Madeja #200
Por Christopher Vergara
Finalmente uno de los proyectos más acariciados de la División Teatro de OCESA (debe haber estado al menos unos tres años entre planes) se estrenó el pasado 14 de noviembre en el Teatro 1 del Centro Cultural Telmex, Mary Poppins, 'El Mágico Musical de Broadway'.
Como recordarán (y basta que vayan al archivo para recordarlo), en enero de 2012 se trajo a México el primer tour nacional estadounidense (que aquí concluyó su recorrido) como una manera de probar si el público mexicano tenía interés en una historia que aunque de las más famosas de la factoría Disney, nunca ha tenido especial entusiasmo en México. Al parecer el resultado fue positivo pues desde mediados del año pasado se iniciaron los castings y preparativos para el montaje del musical.
Como saben, Mary Poppins es el musical producido por Disney Theatrical y Cameron Mackintosh (quien consiguió los derechos teatrales de manos de Pamela Travers, creadora del personaje que renegó de la versión de Disney hasta su muerte) y conjunta lo mejor de ambos mundos, pues bebe tanto de las historias originales de Travers como de la mítica producción filmica de 1964 de Walt Disney, que para mucho es una especie de testamento filmico para la industria.
La historia es de todos conocida: Mary Poppins es una niñera que llega a una casa en Cherry Tree Lane en el Londrés de 1910 donde habitan los Banks, liderados por George Banks, un banquero de medio nivel, obsesionado con las reglas y el orden y que nunca presta atención a su familia, Winifred Banks, una ex-actriz que vive deprimida ante su imposibilidad de satisfacer a su marido que sólo lo considera una inútil (muy diferente a la alegre sufragista de la película) y Jane y Michael Banks, un par de niños traviesos y desatendidos que sólo causan problemas a cualquier niñera a la que contratan con tal de llamar la atención.
Hasta que de las alturas desciende Mary Poppins, niñera casi perfecta que junto con sus entrañables amigos, como Bert, el buen deshollinador que te da la suerte al darle la mano, la Sra. Corry, dueña de la única tienda de conversaciones en todo Londrés, Neleo, la famosa estatua que extraña a su padre Neptuno, o la mismísima Reina Víctoria, logra unir a una familia que sin un cambio en el viento se hubiera desmoronado por completo.
Mary Poppins es el testamento filmico de Walt Disney porque incorpora con maestría y sabiduría todos los elementos que hacen distinguible y perdurable a Disney más allá de su fundador, una historia cálida para toda la familia, música maravillosa y elocuente, un elenco que no tiene igual, y en especifico todos los mensajes que Walt siempre defendió: el poder de los sueños, el amor por la vida y las personas, la gratitud, la solidaridad, la ayuda interminable, la compasión, y de como todas esas cosas te llevan a creer en la magia invisible que existe en todo.
Eso era Disney. Y eso existe en el teatro. Volver a hablar del libreto de Julian Fellowes y de las canciones tanto de Richard y Robert Sherman como de George Stiles y Anthony Drese sería repetir lo que dije hace un año. El libreto es perfecto, un balance magnífico de las dos fuentes de lo que bebe, reinventando algunas escenas para acomodar las canciones y dando una estructura y un mensaje muy fuerte a la historia. Los pequeños cambios que se hacen sólo dejan una historia mucho más solida y apreciable.
Sin embargo lo que esta en el Centro Cultural Telmex va más allá de lo que esta en texto, le dota de toda la vida y energía que jamás se le pueda dar a este libreto. Le brinda toda la magia.
Cuando se estreno esta versión mexicana, muchas de las reseñas que leí iban encaminadas a señalar que esta versión era mejor pues era mucho más cálida y humana que la que vimos hace un año o la que esta en Broadway, lo que me llevó a pensar que tal vez era la barrera idiomática la que lograba el cambio, ya que el español es un lenguaje mucho más cálido que el inglés.
Y no. Si bien no me atreveré a decir que es mejor a lo que vi hace un año, si señalaré que el montaje mexicano tiene no sólo un montaje y ejecución técnica impecable, tiene un elenco magnífico que le esta poniendo toda su energía y empeño en cada función logrando un montaje impresionante y mágico, pero lleno de mucha energía y luz especial.
Bianca Marroquín nació para ser Mary Poppins. Es un ángel talentoso y hermosos que le presta su cuerpo a un ser de luz que sólo tiene por objetivo brillar. Borda una Mary deliciosa, llena de esa energía e ímpetu propia del personaje y que en sus pocos momentos íntimos muestra una humildad insuperable.
Mauricio Salas es también perfecto para Bert. No sólo es físicamente el indicado, amén de muy atractivo, su personalidad es chispeante y extrovertida, elocuente en todo momento reflejando a la personalidad a ese amigo especial con que el Mary cuenta para siempre lograr sus cometidos. Otro ángel que sólo busca vivir y hacer el bien.
