domingo, 29 de mayo de 2016

X-Men: Apocalipsis

La Madeja del Gato (mutante)
Madeja #330
Por Christopher Vergara

Los X-Men son mis personajes de cómic favoritos. Por mucho. No sólo porque son unos personajes geniales con poderes asombrosos e historias emocionantes y divertidas. Una importante razón por la que amo a los X-Men es que en su esencia contienen una clara y potente metáfora sobre la discriminación y aceptación hacia lo que es distinto. Con base en esta alegoría sobre las minorías y la discriminación (la cual se debe fundamentalmente a Chris Claremont, legendario guionista de la serie durante diecisiete años) los X-Men construyeron decenas de brillantes historias a la vez que exploraban los bordes de la imaginación y la fantasía más alucinantes. Amo los X-Men porque tienen cosas interesantes y vigentes que decir. 

El principal problema de X-Men: Apocalipsis es que realmente no tiene nada interesante que contar. 

X-Men: Apocalipsis es la sexta entrega en la serie mutante (novena, contando los spin-off) y cierra el ciclo iniciado en X-Men: Primera Generación de 2011. Situada en 1983, diez años después de Días del Futuro Pasado, nos presenta a un Charles Xavier (James McAvoy) viviendo una suerte de utopía mutante en su escuela para jóvenes dotados en Nueva York, la cual dirige al lado de Hank McCoy (Nicholas Hoult) con relativa tranquilidad. Todo cambia abruptamente cuando un ancestral mutante llamado En Sabah Nur (apodado más apropiadamente Apocalipsis, e interpretado por Oscar Isaac) despierta de un sueño de cientos de años decidido a exterminar a la raza humana y reclamar el lugar que considera los mutantes deben tener. 

Apocalipsis, un villano creado en 1986 por Louise Simonson y Jackson Guice en las páginas de X-Factor y que alcanzó su pivote de fama en los noventa durante la interminable maxiserie Age of Apocalypse no está realmente dentro de mis villanos favoritos. La mayoría de sus historias no me parecen memorables o buenas y creo que su fama realmente sólo proviene de que su imagen y poderes son bien badass aunque huecos. 

Y ese mismo problema se traspasa a la pantalla. Como villano Apocalipsis es bien flojo. Tenía muchas esperanzas en la interpretación de Oscar Isaac (a quien amé como Poe Dameron en The Force Awakens) pero realmente no tiene mucho con que trabajar más que hacer una versión ligeramente menos caricaturizada del villano Ivan Ooze de los Power Rangers. Sus motivos básicamente no existen, sus poderes son tan poco claros (o tan infinitos) que básicamente se vuelve inútil que necesite jinetes y esa misma omnipotencia es la que termina haciendo algo forzado su final. 

El equipo tampoco tiene algo nuevo que decir pues básicamente lo que ya habíamos visto en pasadas entregadas. Repetimos la vaguedad de Magneto (Michael Fassbender) y Mystique (Jennifer Lawrence) entre ser héroes, antihéroes o villanos (la tercera vez en veinte años). Repetimos la negativa de Xavier a tener X-Men (por tercera vez) y aunque en esta ocasión parece que en definitiva nacen los X-Men el hecho hasta pierde relevancia pues la cinta está más ocupada en iniciar una nueva trilogía que en terminar apropiadamente esta. 

Pese a ello, el nuevo elenco está bastante bien. Tye Sheridan interpreta a un dubitativo pero líder en potencia Scott Summers, Sophie Turner pese a una cara poco expresiva es bastante buena como Jean Grey (y su despertar Fénix final, es puro fan service pero bien genial). Kodi Smith-McPhee está brillante y hermoso como Nightcrawler (a diferencia del meláncolico religioso de X-Men 2, este es el Kurt divertido y bromista que todos amamos) y Alexandra Shipp promete como Storm. 

Es un spoiler pero no me puedo quedar sin decirlo. Alex Summers (Lucas Till) tiene una muerte completamente estúpida e innecesaria. Ignoren el hecho de que pese a ser el hermano VEINTE AÑOS MÁS VIEJO  de Scott se ve como si tuviera apenas cinco más (también Charles, Magneto, Hank e incluso los humanos  Moira MacTaggert y William Stryke se ven igual de radiantes y jóvenes), ignoren eso pero no ignoren que su muerte es estúpida, innecesaria y anticlimática (Alex muere con el único fin de explotar la mansión y darle a Quicksilver sus cinco minutos de fama pues fracasa miserablemente en su objetivo de salvar a Charles). 

Otra queja más sobre Apocalipsis: sus jinetes son la cosa más inútil del mundo. Ignoren que salvo Magneto, los otros tres son fusibles intercambiables. Angel (Ben Hardy) sólo existe para que recordemos cuando en los cómics Apocalypse hizo a Warren su jinete tras restaurarle sus alas. Psylocke (Olivia Munn) ni siquiera tiene un fin o propósito más que verse genial y usar la katana psíquica. Magneto tiene un arco más interesante pero que desgraciadamente está muy visto (e incluye una innecesaria destrucción de Auschwitz).

Para el espectador común X-Men: Apocalipsis es una buena cinta. Es bastante energética, tiene muy buenas secuencias de acción, tiene toques de comedia bastante divertidos, tiene un agradable cameo de Wolverine alá Arma X... es un roller coaster de diversión, explosiones y acción durante dos horas. En ese sentido es bastante buena. 

El punto es que fuera de eso no dice nada. Y Bryan Singer nos había acostumbrado a cintas de los X-Men que dijeran algo. 

Al final del día, X-Men: Apocalipsis es una eficiente y divertida cinta de acción que no aporta nada al género o a la franquicia pero que es una adición que merece cuando menos una vista. Quizá sea momento de que Fox ceda la batuta a otro director que de un nuevo enfoque a la franquicia. Por lo menos el nuevo elenco introducido es bastante agradable. 

El Último Hilo: Prometen a Nathaniel Essex. Mister Sinister puede ser bien interesante, si está bien escrito. 

Y en la próxima madeja: Review de Alicia a través del Espejo.

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