Madeja #196
Por Christopher Vergara
Gran revuelo causó la semana pasada el destape de los integrantes del gabinete de Miguel Ángel Mancera, flamante jefe de gobierno del Distrito Federal. Que más allá de interpretaciones idiota que se puedan hacer (para un ejemplo basta ver la pobre lectura que hizo Ricardo Alemán, periodista venido a menos de El Universal) dejan ver una integración bastante plural, que limita a las corrientes, integra a sectores de la oposición en la Ciudad, da posiciones a gente de Marcelo Ebrard y deja las posiciones clave en manos de gente cercana al Jefe de Gobierno.
En la Secretaria de Gobierno fue ratificado Héctor Serrano quien desempeñó el cargo en el ultimo año del sexenio anterior, Serrano puede parecer una ficha de Marcelo aunque en realidad es un perredista que nunca ha tenido una tribu fija y por lo tanto conoce los entrecejos de la dinámica de la Ciudad y del PRD mejor que nadie. Su ratificación representa apostar por un operador eficaz y con un colmillo nada despreciable, cosa de la que careció Ebrard con José Ángel Ávila que era habitualmente un flan.
En la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda se designó a Simón Neumann, ingeniero y desarrollador inmobiliario, el nombramiento puede ser visto tanto como una cuota al grupo judío (de bastante peso en el mundo económico) y un guiño al grupo de inmobiliarias y constructoras (lo cual no es necesariamente bueno).
En Desarrollo Económico sobresalió el nombramiento de Salomón Chertorivski, hasta cuatro días antes Secretario de Salud, aunque en realidad sus estudios (más enfocados a la economía y la política pública) lo hacen un buen candidato a esta cartera que el sexenio pasado fue una cuota de IDN en la figura de Laura Velázquez, es además sin duda un guiño a Acción Nacional.
En Medio Ambiente fue nombrada Tanya García, hasta hace días directora de reforestación y encargada del proyecto Ecobici, Muller es en realidad un voto de confianza al equipo de Martha Delgado, antigua ex-secretaria que sufrió un desgaste político muy fuerte con todo el show de la estatua de Aliyev. Además claro de un reconocimiento y promoción a una funcionaria de medio nivel en esa Secretaría.
En Obras y Servicios fue designado Luis Alberto Rábago, ingeniero civil con una destacada trayectoria en la CFE y en la iniciativa privada, un guiño a la sociedad civil y probablemente un perfil discreto para una secretaria muy escandalosa.
Rosa Icela Rodríguez fue nombrada al frente de Desarrollo Social. Este es un nombramiento muy interesante pues podría parecer un pago a López Obrador cuando en realidad es lo contrario. El sexenio pasado Marcelo desmanteló la efectividad de esta secretaria al quitarle la mayoría de los programas relevantes que fueron transferidos a Educación o al Instituto del Adulto Mayor (que Rodríguez dirigió). Con ello Marcelo dejó sin presupuesto ni herramientas a Martí Batres e incluso le colocó cuñas en las subsecretarias y los institutos. El nombramiento de Rodríguez busca continuar el trabajo de Jesús Valdés como supervisora de todo este entramado sin que sea la 'supersecretaria'.
Finanzas tiene a Edgar Amador en lo que es visto como una continuación del trabajo de anteriores secretarios, Amador viene de ocupar un cargo inferior y por lo tanto es una promoción y reconocimiento. En Transporte y Vialidad fue nombrado Rufino León hasta hace días director del Servicio de Transportes Eléctricos, León fue un funcionario eficaz en aquella dependencia, es una carta de Marcelo que además busca limpiar el no tan eficaz trabajo de Armando Quintero quien realizó diversas pillerías en aquella secretaría.
En la Secretaría de Seguridad Pública ante la inesperada renuncia de Manuel Mondragón que prefirió tomar la dirección de la seguridad pública en el gobierno federal fue traspasado Jesús Rodríguez hasta hace días procurador. Su nombramiento sin duda significa que Mancera tendrá mucha influencia y supervisión en la labor de esta dependencia como en la Procuraduría General de Justicia donde fue colocado Rodolfo Ríos su antiguo secretario particular y coordinador de asesores. Ambos nombramientos muestran un control cercano de Mancera, quien busca mantener su línea de trabajo y eficacia en esas dependencias.
En Turismo fue nombrado Miguel Torruco, el entonces propuesto por López Obrador para integrar a su gabinete, este nombramiento sin duda es un guiñó al electorado del tabasqueño pero más allá de eso es la integración de un excelente perfil con una trayectoria destacada en una secretaria que ha venido realizando un trabajo muy eficiente en los últimos seis años.