La obra no funcionaría sin el señor Banks, y aqui si Paco Morales se lleva todas las palmas. Logra fielmente representar a ese en principio hosco y seco personaje que gracias a Mary logra reconectarse con su pasado (yo soñaba con saber todo de las estrellas) y con ello cambiar su vida, recordando que el tiempo se llevará a su familia, que es mejor un buen hombre que una buena idea, y que el dinero vale por lo que haces con él.
Majo Pérez no es la titular de la Sra. Banks (ella es la suplente de Catalina Farias), más sin embargo su trabajo es espectacular. Logra plasmar la dulzura y amor por sus hijos y esposo, pero también el dolor y la tristeza por la débil comunicación que existe en su familia. Ser Señora Banks es un número que en manos equivocadas se puede volver soporífero, cosa que aquí no sucede. Bravo Majo.
Aminta Ireta y Oscar Aguilar (los Jane y Michael Banks de mi función) lo hicieron bastante bien, tienen aún algunos problemillas de dicción y les falta soltarse un poco más en sus papeles, pero en general lo hacen muy bien. Alma Cristal y Andrés Saenz como la sra. Brill y Robertson Ay, los empleados de la casa logran los mejores momentos de comedia y en Saenz sorprende su magnífica voz de tenor.
Laura Cortés con dos pequeños papeles se luce, como la terrible señora Andrews, la nana del señor Banks, luce sus grandes dotes operísticas pero en especial como la Dama de los Pajaros logra uno de los momentos más especiales de la obra.
Feed the Birds (Dales Pan), es una de las canciones más hermosas en toda la historia de Disney y en palabras de Richard Sherman, su escritor, era la favorita de Walt, es una sencilla pero conmovedora canción que habla sobre la generosidad y la compasión como guías de vida. Una canción que aunque en español es practicamente imposible de mantener en toda su belleza, logra llevarse de forma impecable al teatro y a la que Laura le brinda una luz especial.
Paloma Cordero como la excentrica señora Corry, Mariano Bucio como el ágil y esbelto Neleo, Natalia Saltiel como la despistada señora Lark y Sergio Carranza como el deschavetado almirante Broom, cierran un elenco perfecto al que se suma un fantástico ensamble de más de 14 talentosos actores.
La adaptación de Erick Merino (que era lo que más me preocupaba en algún momento), resultó bastante afortunada. En las canciones de la película aunque no son copia exacta de el trabajo de Edmundo Santos (adaptador de la película) si se respeta su esencia (aunque el cambio de cometa a papalote en Let's Go Fly a Kite es imperdonable). Mientras que en las canciones nuevas se nota mucho más suelto y menos en conflicto con lo hecho anteriormente, en especial Anything Can Happen (Todo es Posible) resulta magníficamente adaptada, aunque Precision and Order (Las Reglas y el Orden) también brilla.
A nivel técnico no hay muchas quejas, la escenografía (que es la misma que estuvo en el Auditorio Nacional al ser la de gira) es perfecta, funcional y hermosa, la biblia esta llevada con completa exactitud y eso de agradece, pues habla de una productora comprometida y entregada que no duda en invertir lo necesario en ofrecer un espectáculo de primera calidad.
El vuelo final de Mary, sin duda nunca deja de ser impresionante, y el que sea un escenario más pequeño que el Auditorio hace que sea más entrañable y hermoso ver volar a Mary como forma de despedida.
Mary Poppins tiene en general un mensaje imperdible, 'Todo es posible si lo quieres', un canto a nunca dejar de creer en los sueños, nunca dejar de luchar por ellos, y nunca perderse en lo superficial, sino realmente luchar a fondo por lo hermoso y valioso de la vida, que son las emociones y la energía positiva.
Mary Poppins es un homenaje a la vida. Bravo Disney! Bravo OCESA! Bravo Elenco! Larga Vida a Mary Poppins.
Los Últimos Hilos: Uno) Lo único es que si ya le hace falta una manita del gato al Centro Cultural Telmex, es encomiable la remodelación de los Cinemas Lumiere y su cambio a Cinemex pero si le hace falta un arreglo a las tiendas para que no se vean tan olvidadas. El teatro en general no tiene queja alguna, aunque siempre he pensado que quiza le haría falta algún elemento decorativo que no lo haga ver tan austero en su diseño.
Dos) Esta amable columna llega así a su edición doscientos. Agradeciendo a sus lectores en estos casi cuatro años de existencia por su siempre atenta lectura. Nos seguiremos leyendo durante el 2013 y pues, por las trescienta!
Y en la próxima madeja: Exposición de Yolanda Vargas Dulché y algunas reflexiones sobre Editorial Vid.
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