martes, 20 de marzo de 2012

Las primarias repúblicanas

La Madeja del Gato (electoral)
Madeja #156
Por Christopher Vergara

El pasado enero arrancaron las primarias repúblicanas en los Estados Unidos que buscan definir al candidato presidencial que los republicanos postularan y que buscara derrotar al Presidente Barack Obama y evitar que se convierta en un Presidente de doble periodo, coronando la única labor política que han realizado desde 2009, torpedear al Presidente en todas y cada una de sus decisiones.

Sin embargo, tras lo que pareceria un triunfo inevitable en las elecciones de noviembre de este año (en las que supuestamente los repúblicanos llegarian crecidos y poderosos tras su triunfo total en las elecciones intermedias de 2010). Una serie de factores han provocado que ese 'destino manifiesto' sea cada vez menos claro e inevitable.

No sólo hay factores externos que favorecen al Presidente Obama (de los cuales hablaremos meses adelante) sino hay demasiados factores internos que hacen que hoy, casi cuatro meses después, la resolución de la candidatura aun este pendiente, mientras el partido y las bases repúblicanas se debilitan más y más, y más.

En buena parte es culpa de los mismos repúblicanos por permitir que sectores de la ultraderecha más conservadora no sólo se infiltraran al partido, sino que tomaran grandes cotos de poder, lo cual más que fortalecer y unir al partido lo han terminado dividiendo y pulverizando a niveles apabullantes.

Y es que se han establecido facciones irreconciliables del partido, pues por un lado estan los viejos repúblicanos, de una derecha ciertamente moderada que se han visto arrastrados a una voragine absurda por el Tea Party que representa a la derecha más radical, dogmática, arcaica, atrasada, prejuiciosa, y anticuada que puede tener el espectro político.

Las bases republicanas tradicionales no saben quye hacer con ellos pues por un lado los necesitan para obtener una cantidad nada despreciable de votos (el Tea Party tiene arrastre importante en sectores de la población fuertemente golpeados por la crisis y de corte caucasico) pero por otro son un lastre para muchas de sus aspiraciones, pues para mantener las bases radicales contentas se recurre a un discurso que aleja a los independientes, que al final del día deciden elecciones.

Es así como llegamos a un abril donde tenemos aun cuatro precandidatos presidenciales que no termina de cuajar en el electorado repúblicano y sólo lo terminan debilitando rumbo a las elecciones generales de noviembre.

Por un lado, tenemos al exgobernador de Massachussetts, Mitt Romney, que en otras circunstancias sería ya el candidato a estas fechas, de corte conservador pero moderado, con cierta inteligencia política y con talante atractivo para sectores moderados, Romney era el candidato natural e inevitable hace un año, pero el Tea Party se le atravesó y se fregó el asunto.

No sólo Romney ha destrozado ciertas de las virtudes anteriormente señaladas al tener que derechizarse cada día más con el fin de ser atractivo para las bases conservadoras, lo cual lo aleja de los sectores independientes. Simplemente por más intentos que ha hecho, no ha podido congeniar con esta base que lo considera muy debil, poco radical, un liberal disfrazado de conservador y hasta dudan de el por ser mormón (la mayoría de la base del Tea Party son cristianos ortodoxos).

Es por ello que la campaña ha estado empañada con sendos imbéciles como Rick Santorum, Newt Gringrich o Ron Paul que aun estan en campaña y buscan competir por ver quien es el 'más conservador y radical' que logre cohesionar a esa base y de ahi lanzarse a la loca campaña por el despeñadero.

De los tres Santorum ha parecido ser el que más ha logrado levantar los ánimos del Tea Party, al mostrarse como el más radical y afin a las ideas retrogradas de ese movimiento, muy para descontento de la base tradicional repúblicana y claro, de los lideres políticos del mismo, que saben que la llegada del mismo a la candidatura es practicamente perder el juego en la mesa.

A estas alturas es muy complicado que Santorum o cualquiera de los otros dos llegue a ser candidato (cada primaria o caucus que se realiza complica matematicamente ese momento) pero aunque sea imposible conseguir la nominación, al menos Santorum y Gringrich han manifestado sus intenciones de ir hasta mayo y de ser posible hasta la convención de agosto, lo cual sólo va a debilitar más al partido.

Lo que se ocasionaria en tal caso sería la obvia división y apatía de los repúblicanos, pues aun con el triunfo en la Convención de Romney, las bases del Tea Party se sentirian defraudadas y olvidadas logrando su apatia y no voto en noviembre lo cual debilitaria mucho la candidatura de Romney en una elección que de entrada se antoja complicada.

Por ello han sido unas primarias largas y dolorosas. Largas porque se han extendido más allá de lo permisivo, y dolorosas por que han dividido, enfrentado, segmentado, y debilitado a las bases repúblicanas hasta tal punto que se vuelven facciones irreconciliables.

Todo eso mientras Obama sonríe con mayor fuerza cada día desde la Oficina Oval de Washington. Al tiempo.

El Último Hilo: Aunque Romney ha ganado el apoyo de muchos más estados que los otros tres, le ha faltado el apoyo de ciertos estados claves en algunos targets tradicionalmente fieles a los repúblicanos. Sus derrotas en estados blancos, mayoritariamente agrícolas, cristianos, los del llamado Middle de Estados Unidos, reflejan esa carencia de fuerza. Al contrario, Romney ha obtenido ventaja en estados que en las elecciones generales tradicionalmente son democratas.

Y en las próxima madeja: Vamos a Tabasco, que no sólo es un edén, sino tiene una elección harto interesante.

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