Madeja #188
Por Christopher Vergara
En 1984, un joven Tim Burton de 26 años, entonces animador del estudio Walt Disney, dirigió un cortometraje de live-action sobre un joven que pierde a su amada mascota y decide revivirla, provocando un gran caos en el pueblo donde viven. El cortometraje en aquel tiempo fue considerado muy oscuro y provocador para los estándares del estudio en aquella época, que decidió limitar su lanzamiento y despedir a Burton.
Los años pasaron y Burton se convirtió en un director de renombre, consolidando un estilo propio tanto a nivel artístico como cinematográfico, que lo llevaría a reencontrarse con Disney a principios de los 90's, cuando produciria dos filmes en stop-motion, El Extraño Mundo de Jack de 1993 y Jim y el Durazno Gigante de 1996. Los caminos se volverían a encontrar, cuando Burton firmó un contrato para dirigir dos filmes, el primero sería Alicia en el País de las Maravillas de 2010 y el segundo sería Frankenweenie, reinterpretación de su corto original que el director siempre buscó reimaginar.
Así llegamos a hoy, cuando Tim Burton estrena su nuevo Frankenweenie, esta vez en la forma de un largometraje, realizada en la técnica que siempre ha defendido, de stop-motion, animación fotografiada cuadro por cuadro, con personajes modelados en plastilinas diversas. Filmada en blanco y negro (como el cortometraje original) y con un nuevo guión reescrito por John August quien ha colaborado con Burton en 4 filmes incluyendo su ultima obra universalmente aclamada The Big Fish.
Frankenweenie narra la historia de Victor Frankestein, un joven preadolescente cuyo único y mejor amigo es Sparky, su querido y amado perro que por un tragedia muere arrollado por un automovil. Víctor, no resignado a dejar ir a su amado perro e impulsado por las clases de su excéntico pero sabio profesor el señor Rzykruzky, decide usar la ciencia con el afán de revivir a su amado Sparky.
El experimento funciona y Sparky revive, pero todo se complica cuando Víctor se ve presionado por sus compañeros de clase a compartir el secreto de su experimento que finalmente sale de control en uno de los mejores homenajes cinematográficos que se han hecho al cine de terror clásico que tuvo brutal éxito en los Estados Unidos durante los cuarenta y cincuenta.
Frankenweenie es la mejor película que Tim Burton ha hecho en muchos años, probablemente desde The Big Fish de 2003, Burton no entregaba un proyecto tan sólido, lleno de vida, con un mensaje hermoso, y con una calidad técnica impresionante. Burton entrega un producto donde su corazón, que artisticamente llevaba perdido desde hace mucho, por fin encuentra una voz digna de escucharse.
El guión conjuga elementos de los filmes de terror que tanto éxito tuvieron hace más de 50 años, hay varios homenajes a monstruos clásicos de la Universal, que aunque delirantes en su diseño y en su acción en el filme, jamás sobrepasan hacia un nivel que los haga insostenibles para audiencias menores.
El filme maneja además un magnífico discurso sobre la ciencia, al darle un lugar preponderante en su uso, en especial un discurso que maneja Kzykruzky, cuando menciona que el resultado de un experimento depende de si uno lo hace con el corazón o sólo por mero trámite, y de como la ciencia no es mala, pero sus aplicaciones pueden ser positivas o negativas.
Pero la principal fortaleza del guión reside en su corazón, y es que cualquier persona que haya tenido una mascota alguna vez en su vida, y haya tenido la inevitable desgracia de perderla por la acción de la muerte, no puede sentir más que empatia con una historia que ante todo habla sobre el amor, y lo que una mascota, un amigo puede representar para una persona.
La animación por vía de stop-motion es preciosa, no hay manera de no adorar estos diseños de personajes donde Burton explota lo mejor de su creatividad. La ejecución técnica es impecable, no hay una sóla queja sobre la animación, los decorados, los escenarios, etc son preciosos. La fotografía, es una belleza en blanco y negro, que siempre será un portento en si mismo, ante la cantidad de tonalidades y matices que permite observar.
El score de Danny Elfman es uno de los mejores que ha hecho el compositor en muchos años, dotandole de vida y entusiamos a un filme que ante todo esta lleno de vitalidad y energía.
Finalmente vale la pena dar un gran reconocimiento al trabajo de doblaje, Raúl Aldana es director de uno de los mejores trabajos que ha realizado Disney en la materia, en especial cabe mencionar el brillante trabajo del maestro Germán Robles que interpreta al excéntrico profesor Rzykruzky.
Es por ello que Frankenweenie es una gran adición al catalogo de películas Disney y una muestra clara de que Burton sigue siendo un director que tiene cosas interesantes e ingeniosas que aportar al cine. Larga vida a Sparky.
Y en la próxima madeja: Review de LOL.
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