lunes, 26 de mayo de 2014

Glee, temporada 5

La Madeja del Gato (gleek)
Madeja #265
Por Christopher Vergara

El pasado 13 de mayo concluyó en Estados Unidos (en América Latina lo hará el próximo 29 de mayo), la quinta temporada de Glee, en su capítulo veinte. Una temporada muy caótica en términos de producción, que se vio mermada en su orden original derivado de la completa recalendarización que significó la muerte de Cory Monteith, y que en términos generales tuvo como característica una baja espantosa en los números, en especial los de los 12 capítulos estrenados en 2014 cuando retomó su día de transmisión de los martes, tras mucho tiempo de estrenar episodios los jueves.

Siendo honestos, Glee ya no es relevante. Glee dejó de ser relevante probablemente desde la tercer temporada. Pero ello tampoco es malo. Si, se fueron el ruido, el estruéndo, el éxito abrumador y la locura del principio, pero en términos amplios, Glee sigue siendo una fantástica comedia música, con divertidos personajes, grandes canciones y temáticas ampliamente atractivas y relacionables con su audiencia principal, adolescentes y jóvenes adultos. Se habrá ido la pompa y circunstancia, pero el corazón permanece.

Ésta quinta temporada estuvo dividida en dos segmentos o bloques. Los primeros trece episodios que dieron cierre al año escolar iniciado en la cuarta temporada (el año escolar más largo en la historia de Glee), hasta llegar a las Nacionales, graduación y desbandada de New Directions, mientras que los restantes siete episodios, basados exclusivamente en Nueva York se encargaron de darle un nuevo set up a los personajes, en especial nuestros queridos protagonistas que viven en Nueva York.

Es así que tuvimos grandes capítulos como ese especial de arranque de la temporada en homenaje a The Beatles, que trajo como consecuencia el que Blaine y Kurt se comprometieran a casarse (ya luego vendrían muchas pruebas a esa relación). Obviamente el capítulo dedicado a Cory Monteith que abordó la muerte del personaje de Finn Hudson, capítulo que reseñamos y seguimos considerando extraño cuando menos.

Tras ello vendrían episodios realmente fantásticos como A Katy or a Gaga que representó un genial enfrentamiento entre el pop clásico y sus versiones más oscuras, o The End of Twerk, donde Glee se subió a la moda del twerking para hablar de lo dañino que pueden ser los estereotipos o las exageraciones sociales ante aquello que se considera impropio o indebido.

Uno de mis episodios favoritos fue Movin' Out, el episodio homenaje a la música del gran Billy Joel que no regaló fantásticas reflexiones sobre como un joven se enfrenta al futuro, a los retos que le representa y como se puede dar incluso el miedo a los sueños. Luego vendría Puppet Master un episodio icónico al contar con las versiones puppet de Glee y una brillante reflexión sobre como ser un líder implica acercarse a la barrera de ser un controlador, lo cual requiere inteligencia para no cruzarla y mucho menos seguirse.

Tuvimos ese raro y extraño especial de Navidad (que además parece que será el último que se produzca). Tras ello vendría el break de dos meses que terminaría con Frenemies donde serían exploradas las dinámicas de amistad de Santana y Rachel así como las siempre brillantes apariciones de Adam Lambert como Elliot Starchild, que continuaría en Trio, donde se uniría junto con Demi Lovato, otra brillante adición a ésta temporada.

Todo ello pavimentando el capítulo para tres capítulos impresionantes, City of Angels, las últimas nacionales del club en las cuáles quedarían en segundo lugar llevando de forma inminente a que Sue cumpliera su amenaza de cerrar New Directions. Ello sería la antesala para dos episodios épicos, 100 y New Directions, los cuales en conmemoración de la centena de episodios serían el cierre de una etapa muy relevante en Glee, la ubicada en Lima, Ohio, con el cierre de New Directions, la reversión de grandes reversiones de Glee y el regreso de dos invitadas muy especiales, Kristin Chenoweth y Gwynelth Paltrow así como el regreso de toda la banda de clásicos. 

Ello sería el puente a los siete episodios finales, en los cuales daríamos un salto en el tiempo para finalmente ajustarnos a los tiempos que sucedían en pantalla con los reales y que significarían la reducción del elenco a apenas siete personajes, Rachel, Kurt, Santana, Mercedes, Sam, Artie y Blaine. Y así llegaron historias más sencillas y humildes, menos estruendosas. 