En la Oficialía Mayor, la Contraloria General y la Consejería Jurídica fueron designados Edgar Armando González, Hiram Almeida y José Ramón Amieva, los tres son perfiles discretos pero con una larga y solida trayectoria en la administración pública federal y local en todo color de gobiernos lo cual es un signo positivo. Los tres por supuesto perfiles leales a Mancera.
En Salud fue ratificado Armando Ahued lo cual es un voto de confianza a la labor realizada por el doctor y que sin duda apunta a uno de los ejes centrales que buscará tener Mancera a lo largo de su gobierno que es dar una revolución en los servicios médicos de la Ciudad más allá de los grandes avances de estos quince años que han significado la construcción y renovación de una infraestructura gigante.
En Cultura fue nombrada Lucía García, el nombramiento es bastante discreto pues es un personaje que ha ocupado cargos de medio nivel en el INBA y diversos festivales, la apuesta sin duda es un perfil mucho más administrativo y experimentado que el de Elena Cepeda, y que buscará darle un enfoque más activo y planeado a esa dependencia.
La Secretaria de Fomento al Empleo y la de Desarrollo Rural son el pago de Mancera a las tribus del PRD, la primera en la figura de Carlos Navarrete a Nueva Izquierda y la segunda con Hegel Cortés a Izquierda Democrática Nacional. En realidad ambos son buenos perfiles políticos (de lo mejor de ambas corrientes) aunque con nula experiencia en esos campos. De cualquier forma son secretarias de mediana importancia creadas la administración pasada para acompletar el acomodo de cuadros. La primera incluso fue rechazada por Nueva Izquierda en la figura de Jesús Zambrano hace seis años.
En Protección Civil se hace cargo Fausto Lugo un perfil de primer nivel hasta hace días director del C4 que es la central de inteligencia y emergencias de la Ciudad, lo cual sin duda da una experiencia necesaria para una secretaria muy discreta pero que realiza un trabajo importantísimo y de brutal relevancia en probables emergencias.
Finalmente en Educación fue nombrada Mara Robles. Esta carta fue mal interpretada pues al ser pareja del anterior secretario Salvador Martínez della Rocca, como un pago hacia su grupo (el llamado Grupo Universidad/UNAM del PRD que en realidad ya ni existe pues todos esos miembros están fuera del PRD o carecen de poder) o hacia el Grupo Universidad/UAG donde la secretaria tiene lazos (también falso pues ese grupo no tiene presencia ni fuerza más allá de Jalisco donde controlan el partido). En realidad la apuesta es por una brillante mujer de destacado perfil con amplia experiencia en administración escolar que es lo necesario si se concreta la anhelada descentralización.
Un nombramiento que causó mucho revuelo en la prensa fue el de ex jefe de Gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas en la Coordinación de Asuntos Internacionales del GDF, el cargo creado el sexenio anterior y encabezado por Francesca Ramos, primera ex-esposa de Marcelo Ebrard es más una oficina institucional y de buenos deseos que una dependencia activa. Una especie de título honorario y de política fina que embona perfecto con el perfil del siempre necesario Ingeniero. Es además una jugada política de primer nivel.
Faltan diversos nombramientos de medio nivel (como los Institutos de las Mujeres, Jovenes o el DIF) aunque se han anunciado los de transportes, resaltando el de Joel Ortega a cargo del Sistema de Transporte Colectivo Metro, el nombramiento de Ortega es una buena noticia por es un personaje de amplia experiencia en la materia y que sin duda hará un buen trabajo. En RTP fue ratificado Arturo González quien sirvió todo el sexenio pasado como Director de Operaciones y en STE fue nombrado Eduardo Venadero hasta hace días secretario general interino del PRD-DF, una carta del grupo de Marcelo.
En el Sistema de Aguas fue ratificado Ramón Aguirre que deberá mejorar su trabajo que se halla entre luces y sombras y cuyo principal proyecto sin duda es lograr la descentralización de esa institución, actualmente un órgano desconcentrado. En el Sistema de Radio y Televisión (que tendrá su momento de gloria este sexenio cuando empiece a emitir con mayor fuerza en señales abiertas) fue nombrada Marcela Gómez-Zalce, periodista convertida a Jefa de la Oficina del Jefe de Gobierno que sin duda cuenta con una notable experiencia en la materia.
Y este es, pues, el Gabinete de Miguel Ángel Mancera. Un voto de confianza le podemos dar sin duda.
Y en la próxima madeja: Review Two and a Half Men Temporada 10.
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