Madeja #192
Por Christopher Vergara
Y finalmente llegó el martes 6 de noviembre y aunque todos esperaban unas elecciones que desbancarían a las del 2000, los resultados que arrojaron los comicios presidenciales fueron los que todo mundo esperaba y pronóstico: el triunfo y la reelección de Barack Obama como Presidente para el periodo 2013 - 2017. 4 years more fue el grito que inundó Chicaco aquella noche.
El Presidente Obama ganó en 26 estados y el Distrito de Columbia contra 24 estados que ganó el ex-gobernador Mitt Romney, ello representa 332 votos del Colegio Electoral del demócrata contra 206 del republicano. Comparado con la elección de 2008, Obama perdió los votos electorales de los Estados de Indiana (estado tradicionalmente republicano que Obama ganó en 2008 por un margen mínimo de 1 punto) y Carolina del Norte el único estado switch o columpio donde el Presidente Obama fue derrotado por 3 puntos o algo así como 100,000 votos.
Del resto de los considerados estados switch, el Presidente triunfó en todos: en Nevada, Iowa y Nueva Hampshire con más de 6 puntos de ventaja, en Wisconsin se fue hasta 7 puntos de la ventaja, mientras que los triunfos apretados se dieron en Colorado (4 puntos), Virginia (3 puntos), Ohio (2 puntos) y Florida con un punto.
El resto de los estados confirmaron la tendencia electoral que han mostrado en la última década, las costas este y oeste así como la zona de los grandes lagos se han confirmado como fiel base demócrata mientras todo el centro del país se ha convertido en fuertes centros republicanos. California (con 20 puntos de ventaja) y Nueva York (con 27 puntos) son ya los grandes bastiones demócratas (por peso y ventaja) mientras Texas (16 puntos) y en menor medida Alabama (23 puntos) son fuertes bastiones republicanos.
Aunque ya ha sido muy comentado, sin duda esta elección mostró más que nunca la polarización que existe en Estados Unidos entre su población blanca y las minorías de otras razas que (con el apoyo de algunos blancos sin duda) lograron una mayoría que le dio el triunfo a Obama.
Es muy maniqueo intentar dividir el voto de manera radical porque crea falsas apreciaciones y absolutismos innecesarios, sin embargo es correcto hablar de estas segmentaciones de voto siempre estableciendo que son tendencias mayoritarias más no absolutas (es decir, setentas porcientos no es lo mismo que decir que 'todos los de XXXX votaron por tal o cual candidato').
Aclarado esto, el Presidente Obama le debe su reelección a cuatro sectores vitales de voto, que además son consolidan como los grandes núcleos de votantes demócratas en virtud de la agenda de este partido (centoizquierdista en la economía y muy de izquierda en lo social) contra una agenda conservadora y hasta radical de los republicanos.
Más del 55% de las mujeres (que representan la mayoría del electorado) votaron por Obama, como se esperaba más del 60% de los jóvenes de entre 18 y 29 años lo hicieron por Obama, mientras que en el sector de los 30 a los 45 años la proporción fue de 52 contra 45% a favor del Presidente.Romney triunfó en los hombres 52% contra 45%, mientras que en los hombres de entre 45 a 64 años fue 51% para Romney contra 47% contra un marcado 56% para Romney contra 44% de Obama en los mayores de 65 años en adelante.
Pero en los sectores raciales fue donde más se vio la diferencia. Mientras que en la población blanca el 59% del voto fue a favor del exgobernador (contra el 39% del Presidente), la población latina apoyo 71% contra 27% al Presidente, un brutal 93% a favor de Obama en la población negra y un 72% en las minorías asiáticas. El voto LGBT fue de 76% contra 22% de Romney.
En el rubro de ingresos, la población con ingresos menores a 50,000 dólares al año apoyó al Presidente 60 contra 38%, mientras que entre 50 y 100 mil dólares fue de 46 vs. 52 y en la de más de 100 mil dólares se 44 contra 54. (si se segmenta más este ultimo bloque sin duda, el voto para Obama disminuye conforme aumentan los ingresos).
Entonces, en resumen, el Presidente Obama ganó por las mujeres, los jóvenes, los pobres/clase media baja, los latinos, los negros, los gays y los asiáticos. Mitt Romney que sólo contó con el voto de los los blancos y los ricos perdió. En voto popular (donde se decía que Obama perdería aunque ganará el Colegio Electoral) Obama triunfó con 61.7 millones de votos contra 58.5 millones del candidato republicano.
Lo más relevante que podemos destacar (dejando claro de lado lo que deberá pasar después como que Obama deberá realmente comprometerse con la reforma migratoria, el cambio climático, trabajar para la creación de empleos y evitar el precipicio fiscal, etc) es el gran momento de crisis en que deberá entrar el Partido Republicano si realmente desea volver a obtener la Presidencia.
Porque todos los sectores de población que le dieron la espalda al partido del elefante entrarán sólo van a aumentar su influencia en la votación en las próximas elecciones, la población latina va a crecer en especial de aquellos latinos de segunda o tercera generación que entraran en edad de votar para 2016 (mientras la población blanca disminuirá). Lo mismo aplica para los jóvenes, que irán migrando a nuevos grupos de edad mientras los sectores viejos irán muriendo. Incluso estados republicanos como Arizona están en riesgo de ser parte de esta ola y cambiar de color.
