viernes, 2 de mayo de 2014

La elección interna de Acción Nacional

La Madeja del Gato (política)
Madeja #262
Por Christopher Vergara

El Partido Acción Nacional se encuentra en plena campaña rumbo a su elección interna de Presidente y Secretario General a celebrarse el próximo dieciocho de mayo. Una elección histórica al ser la primera que se ha abierto a toda la militancia, a diferencia de anteriores elecciones que se decidían por el voto cupular del Consejo Nacional (irónico como los mecanismos de selección internos del PAN y el PRD se han invertido, cuando antaño fueron tan críticados por el otro). 

Como es sabido, por una parte compite Gustavo Madero, actual dirigente de Acción Nacional y quien busca su reelección, ésta vez acompañado por Ricardo Anaya, uno de sus operadores incondicionales como candidato a la Secretaría General. Por otro lado se encuentra Ernesto Cordero, senador con licencia del partido y Juan Manuel Oliva, ex-gobernador de Guanajuato como su acompañante de formula. 

La elección interna de Acción Nacional, la primera que viven tras la pérdida del poder, podría ser ejemplificada como un matrimonio en pleno proceso de divorcio, hay acusaciones de infidelidad, de falta de compromiso, de mentiras, de desatención, de cooptaciones económicas. Puro deslinde y achacamiento de culpas, ningún reconocimiento de errores. y lo más lamentable: una genúina y total falta de desinterés por el niño, perdón por el partido político. 

Es claro que son dos bandos completamente enfrentados que tras la derrota en la elección general de 2012 terminaron por romper la relación medianmente funcional que alguna vez tuvieron. Cordero representa y aglutina a los calderonistas y a el sector más conservador del Yunque, es decir, al grupo que estuvo en el poder entre 2006 y 2012, y cuyo lider moral, hoy en día profesor universitario, busca retomar el control del partido rompiendo con lo hecho por Madero. Calderón y seguidores tienen una visión netamente anti-príista, bastante radical y conservadora, con una interpretación muy rígida de los valores que le dan sentido al partido, en especial el hoy tan cacareado y mal entendido humanismo de Gómez Morín. 

Madero por su parte aglutina a el otro gran sector del partido. Los maderistas son básicamente los anticalderonistas, es decir todos (una gran cantidad) de marginados políticos que fueron alejados por Calderón y la visión tan radical y dogmática con que manejó o influyó en el partido. Es un grupo completamente variopinto, que incluye desde foxistas trasnochados, hasta los bárbaros del norte, incluyendo sectores menos radicales (lo que quiera que eso signifique) del Yunque y dicen que hasta a Margarita Zavala. 

Acción Nacional, a nivel interno se encuentra en la espiral de decadencia y podredumbre que necesariamente le sigue a un cambio tan radical como lo es la perdida del poder. Todo partido político que pierde el poder transita por un periodo donde se encuentra 'perdido', como un insecto al que le rocían con insecticida. Más que el partido, sus liderazgos se encuentran perdidos, confundidos, desconectados, sin saber que hacer con el partido. 

Lo que le sucedió a Acción Nacional es un problema muy grave: ha perdido completamente la noción de para qué quiere existir. Eso no se soluciona con frases vacías como 'ser una oposición' o 'seguir construyendo un México justo y equitativo'. Además de ello arrastra los vicios y las consecuencias de su ejercicio en el poder, lo cual incluye la vasta cantidad de cloacas de corrupción que se están conociendo. En pocas palabras, no saben quienes son, sólo tienen presente su oscuro pasado y ya no recuerdan porqué existen. Un coctel bastante podrido. 

Ambas formulas tienen argumentos valiosos en sus respectivas al contrario, pero también carecen de la más elemental autocrítica. Lo que es peor, ambas formulas no garantizan de ninguna manera que sean el equipo necesario para sacar al panismo del marasmo en el que se encuentra. Ambos tienen diagnósticos correctos pero muy parciales, y las visiones políticas son completamente sectorizadas hacía sus fieles, lo cual excluye prácticamente medio partido. 

Lo que Acción Nacional requiere, es practicamente lo mismo que requieren los otros dos grandes partidos, aunque los síntomas son más notorios en el PAN (quizá porqué el PRI está en el poder, y porqué para el PRD son problemas estructurales que le vienen de orígen). Requiere por un lado repensar su ideología y sus razones de existencia, es decir, retomar la formación doctrinal e ideológica y por otra parte renovar los cuadros políticos del partido con sangre más joven que pueda escapar al proceso de deformación ética que se dio cuando el partido estuvo en el poder. 

La elección interna de Acción Nacional poco impacta realmente en la percepción que tiene la ciudadanía del partido, pero en sus militantes es otro triste capítulo en la historia tan deprimente que fue su estancia en el poder y lo es la desintoxicación del mismo. En otras palabras, Cordero y Madero deberían pensar en sus militantes y dejarse de niñerías y bravuconerías políticas e inservibles. 

Y en la próxima madeja: Review de Liv & Maddie. 

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