La Madeja del Gato (y el sapo)
Madeja #40
Por Christopher Vergara
La Princesa y el Sapo marca el regreso de Walt Disney a la animación tradicional, marca el regreso despues de una decada marcada por verdaderos fracasos, horrendos fiascos, y cuando mucho clásicos menores con respuesta tibia en taquilla. La Princesa y el Sapo marca el fin de esa era.
Fuera del hecho de toda la representatividad que tiene que el estudio que dió éxito mundial a la animación en largometrajes regrese a sus origenes, con aquellos que siempre fue su sello, un musical, basado en un cuento de hadas, La Princesa y el Sapo es ante todo un excelente filme, entretenimiento puro, hecho con corazón, lo que Disney fue, es y esperemos siempre sea.
Basado en el clásico cuento El Principe Rana, este filme animado nos cuenta la historia de Tiana, una camarera de Nueva Orleans cuyo mayor sueño es abrir el restaurante que su padre siempre soñó y nunca pudo cumplir. Cuando pareciera que sus sueños no se pueden cumplir, un sapo aparece y le pide, que, como en el cuento, le de un beso para que el regrese a su estado normal y se case con la millonaria amiga de Tiana, Charlotte. Pero, cuando la besa, la que se convierte en sapo es ella.
En el apartado técnico, la animación es impecable, es realmente irónico como los estudios mexicanos promueven su película Nikté, señalando que la animación tiene la misma calidad que la de Disney, cuando el simple trailer (por no decir el filme entero) demuestran lo contrario, animación fluida, colorida, oscura y terrorifica por momentos, el apartado técnico es impecable.
La historia cuenta con un desarrollo fluido, que en ningun momento aburre o se siente forzado, todo trasncurre de manera planeada, ejecutada, bien llevada, el guión esta perfectamente planeado y ejecutado. Pero si algo resalta son los personajes, bien delineados, construidos, Tiana, Naveen, Ray, Louis, Facilier, Mamá Odie, Charlotte, Papi Labouff, todos desde su papel estan bien ejecutados, medidos, Ray y Louis son francamente adorables. Ron Clements y John Musker, los directores, realizan un trabajo al nivel de sus clásicos Aladdin o la Sirenita.
La música es un apartado que queda un poco a deber, Randy Newman construye unos temas de jazz estupendos, pero que a mi parecer le fallan en las letras, les falta por momentos emotividad o majestuosidad, como acostumbra Disney. Newman no es Alan Menken claramente.
Finalmente, el doblaje tiene una calidad de primer orden, Raúl Aldana y Luís Daniel Ramírez se lucen en la dirección con un casting sólido, bien dirigido y bien escrito. Mario Filio y Mireya Mendoza tienen una quimica sonora muy buena, en tanto que Victor Trujillo, como el Dr. Facilier logra unos tonos tenebrosos, desesperados o seductores según sea el caso. Francisc Cespesdes, Joana Brito, Francisco Colmenero, Héctor Lee y Leyla Rangel hacen también buen papel.
Tal vez no sea el absolutista Rey de hace quince o veinte años, pero de que el Rey ha vuelto y lo ha hecho más que digna, soberbiamente es cierto. No esta al nivel de La Bella y la Bestia o el Rey León, pero si al nivel de Aladdin o La Sirenita.
La Princesa y el Sapo nos demuestra que Disney siempre será Disney, que su esencia sigue ahi, intacta, aunque el mensaje se transforme, lo cual es positivo, la esencia es pedir por nuestros sueños a una estrella (o dos), la esencia es también trabajar por ellos.
Bonus Madeja: Y para quienes piensan que este gran filme de Disney será sólo flor un día, esperemos se equivoquen, el próximo proyecto de Disney Animation es una versión en un 3D que emula pinturas en movimiento de clásico cuento de hadas, Rapunzel. Producida por el maestro Glen Keane, dirigida por Nathan Greno y Byron Howard, y ahora si, con letras del maestro Alan Menken.
Y la farse de Iztapalapa al fin termino, el ganador es Marcelo Ebrard, quien se perfila como el negociador político más exitosos del momento, la unica duda que queda es ¿por que Clara Brugada?
Y en la próxima madeja: Review, muy tardio, al EP de Miley Cyrus, The Time of our Lives.
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