El Partido Republicano se halla ante la disyuntiva de seguir con su discurso conservador, religioso, radical, extremista y racista (al que en buena parte lo han impulsado los miembros del Tea Party) o deciden moderarse y moverse más hacia el centro, buscando arrebatar agenda de todos esos temas que le han sido arrebatados por los demócratas. Un paradigma donde el país necesita de un segundo partido que sea más plural y se comprometa en ser más profesional y menos visceral.
Los retos para el Partido Demócrata sin duda se centran en lograr todos aquellos compromisos que ha ido realizando en campaña, tales como mejorar la economía, reactivar la generación de empleos, evitar una nueva recesión en la economía, trabajar en favor de reducir los impactos del cambio climático, utilizar canales diplomáticos que eviten crisis políticas o militares en Medio Oriente, lograr una reforma migratoria, entre toda la vasta variedad de temas que conforman la agenda demócrata. Esta en Obama lograr un tercer periodo demócrata consecutivo algo que no se logra desde 1948 cuando Harry S. Truman logró ganar la elección a la que llegó tras completar el cuarto periodo presidencial para el que había sido electo Franklin. D. Roosevelt.
En las elecciones legislativas se concretó lo que muchos esperaban, el Senado se mantendrá bajo control remoto con una ventaja un tanto más pronunciada de 54 senadores contra 46 en manos de los caucus republicano. Sobresalen los triunfos de Elizabeth Warren en Massachussetts contra el actual Senador Scott Brown recuperando el histórico asiento de Edward Kennedy, así como la victoria de Joe Donelly en Indiana que derrotó al miembro de Tea Party Richard Mourdock en lo que se interpreta como un voto de castigo al Tea Party pues Mourdock derrotó en las primarias republicanas a Richard Lugar quien en enero abandonará el Senado tras 35 años de estar en el.
En Nebraska, el senador demócrata Ben Nelson decidió no competir por un tercer periodo con lo cual la posibilidad se triunfó se abrió a la senadora local Deb Fischer quien venció al candidato demócrata y exgobernador Bob Kerrey.
En el resto de las entidades todos los partidos conservador sus asientos (salvo en Maine, donde el candidato independiente Angus King derrotó al candidato republicano Charlie Summers). Los demócratas ganaron además los asientos en juego en California (donde Dianne Feinstein arrasó para un cuarto periodo, su tercero de seis años con un histórico 61% de los votos), Connecticut (Chris Murphy herederá el lugar de Joe Liberman, senador independiente que hacia caucus con los democratas), Delawere, Florida, Hawaii, Maryland, Michigan, Minnesota, Missouri, Montana, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York (donde Kirsten Gillbrand quien heredó el asiento de Hillary Clinton ganó su primer termino de seis años con 72% de los votos, una ventaja de 45 puntos), Dakota del Norte, Ohio, Pensilvania, Rhode Island, Virginia, Washington, West Virginia y Wisconsin (donde Tammy Baldwin hizo historia como la primera senadora abiertamente lesbiana en ser electa).
Los republicanos conservaron sin problemas los lugares en juego de Nevada, Utah, Arizona, Texas, Mississippi, Tennessee, Nebraska y Wyoming.
Al contrario, la Cámara de Representantes refrendó en buena parte los resultados obtenidos en las elecciones de 2010 donde los Republicanos arrebataron la mayoría a los demócratas (que estos manejaron desde 2006), así los republicanos liderarán la Cámara Baja con alrededor de 236 representantes contra 199 de los demócratas. La diferencia es mínima pues los demócratas ganan 6 asientos a los republicanos.
Como dato curioso, Nancy Pelosi la lider de la minoría demócrata gana su reelección (por el octavo distrito de California, correspondiente al área de San Francisco) con 85% de los votos mientras el líder de la mayoría republicana John Bohner ganó su reelección en un distrito rural de Ohio sin competidor en la boleta.
Las elecciones en Estados Unidos abren la puerta para un nuevo periodo en Estados Unidos, ojala los republicanos abandonen el dogmatismo que les significaron los últimos cuatro (en especial últimos dos años) y busquen una transformación interna (aunque no sea una purga si una reducción en la influencia del Tea Party) que logren un partido Repúblicano más incluyente, más moderado y más inteligente.
En las 11 elecciones para las gubernaturas, la tendencia mayoritaritamente republicana se conservó pues los republicanos pasaran de gobernar 30 a gobernar 31 entidades contra 19 que están bajo control demócrata. Sin embargo, de los 11 estados en disputa, en 10 no hubo cambio de partido.
En Delawere, Missouri, Vermont y West Virginia los actuales gobernadores demócratas fueron reelectos, mientras en Montana, Nueva Hampshire, y Washington los candidatos demócratas fueron electos tras que sus antecesores terminaran sus periodos. Por otro lado en Dakota del Norte y Utah fueron reelectos los gobernadores republicanos, en Indiana fue electo un republicano y en Carolina del Norte Pat McRory ganó la gubernatura al candidato demócrata Walter Dalton tras que la actual gobernador Beverly Perdue decidiera no competir en la primaria demócrata ante una altamente probable derrota.
Contra muchos pronósticos, considero que Estados Unidos seguirá en las décadas por venir siendo el líder de buena parte de la economía del mundo y la sociedad occidental, tenemos que preocuparnos en que les vaya bien, no por aquellos ridículos y egoístas pensamientos de que nos corresponderá a nosotros, sino por el simple pensamiento de que el mundo siempre debe funcionar para bien.
Estados Unidos merece estar bien, hagamos votos por lo que los demócratas (y los republicanos) lo logren.
Y en la próxima madeja: Primera Fila (ahora sí) de Fey!.
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