Madeja # 195
Por Christopher Vergara
Más allá de su gabinete (que es una mezcla de experiencia, pago de cuotas y una apuesta segura en muchos sentidos de eficacia aunque se pierda mucha imaginación e innovación en las formas de ejercicio del poder). Lo que más ha resaltado del arranque de gobierno de Enrique Peña Nieto es el documento Pacto por México, firmado por las tres fuerzas políticas principales del país (a saber, el PRI, PAN y PRD).
Articulado sobre los cinco ejes en los cuales Peña Nieto busca desarrollar su gobierno, el Pacto tiene su valor tanto en contenido como en el simbolismo que representa. Los gobiernos panistas fueron unos ineptos en la construcción de instituciones que quedó trunca desde el sexenio de Ernesto Zedillo y es encomiable que el PRI en busca de la legitimación social que requiere proponga una serie de reformas que renovarían la vida pública del país.
Como siempre un papel no hace reformas. Y hará falta mucha más voluntad política, negociación y acuerdo de parte de dos o tres fuerzas políticas para sacar adelante estas reformas. Pero sin duda no deja de ser encomiable para los tres partidos que busquen entrarle de fondo a las reformas que este país necesita (así como a las que no, aunque así se haga creer). Lo positivo es pues que harán política, y seria, que mucha falta hacía.
El primer eje del Pacto es Una Sociedad de Derechos y Libertades, en este punto Peña Nieto refuerza su idea de una Seguridad Social Universal. La idea principal es la fusión de los tres sistemas de seguridad social que existen en el país (IMSS, ISSSTE y Seguro Popular) en una sola institución. La idea no es mala. aunque una verdadera revolución en la materia sería separar los sistemas de pensiones de los de salud.
Esta sección además es un rosario de propuestas que se pueden llamar inspiradas/calcadas/copiadas de cualquier plan de gobierno de Andrés Manuel López Obrador o Marcelo Ebrard, entre ellas resaltando la pensión universal para adultos mayores, el seguro de desempleo, los programas de combate a la pobreza, etc. Lo cual no deja de ser paradójico, pues estas propuestas de campaña han sido sistemáticamente descalificadas (y luego copiadas) por el PRI y el PAN.
La propuesta tiene además dos puntos relevantes: las reformas al servicio de carrera magisterial y al sistema de becas. El primero apunta a su profesionalización (que se puede ver como un ataque al régimen de Elba Esther Gordillo aunque en realidad sea una estire y afloje con este en arduas negociaciones) y el segundo apunta a un sistema de beca-salario, que es practicamente lo que se conoce en el DF como Prepa Sí.
Cierra este aspecto con promesas que en realidad son leyes que hace mucho debieron crearse, como las reglamentarias de los artículos 29 y el 33 relativas a la suspensión de garantías y la expulsión de extranjeros, amén de insistir en puntos francamente innecesarios como la Cédula de Identidad Ciudadana (seamos serios señores y reconozcamos que el IFE debe tener esa cualidad, nos ahorraríamos la millonada):
El segundo eje es el que probablemente causará más controversia al ser el relativo a Crecimiento Económico, Empleo y Competitividad.
Aquí establece acciones muy necesarias como las de fortalecimiento a la Cofetel y la Comisión Federal de Competencia aunque la propuesta es muy ambigua que no deja ver el verdadero fondo del tema sobre la autonomía que ambos órganos requieren.
El eje retoma propuestas muy apantallantes aunque no tan necesarias como el derecho constitucional de acceso a la internet y otras totalmente necesarias como la creación de competencias en los sectores de radio, televisión y telecomunicaciones. Son propuestas que serán verdaderas batallas contra Goliat en virtud de los callos que se van a pisar.
