domingo, 14 de abril de 2013

Stan, el Perro Bloguero

La Madeja del Gato (bloguero)
Madeja #213
Por Christopher Vergara

En su continúa búsqueda de opciones e historias que sean la base de nuevas comedias de situación que presentarle a su audiencia, Disney ha llegado a un tema que ha sido explotado en variadas ocasiones y el cual siempre es oportuno regresar: los perros.Aunque en esta ocasión lo hace con una gran dosis de fantasía sumada a otra dosis de actualidad por vía del poder y penetración de las redes sociales.

Así es como llegamos a Stan, el Perro Bloguero (Dog With a Blog, en inglés), sitcom que narra la vida de Stan, (interpretado por el perro Kuma y con voz de Stephen Full), un perro de raza mixta que tiene la habilidad de hablar y que cuando llega al seno de la familia James-Jennings se convierte en el factor de unidad de esta loca familia. 

La familia de Stan se compone de Avery Jennings (G. Hannelius), adolescente de 12 años, inteligente, astuta y con tendencia a la neurosis, Tyler James (Black Michael), adolescente de 16 años que es el típico galán desgarbado aunque con oscuros secretos como el ser un genio de las matemáticas, Chloe James (Francesca Capaldi), pequeña de 7 años y la hija biológica de ambos padres interpretados por Regan Burns y Beth Littleford como Bennett James y Ellen Jennings, un psicólogo reconocido y una ama de casa que decidieron reunir sus vidas casándose. 

La serie fue creada por Michael B. Kaplan (creador y productor de Estoy en la Banda de Disney XD) y Philip Stark (guionista de That's 70's Show y de Dude, Where's My Car?), con lo cual se deja ver cuál es el espíritu cómico de la serie, aunque sin dejar de resaltar que  a diferencia de los shows de Disney XD, el humor y la gracia aquí están marcadamente medidos.

La producción corre a cargo de It's a Laugh Productions, productora de la casa de Disney Channel que cumple con su habitual calidad y características la producción. Tenemos así los coloridos escenarios, calidad de vídeo y equipos de producción habituales de años ya. Quizá cabe resaltar que es la primera serie del canal en mucho tiempo cuyo opening no muestra el casting completo. 

Como curiosidad la serie parece también el anhelado proyecto clave para G. Hannelius que lleva por lo menos unos cuatro años en diferentes proyectos de Disney Channel desde que en 2009 apareciera en Sunny, entre estrellas como una molesta niña exploradora. Es también el rescate de Littleford, quien interpretó un papel muy similar en Estoy en la Banda. Y claro, la gran oportunidad de Blake Michaels a quien ya conocíamos de Lemonade Mouth. 

La serie en general es muy divertida, más allá de las situaciones (que en la sitcom podemos decir que hemos visto la mar de ocasiones), por los diálogos que le escriben a Stan y que son hilarantes, incisivos y brillantes. La idea de tener un perro que piense de manera muy inteligente pero sin renunciar a las características que lo hacen un perro es desternillante sin duda. 

Sin duda como toda serie de Disney Channel, la energía y luz que irradia es única y muy especial, nunca me cansaré de señalar lo magnífica que es Disney en ese sentido, proveyendo programas divertidos, irreverentes, graciosos y muy positivos a sus televidentes.

Más allá de eso el casting es muy lindo, los chicos son carismáticos, los padres son igual de imbéciles que siempre, el doblaje (finalmente hecho en México tras varias series mandadas a Argentina) es muy solido y efectivo, aunque sin duda es de destacar la bonita vibra que tiene el show respecto del respeto que los animales merecen y el como deben ser tratados. 

Muy en el fondo, el humanizar un perro es ponerlo al nivel de los humanos, no sólo respecto de reconocerlos como seres inteligentes, amorosos y únicos sino además es generar y crear conciencia en que los animales son seres vivos que merecen respeto y que deben tener una serie de derechos que garanticen su bienestar y su cuidado. 

Una simple comedia puede tener como efecto, aun sea dentro de su fantasía e imaginación, el que los niños empiecen a valorar y tratar mejor a sus mascotas y empiecen a verlos menos como un bien sujeto de su propiedad y más como un ser vivo que existe con igualdad de derechos y oportunidades que los de un ser humano. 

Bien Disney,  bien Stan, vamos querido perro bloguero!. 

Y en la próxima madeja: La inconstitucionalidad de la Proposición 8 y la ley DOMA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario