia gane'? VOTEN y quitenle ese poder al voto duro. 

Lo cual me lleva a otro punto. Las elecciones sirven para impulsar comportamientos en cosmos particulares. ¿Están enojados con el gobierno de Peña Nieto? Voten por un partido contrario a el, ¿están contentos con su gobierno? voten por un partido que lo apoya. Se crean condiciones en esos ambientes que definen como será la acción de gobierno. 

Y no me salgan con qué el voto no sirve porque va a perder el candidato de mi partido. Su voto sigue sirviendo, ¿por qué? porque ese voto, aunque no define al ganador de un distrito, importa para la designación de diputados de representación proporcional. Ergo, ese voto va a permitir que un diputado más de esa corriente llega. 

Esa farsa de que a los plurinominales nadie los elige es eso, una absoluta y total farsa, a los plurinominales los elegimos nosotros cuando emitimos nuestro voto. 

¿Están contentos con el gobierno de Miguel Ángel Mancera? voten por un partido cercano a el, ¿están disconformes con ello? tienen siete opciones diferentes de hacer política que sin duda alguna van a impactar en la conformación de la Asamblea Legislativa. No sólo eso, hasta votar por un Jefe Delegacional afín o desafín a Mancera puede redibujar los pesos políticos de la Ciudad.

Esa es la gran virtud de las elecciones que definen la integración de órganos plurales de deliberación, que TODOS los votos cuentan. 

Quitemonos esa falsa idea de que todos los partidos y los políticos son iguales. O no nos la quitemos, pero vamonos al punto cínico y digamos que todos son basura, pero aún entre la basura hay diferencia, y con alguna nos sentiremos menos asqueados. 

Una última cosa... se oye muy elegante y revolucionario cool pero anular es realmente tirar una boleta a la basura. Anular equivale a la pataleta de un niño berrinchudo al que su mamá no le compró un juguete. No caigan en eso. Anular quizá les merezca el aplauso de haberse tomado la molestía de ir a la casilla pero los deja igual de inutilizados que quienes no fueron. Anular no significada nada. Anular es anularse como ciudadano. 

Las elecciones son momentos cruciales a la vez que ciclicos de la vida pública de un país. Son los momentos en que autoridades y órganos de deliberación son conformados y el punto de arranque como ciudadanos. 

Si, tenemos miles de problemas, ¿pero saben algo?, siempre los hemos tenido. Si, nuestro sistema democrático no refleja todas nuestras aspiraciones, pero en nuestros quinientos años de existencia es lo mejor que hemos alcanzado. ¿Cómo podemos mejorarlo? siendo mejores ciudadanos. Es un camino largo y quizá no nos alcance la vida pero un mejor sistema democrático se alcanza participando, y eso empieza votando.

Y en la próxima Madeja: Como fue que voté.

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