domingo, 11 de marzo de 2012

John Carter: Entre Dos Mundos

La Madeja del Gato (de la Tierra)
Madeja #155
Por Christopher Vergara

Lanzada a escala global en casi todo el mundo, este fin de semana llegó a las carteleras, John Carter, el nuevo super blockbuster de Disney que intenta convertirse en una nueva y exitosa franquicia del estudio de Disney. Basada en las clásicas (y quiza ahora un poco olvidadas) novelas de Edgar Rice Burroughs (si, el autor de Tarzán), John Carter marca el debut dirigiendo live-action de Andrew Stanton, famosos hijo de Pixar y director de Buscando a Nemo y WALL-E. 

John Carter nos narra la historia de su protagonista (un muy cumplidor y efectivo Taylor Kitsch) quien huyendo de una tribu de apaches en la América de finales del siglo XIX se ve transportado a Marte (cuyo nombre correcto es Barsoom. Ahi, hace contacto con una raza de marcianos, los Tharks, quienes en un primer momento lo toman como su mascota/hijo, y después lo hacen uno de ellos. A la vez el conoce la compleja situación del muriente Barsoom, quien se encuentra dividido y en guerra entre diferentes facciones de barsoomianos que pelean por el poder, con los extraños Holy Therns, que guardan muchos secretos y un gran poder. 

Aunque es una obra actualmente poco conocida, A Princess of Mars (el nombre de la novela original) es uno de los clásicos de ciencia ficción por excelencia de la literatura norteamericana, y ha sido fuente de inspiración para directores y creativos de ciencia ficción como George Lucas o James Cameron. Es por ello que las historias y momentos de Carter puedan sonar tan conocidas para las audiencias, y no es porque Carter sea una copia, es porque es el original del que todos se copiaron. 

Stanton entra con gran éxito en su primer filme de ciencia ficción y entrega una pieza efectiva y amena que cumple con todas las reglas de un blockbuster, una historia entretenida y completa, buenas actuaciones, unos fantásticos efectos especiales, un maravilloso trabajo de diseño de personajes, criaturas, y razas, y en general una dirección solida y eficiente. 

Cabe resaltar mucho el bonito trabajo de motion-capture con los tharks, Willem Dafoe, Samantha Morton y Thomas Haden Church crean unos personajes preciosos que demuestran sus grandes dotes como actores, con todo y que jamás vemos algo que se parezca a su cara. Lynn Collins cumple con su papel de princesa aunque sin irse más allá de lo necesario. 

Quiza el mayor problema del filme es que por momentos es confuso y presenta demasiada información para que el público pueda procesarla, además maneja un lenguaje original que es amplio y que por momentos confunde y dificulta su entendimiento. La película explica de manera deficiente ciertas partes que impiden la comprensión de ciertos motivos o razones de los personajes. En líneas generales el filme se pierde entre el marasmo de información.

Fuera de ese error, el filme es una pieza de ciencia ficción pura y energética que, esperemos funcione y permita adentrarnos más y con mayor profundida en este rico y maravilloso universo que Edgar Rice Burroughs creará hace exactos cien años. 

El Último Hilo: Este fin de semana se estrenó y las taquillas no fueron tan emocionantes, apenas 30.6 millones de dólares en EU, partiendo en segunda plaza abajo de El Lórax que Universal lanzó con gran exito la semana pasada. ¿A que se debe el trago amargo? Me parece que a todos.

Stanton por sobreexcederse en el presupuesto y llegar a reshoots que elevaron los costos del puro filme por encima de los 250 millones de dólares. Disney por no controlar sus gastos (en este punto, Rich Ross señala que este es el ultimo hijo de Dick Cook el antiguo jefe del estudio y que fue Iger el que le dió tantas prebendas a Stanton). Y claro, en tercer lugar al equipo de marketing de Disney (al que acaban de correr) por realizar uno de las campañas de marketing más horrendas de la historia.

No sólo jamás explicaron un apice de que carajos iba el filme (eso lo quisieron arreglar en las ultimas tres semanas de campaña), sus posters no decian nada, nadie se tomo la molestía de revalorar los olvidados trabajos de Burroughs, no vendieron la historia de romance, nadie se preocupo por llevar a los niños y mucho menos intentaron hacer parecer al filme algo diferente a cosas que se han visto antes.

Fue una campaña desastrosa en todo sentido... y ahi estan los resultados. Hay que agradecer a los mercados internacionales porque salvaron el pellejo del mega gasto de este filme, Disney lanzó el filme en 80% del mercado internacional (claves sólo faltan Japón y China) y será que los equipos de marketing lo hicieron mejor o el sereno pero el filme obtiene 70 millones de dólares incluyendo colosales números de Asia, América Latina y Rusia. Europa estuvo más dividida pero también con buenos números. 

Y en la próxima madeja: Las largas y dolorosas primarias repúblicanas.

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