jueves, 31 de mayo de 2012

Once Upon A Time

La Madeja del Gato (en un cuento de hadas)
Madeja #166
Por Christopher Vergara

Toda una revelación ha resultado ser la más reciente producción de ABC Studios que se convirtió en todo un éxito para el mítico canal del abecedario que habia tenido una racha exitosa de comedias pero una carencia de éxitos frescos en el área de dramas. Once Upon a Time es la respuesta a esa carencia. 

Once Upon A Time es un drama de fantasía épica que retoma todos los cuentos de hadas clásicos que durante decadas han inspirado a millones de personas a través de películas, series, libros y mucho más, agregando un elemento de realismo a ese mundo pero también agregando un elemento de fantasía al nuestro. 

La serie por Edward Kitsis y Adam Horowitz, guionistas de Lost y TRON: Legacy, nos cuenta una historia que sucede en el mundo de los cuentos de hadas, cuando la Reina Malvada (Lana Parrilla) del cuento de Blanca Nieves, cansada de siempre perder y no encontrar la felicidad, decide realizar un hechizo muy poderoso que consiste en hechizar a todos los personajes de ese mundo, condenandolos a vivir en un lugar donde el tiempo no corre y donde nadie tiene un final feliz. 

Sin embargo, como todo cuento de hadas, no puede triunfar el mal, y es así que antes de que el hechizo funcione, Blanca Nieves (Ginnifer Goodwin) y su esposo, el Principe (Josh Dallas), logran mandar a su hija, la recien nacida Emma, al mundo real en un cofre que evite sea afectada por el hechizo, con la esperanza de que 28 años en el futuro ella sea la encargada de romper el hechizo. 

Cierta noche, la cazafortunas y agente por cuenta propia, Emma Swan (Jennifer Morrison), huérfana desde niña, en su cumpleaños 28 recibe la visita de Henry (Jared Gilmore), niño de diez años que clama ser el hijo que ella dió en adopción desde que el nació. Ella incredula al principio, decide llevar al niño a su casa, en el pequeño pueblo de Storybrooke, una vez ahi, conoce a la madre adoptiva de Henry, la alcaldesa del pueblo, Regina Mills, quien resulta ser la misma Reina Malvada. 

Aunque Emma aun no sabe esto, el cariño hacia su recien encontrado hijo y la intriga sobre la historia que le cuenta Henry, sobre que ella es la encargada de romper el hechizo, que nadie en el pueblo recuerda su pasado de cuento de hadas, y una serie de indicios la llevan a decidir establecerse en Storybrooke, lugar donde vivirá las más mágicas aventuras y poco a poco irá conociendo más detalles sobre la verdad de la historia del libro de cuentos de Henry. 

Probablemente esta reseña fue bastante larga, pero es que es imposible no enamorarse de esta serie, no sólo cada capítulos nos mueve en la historia de como Emma empieza lenta, pero con seguridad a romper el hechizo, además nos va contando toda una serie de historias del mundo de cuento de hadas que sirven como preludio a el hechizo que vemos en el capítulo uno. 

Y así esta seríe va construyendo un escenario bastante rico y jugoso, pues sin perder elementos maravillosos de los cuentos de hadas como la fantasía, el heróismo, la determinación, y el amor, entre otros, estos adquieren una profundidad y emotividad, que sin caer en elementos grotescos, redefinen la belleza de los mismos. 

Es imposible no enamorarse de esta serie, cada capítulo tiene una sensación al espectador no sólo de emoción y misterio por como se van resolviendo poco a poco las cosas, sino una inherente sensación maravillosa de épica, de que estamos siendo testigos de la más primordial de las luchas, que no estamos viendo una historia común y corriente, sino estamos viviendo LA batalla definitiva entre el bien y el mal.

Obviamente la serie esta maravillosamente escrita, es emocionante, graciosa, divertida, llena de momentos de tensión y un odio indescriptible pero también momentos de comedia, de alegría y de esa innevitable sensación de que la lucha del bien tendrá triunfo en algún momento. Obviamente todo esto funciona por un elenco maravilloso que cumple a la perfección su rol y una producción de primera calidad, digna de cualquier serie de televisión del siglo XXI. 

Mucha gente podrá criticar que la serie, al igual que los mismos cuentos, reduce todo a términos de blanco y negro, donde sólo esta el bien y el mal. Pero al igual que con los cuentos de hadas, esto es una apreciación falsa, la serie va mostrando toda una serie de matices y colores verdaderamente maravillosa. 

Pero el mostrar estos matices no elimina el hecho de que, en esencia, el bien y el mal ahi siguen, y cada capítulo no es sólo una catedra de como hacer buena televisión, cada capítulo es una maravillosa oda a esa constante lucha que tenemos los seres humanos porque el bien triunfe sobre el mal en nosotros mismos, y en la vida que tenemos. 

Esa es la maravilla de Once Upon a Time, que nos recuerda no sólo nuestras emociones más juveniles, sino nuestro lado más puro y siempre en busqueda de dominar a nuestro lado negativo. Nuestra propia batalla épíca. 

Y en la próxima madeja: Review, Cuanto Te Encuentre.

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