martes, 18 de febrero de 2014

Looking

La Madeja del Gato (con libertad sexual)
Madeja #251
Por Christopher Vergara

Hará cosa de unas cuatro semanas que HBO estrenó Looking, que fue anunciada como la visión gay dentro de la larga lista de series de calidad premium que el canal/productora ofrece a sus suscriptores, más allá de que ésto sea cierto o no (particularmente pienso que muchos de los productos de HBO están profundamente sobrevalorados), Looking se muestra como una genuina y encantadora dramedia sobre el hombre gay actual. 

Creada por Michael Lannan, productor de la cinta Recuerdame y del corto independiente Lorimar y producida ejecutivamente por David Marshall Grant (Smash, Brothers & Sisters), Sarah Condon (Clarissa explains it all y Bored to Death) así como Andrew Haigh (editor de una decena de películas). Looking narra las aventuras de tres amigos gay que viven en el San Francisco de nuestros días y se enfrentan a los dilemas y conflictos del hombre gay en el 2014. 

Así tenemos a Patrick (el siempre genial Jonathan Groff), diseñador de videojuegos en sus 29 años, que es el típico nerd enamoradizo que nunca ha tenido una relación real en su vida y se debate entre dejarse arrastrar por el mundo gay o mantenerse fiel a aquello que busca. Agustín (Frankie J. Alvarez), amigo de la Universidad de Patrick y artista frustrado que lidia con reencontrar sus aspiraciones artísticas mientras mantiene una relación de largo tiempo con vida. Finalmente tenemos a Dom (Murray Bartlett), hombre de 39 años que además de lidiar con la crisis propia de la edad, busca finalmente lograr sus sueños de tener un restaurante de pollo a la portuguesa. 

Esta es la premisa básica para una de las series no solamente amenas que ha tenido la televisión norteamericana sobre el mundo gay, sino cuenta con la fortaleza de tener una naturalidad pocas veces antes vista. La explosión de la televisión de temática gay finalmente nos ha llevado a éste punto donde sean las tramas y los personajes, más que su orientación sexual lo que determine el tipo de historias a narrar. 

Obviamente Looking no sería posible sin todas aquellas magníficas series que le han antecedido en la temática y desde mediados de los noventa fueron abriendo brecha en el mercado. Títulos como Will & Grace, Queer as Folk, The New Normal y Modern Family fueron abriendo temática gay en el mercado televisivo y nos han permitido que hoy en la televisión premium tengamos éste tipo de títulos. 

Como mencione, el punto más fuerte y apreciable de Looking es la naturalidad de sus personajes. No hablamos de personas que tengan ya su vida resulta y una familia hecha, sino tenemos treintañeros comunes que lidian con los problemas típicos de las relaciones humanas (encontrar una pareja estable, un buen empleo y realizar tus sueños) aderezados con los tópicos homosexuales de actualidad, como el amor en los tiempos de las redes sociales, las prácticas sexuales de moda o el conciliar una vida real y común con los estereotipos gay. Por eso la serie es tan brillantemente divertida, por el tipo de situaciones que presenta que sin ser ajenas a lo ordinario tienen un gran poder de relatabilidad con su audiencia. 

Es decir, es imposible no identificarse y empezar a querer a éstos personas. Por ejemplo, mi favorito es Patrick, porqué me identifico mucho con el. Como dije es el típico gay nerd y cursi que intenta equilibrar lo que el mundo gay exige de el o espera de el, con aquello que realmente busca y lo haría feliz. Para cualquiera que alguna vez haya tenido aunque sea un breve acercamiento a éste ambiente sabrá de que hablo. Es un ambiente donde, aunque todo mundo lo niega, se le exige demasiado a los otros, tanto en aspectos físicos pero incluso emocionales. Igual todos se acaban sintiendo como Patrick, lo cual sería muy irónico pero así me he identificado yo.

Además de los personajes, sus historias son realmente encantadores, pues aunque siguen un molde muy claro de capítulo temático con lección (es decir, cada episodio presenta una linea dramática muy clara que busca tratar un tópico gay en específico con todo y mensaje al final), también va armando lentamente una serie de tramas a largo plazo que permiten darle riqueza a los personajes. En ese aspecto combina la unidad episódica de la comedia con la expansión argumental del drama. 

Otro punto favorable de la serie es la forma de producción de HBO, que hace ordenes marcadamente breves (ésta temporada apenas totalizara ocho episodios), lo cual permite a los escritores tener una idea muy clara del tiempo disponible y las posibilidades argumentales que se les presentan y el como aprovecharlas. Un dato muy bonito sin duda es las locaciones, pues el San Francisco actual muestra la edad y experiencia pero también mucha vitalidad.

Un tema muy comentado por la prensa fue el relativo a las escenas sexuales que pudiera presentar la serie. Sobre ello cabe establecer que, más allá del morbo, la verdad es que éstas han sido dispensables en la serie. De hecho, entre menos sexo ha presentado el capítulo mejor ha sido. El primer capítulo, con los problemas típicos de cada inicio tuvo sexo frecuente y el resultado me dejo ambivalente. El cuarto episodio no presentó una sola escena de sexo y fue mucho más divertido. De cualquier forma, la forma en que es presentado el sexo en la serie es bastante natural y estéticamente agradable.

Por ello es que Looking es una gran serie que aun nos depara muchas sorpresas rumbo a futuro. Con un muy solido elenco (Groff encabezando pero el resto funcionando de maravilla), unos guiones encantadores, unas historias muy vívidas y un enfoque netamente natural, estamos pues ante un nuevo punto de quiebre para la televisión de temática gay a nivel mundial. Bien Looking. Muy bien. 

Y en la próxima madeja: Review El Sueño de Walt.

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