Desgraciadamente sus propuestas en materia de medio ambiente, energía e hidrocarburos son una serie de parrafatadas generales que no abonan en nada a lo que se busca realmente lograr. No logran divisar más allá de buenos deseos. Seguramente en el ultimo tema volveremos a la espinosa discusión de si permitir o no la participación de capital privado en Petróleos Mexicanos y hasta que grado. Una discusión largamente postergada y que debe ser resuelta ya.
El tercer eje esta relacionado con la seguridad y la justicia y aquí encontramos ideas que son francamente dispares desde unas muy encomiables como el desistimiento de la impugnación de la Ley de Víctimas como otras muy peligrosas como la idea de la unificación de los Códigos Penales en un Código Penal Único lo cual atentaría contra la libertad de las entidades federativas de legislar como consideren necesario los delitos, basándonos en una visión cerrada y vertical impuesta desde el centro.
El cuarto eje se centra en Transparencia, Rendición de Cuentas y Corrupción.
Aquí encontramos la muy positiva reforma que llevaría al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública a un nuevo avance en su proceso de construcción institucional al convertirlo en un organismos constitucional autónomo con muy amplias facultades y con herramientas que le permitan ser segunda instancia frente a las resoluciones locales así como mayor amplitud de investigación.
Sin embargo aquí se repite la idea del gobierno de Peña Nieto de desaparecer la Secretaría de la Función Pública y crear la Comisión Nacional Anticorrupción la cual es una idea poco explicada y en no ha apostado nada en el sentido de como logrará combatir la corrupción.
Finalmente el quinto eje es referente a la gobernabilidad democrática y aquí hallamos interesantes puntos, siendo el primero el establecimiento de los gobiernos de coalición. Sin duda nos haríamos semiparlamentarios aunque es una idea aun verde que necesita madurarse para ser realmente aplicable. ¿Se estaría buscando legalmente suplantar la natural negociación política?, ¿qué representarían esas mayorías formalizadas en temas que sean divergentes?.
En el tema de la reforma electoral busca crear una Ley de Partidos (tema que me parece innecesario pues se podría legislar más a fondo en el propio COFIPE), además un tema peligroso que es ligar los procedimientos de fiscalización con los de validez de la elección. Tema que gana el aplauso fácil pero que sin duda entraña demasiados retos en lo referente a que tan solidas y profundas resulten esos ejercicios de fiscalización.
Afortunadamente la reforma plantea continuar el modelo de comunicación política establecido en la reforma de 2007 revisando el fenómeno de la spotización de la misma buscando mejores espacios de debate, por otro lado pretende desaparecer los 'recuerditos' electorales, lo cual acabaría con decenas de años y colecciones de playeras, gorras, y tortilleros políticos.
Pero en esta parte el punto más relevante es la desaparición de los institutos electorales locales y la facultad al IFE para que sea organizados únicos de elecciones, una idea nada despreciable que ahorraría brutal cantidad de recursos y permitiría utilizar un aparato envidiable para todo tipo de elecciones.
Luego se habla de la siempre postegada reforma al Distrito Federal. no se ahonda más allá de dotarle de su propia Constitución, revisar las facultad del Jefe de Gobierno y la Asamblea Legislativa así como el de transformar las jefaturas delegacionales al dotarles de una especie de cabildo como los Ayuntamientos.
El pacto no llega a más que prometer revisar los fueros constitucionales de los funcionarios públicos (que requieren su análisis y más que desaparición un acotamiento) así como la reelección de legisladores (que en mi opinión debería ser permitida pero ampliándola a gobernadores, presidentes municipales y presidente de la república, aunque reduciendo su periodo de encargo).
Como se puede ver es una agenda rica y variada la del Pacto por México. Si tan sólo la mitad de estos acuerdos se vuelven realidad sin duda habremos dado un gran salto como país y podremos hablar de una mejor clase política.
Ahora viene lo difícil que es materializar todo esto, negociando, cediendo, aceptando y pactando. Por el bien de todos, ojala así sea.
Y en la próxima madeja: El gabinete de Miguel Ángel Mancera.
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