martes, 6 de marzo de 2012

Geek Charming

La Madeja del Gato (encantadora)
Madeja #154
Por Christopher Vergara

Cuando Disney Channel se quiere poner serio y realista (dentro de los límites de la marca), lo hace en grande. Lo demostró el año pasado retomando su esencia más humilde y humana con Lemonade Mouth y lo vuelve a demostrar con Geek Charming, lanzada a finales de 2011 en Disney Channel EU (ambas sin ser estrenadas en Disney Channel Latinoamérica). 

Así es como llegamos a Geek Charming. Basada en la novela homónima de Robin Palmer y bajo la dirección de Jeffrey Hornaday, Geek Charming nos cuenta la historia de Josh Rosen, un geek del cine con aspiraciones de una carrera profesional como director que tras una serie de circunstancias elige a Dylan Schoenfield, típica diva de la moda de preparatoria con la idea de preparar un docúmental sobre la popularidad. 

Con una premisa tan sencilla (el típico caso de polos opuestos) y un final más que cantado (acaban juntos, y eso no tiene ninguna sorpresa): es el desarrollo, la manera en que se presenta la historia la que termina siendo verdaderamente 'el encanto del geek'. 

Sin alejarse de los canones típicos del género, Geek Charming si logra alejarse de los estadares típicos del canal para mostrarnos unos personajes deliciosos en un mundo creíble y una historia de amor enternecedora y fantástica. 

Estos son adolescentes comunes y corrientes, con grandes sueños de triunfo en el caso de Josh, pero realizandose de una manera más realista (a través de un concurso local de cine con un curso inicial como premio), con problemas emocionales típicos pero vitales y formativos en el curso de cualquier persona como la soledad, la ausencia de figuras familiares, la busqueda de identidad, la necesidad del sentido de pertenencia, en fin, todos aquellos temas tópic del canal (y de los adolescentes) pero presentados de una manera preciosa. 

El quid de la historia es como Josh va descubriendo poco a poco a la Dylan real que se esconde bajo esa Diva, a esa chica insegura, sumamente inteligente (otra geek), divertida, honesta y amena, de la cual obviamente le es imposible enamorarse (y aprendiendo en el camino que la chica que le gustaba no era la indicada). En sentido inverso Dylan va deshaciendo sus mitos sobre los geek y en especial sobre Josh, descubriendo a un chico, si bien sumamente inteligente y geek del cine y cerros de datos inútiles, a un chico sensible, apuesto (con un divertido makeover) y que la comprende y apoya. 

Obviamente esto no puede funcionar sin un maravilloso elenco de apoyo, tenemos a unos fantásticos padres (estos si, a diferencia de los sitcoms del canal, presentes y constantes) que son el prototipo de lo que debe ser el padre de un adolescente, un apoyo y siempre fiel consejo. Y claro, los diferentes tipos de amigos que en las circunstancias más peculiares (como una relación geek-Diva) demuestran su verdadero cariño y lealtad o la falta de esta. 

La pareja principal es fantástica, Sarah Hyland (de la siempre maravillosa Modern Family) realiza una Dylan hermosa, acartonada y boba como debe ser la Diva pero va mostrando unas capas fantásticas y divertidas. Matt Prokop (de High School Musical 3) realiza un genial Josh, es divertido, simpático, guapo, creíble, encantador al final del día.

Al final del día, aunque el trabajo que presenta Josh al jurado es bastante raro (narración excesiva y algo de pobreza en la estructura), el filme completo (osea, la película que vemos) funciona bastante bien como un analisis bonito y sin caer en excesos de lo que representa la popularidad y las relaciones en un enfoque aunque familiar y apto para los niños, no deja de ser valioso, real y sumamente humano. 

Esa es la gran fortaleza de Geek Charming, que presenta una historia tantas veces contada de una manera hermosa y sumamente auténtica. 

El Último Hilo: La escena del cine, que desencadena el segundo acto del filme es grandiosa para los amantes no sólo de la ciencia ficción y del cine ochentero, sino para los del Disney más clásico y oscuro que existe. Flight of the Navigator. 

Y en la próxima Madeja: John Carter, entre dos Mundos.

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