sábado, 19 de abril de 2014

El Sorprendente Hombre Araña 2

La Madeja del Gato (arácnida y de 5° aniversario)
Madeja #261
Por Christopher Vergara

Abril continúa con más superhéroes de la casa Marvel y ésta semana tocó el turno, dos semanas antes que en Estados Unidos, a El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro (The Amazing Spider-Man 2), primer secuela de ésta nueva franquicia que Sony iniciará en 2012 y que nos entregó una primera y solida secuela a cargo de Marc Webb, quien repite en la dirección. 

La Amenaza de Electro nos situa un par de años después de la primer película, en los días previos a la graduación de la preparatoria de Peter Parker (Andrew Garfield), nuestro querido Hombre Araña, quien ya es ampliamente conocido por toda Nueva York, como siempre generando pasiones y opiniones divididas por su rol como enmascarado. Sin hacer valer la promesa que le hiciera a su padre, Peter mantiene una relación con Gwen Stacy (Emma Stone), quien se ha graduado como la primera de su clase y lidia con el estrés emocional que significa ser novia de un superhéroe. 

Las cosas cambian cuando un amigo de la infancia de Peter, Harry Osborn (Dane DeHaan) regresa para tomar el lugar de su padre a la cabeza de Industrias Oscorp, así como para descubrir una verdad nada agradable que pone en inminente riesgo su vida. Más aún, las cosas se complican cuando un completo don nadie, como el Ingeniero eléctrico, Max Dillon (Jamie Foxx) sufre un accidente que lo convierte en el villano Electro, a la vez que Peter continúa sus investigaciones relativas a la misteriosa desaparición y muerte de sus padres, que incluye una dolorosa revelación de su querida Tia May (Sally Field). 

La historia de ésta nueva secuela fue escrito en un primer tratamiento por James Vanderbilt (guionista de la primera parte) y recibió tratamientos adicionales de Alex Kurtzman y Roberto Orci (guionistas de Misión Imposible III, Transformers y Star Trek) junto con Jeff Pinker, con experiencia en televisión en series como Fringe, Alias y Lost. Más allá de que tener tantos guionistas nunca es tan sano, una vez más los problemas de ésta entrega son muy similares a los de Spíder-Man 3 y creo que básicamente se reducen a un exceso de tramas, consecuencia de un excesivo interés comercial de Sony Pictures mal encausado. 

La diferencia entre aquella cinta y ésta, es que Marc Webb demostró mucha mayor habilidad que Sam Raimi para contener los desmedidos afanes del estudio impidiendo que la película se le saliera de las manos y terminará siendo un batidillo como aquella. Es sin duda alguna, una vez más la dirección de Webb la que sorprende y termina por ser francamente encantadora. 

La Amenaza de Electro es una película genuinamente entretenida, que aunque no alcanza a mi parecer los niveles de diversión de su anterior entrega, si aprovecha las bondades de no tener que introducir una historia para entrar de lleno a una historia entretenida, muy divertida, conmovedora por momentos y de una manufactura de impecable calidad, donde el presupuesto se nota y se agradece.

Andrew Garfield vuelve a cumplir su rol de éste Peter Parker que representa el nerd del siglo XXI, donde no estamos ya ante un ñoño bulleado y marginado, sino ante un genio en potencia que además de todo es cool. Si algo se ha de agradecer a el mismo Spider-Man de los cómics es haber sido parte de la ola que transformó, de manera lenta pero constante, lo nerd en cool. Por ello no es malo que éste nuevo Peter Parker sea sexy y cool, porqué ser nerd hoy en día también es eso. Garfield ya domina el papel y es realmente encantador en el. 

Pero como los tiempos también lo exijen, los intereses románticos de Peter no pueden ser las encantadoras pero ciertamente huecas contrapartes de los cómics. A diferencia de la original Gwen Stacy que además de ser hermosa era ciertamente una preparatoriana común y corriente, ésta nueva Gwen Stacy es el prototipo de una mujer independiente, inteligente incluso más que Peter, que toma decisiones por si misma y que es dueña de si. 

Lo mismo aplica para la tía May, que ya no es la ancianita tierna y siempre en peligro, sino es una señora entrada en sus cincuenta que tiene problemas para pagar la universidad de su nieto pero trabaja para solucionarlo. La modernización le sienta bien a ambos roles, pues los vuelve verdaderos modelos a seguir para las fans del arácnido. Sobra decir que tanto Emma Stone como Sally Field, mujeres que en la vida real son como sus personajes, son francamente deliciosas y encantadoras en sus roles.

Quizá el eslabón más débil de éste filme es un personaje que le faltó mejor desarrollo en el guión. Obviamente hablo del villano principal de la cinta, Electro. Foxx está realmente fantástico en su papel pero el guión es francamente endeble, quizá derivado del exceso de tramas. Una vez más, tal y como sucede en la mayoría de las entregas del Marvel Cinematic Universe, el villano es muy flojo. 