Tuvimos un genial y divertido New New York que sentó las bases para ésta nueva etapa, vino después Bash, donde el tema de la violencia y el acoso homofóbico fue llevado de las escuelas al mundo real, Tested por su parte habló en tono cómico de las enfermedades de transmisión sexual pero más importante puso una vez más a prueba la relación de Kurt y Blaine al enfrentarlos a nuevas situaciones que cambian el estado de su relación. 

Tras ello vendría uno de los momentos cumbres de la serie en Opening Night, donde Rachel finalmente alcanzaría su sueño de interpretar a Fanny Brice en el revival de Funny Girl, un momento estelar único que de inmediato cambiaría en The Back Up Plan donde Rachel empezaría a coquetear con la idea de buscar nuevos horizontes descubriendo que quizá Funny Girl no era el sueño de su vida, sino sólo uno más. 

Así vendría Old Dog, New Tricks, uno de los episodios más fabulosos de Glee, escrito por Chris Colfer, nuestro querido Kurt, que nos traería de regreso al Kurt inseguro ante ahora la vida además de muchos adorables ancianos y tiernos perritos huérfanos. Para finalmente así llegar a The Untitled Rachel Berry Project, el final de temporada que acomodaría algunas cosas pero primordialmente tendría a Rachel a punto de un nuevo capítulo en su vida, el de realizar un piloto en Los Ángeles para la televisión. 

A nivel de personajes, sin duda la perdida de Finn fue completamente lamentable para la serie, que perdió de alguna manera la conexión que los unía y enlazaba. A Finn, a quien se le recordó varias veces en la serie, se le extraña mucho. Montones, nada es lo mismo sin, pero la vida sigue. 

Algo que extraño en éstos episodios de Nueva York es al elenco más joven de la serie, la acidez deliciosa de Kitty, la tímidez de Marley, la buena onda de Ryder, las locuras de Unique y la fuerza másculina de Jake. De nuestros queridos personajes, es hermoso ver triunfar a Rachel y verla ser la estrella que siempre ha sido,  a Santana ser una perra que sigue buscando su camino, a Artie crecer y dejar sus miedos relacionados con su discapacidad, a Mercedes regresar y construir su carrera, a Quinn (Dios! como amo a Quinn) regresar bella y hermosa e iniciar una nueva aventura con Puck, a Tina ser esa amiga raro que todos tenemos y adoramos, a Kurt enfrentar sus miedos y salir adelante, a Sam convertirse en todo un hombre y en especial a Blaine. 

No sólo amo locamente a Blaine porqué estoy completamente enamorado de Darren Criss. Amo a Blaine porqué me identifico de tantas formas con el personaje. Tanto en sus puntos buenos como en sus puntos malos. Ver a ese chico imperfecto, con obsesiones, con manías, con miedos, con fortalezas y con talentos. Muchos de los cuales comparto, es algo francamente invaluable.

Derivado de los bajos niveles de audiencia se ha anunciado que la sexta temporada de Glee, la que se sabe es la final, será emitida hasta la midseason, es decir, cuando menos hasta enero de 2015, y que probablemente la orden de episodios sea reducida de los 22 ordenados. Sea como sea, Glee se encuentra en una impecable posición para cerrar su recorrido de seis años, con el mismo corazón, entrega y energía con el que lo ha venido haciendo. 

La quinta temporada de Glee fue una temporada de total transición, el cierre de las tramas escolares y el inicio de la vida real, de la vida fuera de la escuela de nuestros queridos personajes. Tal y como en la misma vida, Glee ha crecido con su público, que aunque quizá sea menos, sigue emocionandose y vibrando cada semana con las historias, los momentos, las risas y las lágrimas de éstos queridos personajes. 

La sexta temporada de Glee sin duda será un maremoto de emociones, habrá risas, lágrimas, nostalgia, catarsis y alegría. Estamos lista para ella. Ha sido un viaje extraordinario, y el cierre lo será más. 

Gracias por una gran quinta temporada Glee. Estamos listos para decir adiós. 

Y en la próxima madeja: Review de X-Men Días del Futuro Pasado.

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