Por dos razones: uno, sus motivos son bastante tontos y dos, las razones por las que se vuelve villano lo son aún más. Hablamos de un marginado social, de un completo don nadie, que de la noche a la mañana se obsesiona con Spider-Man y con Gwen, que sufre un accidente y que en menos de dos segundos se convierte en malvado y odia a Spidey únicamente porqué lo quitaron de la pantalla. ¡Porqué lo borraron de la pantalla!. La idea era completamente buena: hablar de como marginar puede ser desastroso para las personas pues la lleva a tomar malas decisiones era brillante, pero la ejecución es completamente tonta y desaprovechada. Peor aún, el villano termina siendo un mero esbirro de Osborn. 

Lo cual nos lleva al segundo punto que me parece defectuoso: esa tendencia que está buscando Sony en convertir a Osborn como el villano principal de Spider-Man. Porqué ahora resulta que Osborn no va a ser solo el Green Goblin, sino tal y como lo plantea la película (y seguramente será en ese probable desastre que se convierta el spin-off de los Sinester Six). Osborn va a ser el creador de el Doctor Octopus, Vulture, Lizard, y tal como se muestra en el filme de Electro, Rhino y a ver quien más se deja. 

Si una bondad tiene Spider-Man es que Stan Lee le creo una vasta y variada galería de villanos que en igualdad de circunstancias son mortales y peligrosos para Spider-Man por sus propias causas y orígenes. No porqué estén relacionados entre si. Entiendo que ahí hay una intención de hablar de la corporativización y los conglomerados económicos pero de eso a que todos terminen siendo meros empleados de Osborn, pues no. La razón de ser los Sinester Six es que todos se unen al darse cuenta de que sólos no pueden, y si terminan fracasando es porqué sus desacuerdos los hacen matarse entre ellos antes que ir por Spider-Man. 

Tampoco me gusta mucho esa trama de ligar a Richard Parker, el padre de Peter con Osborn y así darle un sentido a porqué la Araña le transfirió los poderes a Spidey. El tema de los padres de Peter siempre me ha parecido bastante irrelevante (a final de cuentas ni lo criaron) y la forma en que está indexada a la trama me parece ciertamente innecesario, además de que elimina el factor de que todo superhéroe puede provenir de cualquier lado. Eso de que el veneno sólo funciono en Peter porqué había genes de su padre, pues le resta mucho a aquello de 'un desafortunado accidente'. 

Aunque no me alegra mucho la forma en que es introducido Harry Osborn (eso de que es un amigo de la infancia es mucho menos poderoso a que es el amigo de toda la vida de Peter, lo cual aumenta el nivel dramático). En general la historia me gustó, que sea una degeneración crónica la que lleva a Norman a realizar las investigaciones, que su hijo las continúe y eso en general me gustó. El final deja abierto el regreso de Harry, aunque quizá siento que sus oportunidades de redención están mucho más limitadas, lo cual es ciertamente cuestionable, pues la función de Harry como el Green Goblin es mostrar que la redención es posible. 

Fuera de éstos detalles, que podrán sonar muy ridículos o melindrosos para la mayoría en general estamos ante un buen filme. Que sigue sin poder superar a Spider-Man 2, el pináculo de la saga arácnida pero que cumple su cometido. Ahora un spoiler (si lo quieren evitar, salten al siguiente párrafo): sobre el final de Gwe. Aunque triste, era esperable. La muerte de Gwen Stacy, del primer gran amor de Peter, más allá de que le sume culpas adicionales, es la materialización de los riesgos y costos de ser superhéroe. Aunque lamentable y conmovedora, su muerte sólo reafirma el mensaje central del filme. 

Cada superhéroe refleja o proyecta un valor, una idea, una función, algo hacia la psique del público. Tal como hace unas semanas comentabamos que el Capitán América era el símbolo de la libertad, Spider-Man, queda claramente marcado en éste filme es la esperanza. 

Pero creo yo que más allá de la esperanza en que las cosas van a mejorar, como lo dice Peter, es aquello que dice Gwen en el discurso de graduación, que es la esperanza en los tiempos oscuros. Porqué eso fue lo que le paso a Peter, cuando veía perdido todo y la vida lo puso en esa situación cuando lo picó la araña, porqué eso representó en la vida de esos neoyorkinos cuando veían perdido su patrimonio a manos de la delincuencia. 

La esperanza no es que los problemas se solucionen. La esperanza no es que haya felicidad inmediata y absoluta. La esperanza no es reír y sonreír todo el día. La esperanza es una energía que da fuerza para no rendirse y para seguir combatiendo los problemas, enfretarlos y no rendirse. 

Eso es Spider-Man para millones. Un símbolo de como sobreponerse a las adversidades. 

El Último Hilo: Ésta Madeja se encuentra de absolutos mancha manteles celebrando cinco años de estar con ustedes, entrando en cada ocasión que una de mis columnas es leída. Solamente tengo agradecimiento para quien en alguna ocasión haya prestado atención a éstas palabras. Que ésta aventura dure muchos años más. Seguimos aquí, leyendonos cada semana. Muchas gracias.

Y en la próxima madeja: Liv & Maddie, review.

No hay comentarios:

Publicar un comentario