El Bicentenario, la oportunidad perdida.

La Madeja del Gato (despilfarradora)
Madeja #76
Por Christopher Vergara

Por fin, despúes de poco más de 4 años que iniciaran de manera oficial los preparativos para la conmemoración del Bicentenario del inicio de la lucha independentista de México, se llegó a la famosa fecha, y parece tiempo de hacer un balance, sobre lo que se hizo o se dejó de hacer.

Y es que el Bicentenario al ser una fecha vital para la historia de México, se prestaba a grandes cosas, grandes eventos, grandes reflexiones y grandes inicios para cambios magnánimos en nuestro país, que por desgracia jamás llegaron a consolidarse.

Iniciando con una comisión encargada de los festejos que cambió en 5 ocasiones de títular, sin que estos cambios se hicieran de manera consistente o por gente capacitada para tal puesto, por ahi pasó el Ingeniero Cárdenas, Sergio Vela, Rafael Tovar y de Teresa, José Manuel Villalpando y finalmente Alonso Lujambio, perfiles disimbolos y hasta esquizofrénicos.

Y luego en esos cuatro años el país pasó por una crisis política derivada del conflicto electoral, entró en una espiral incontenible de violencia a causa de una guerra con fines de legitimáción presidencial que luego se salió de control, una crisis política derivada de una clase política, empresarial e incluso social mezquina, la crisis económica derivada de la quiebra del sistema americano, que destrozó la de por si vapuleada economía nacional, una crisis de producción alimentaria y como corolario final, el azote de una epidemia que destruyó la economía turistica y afectó más la de por si dañada imagen internacional del país.

Con esto en mente, la famosa comisión organizadora, entre su inestabilidad propia, y la falta de interés del gobierno federal, entró en una espiral decadente, dónde desperdició tres valiosos años de trabajo, y terminó presentando un mediocre programa de trabajo.

¿Qué fue lo se cristalizó? Absolutamente nada memorable, algunos librillos editados a bajo costo, una serie de monedas del Banco de México, algunas obras públicas inconclusas para la fecha de hoy, una tardía remodelación de Bellas Artes, un total abandono de muchos sitios históricos importantes, una total carencia de monumentos históricos relevantes, salvo una presunta Estela de Luz que estará hasta 2011.

El resto del excesivo gasto se cristalizó en los eventos del pasado miercoles, un desfile muy vistoso y se podría decir bonito, que sin embargo no justifica el estratosférico gasto (los desfiles en Disneyland son más fastuosos y operan con menor presupuesto), una serie de conciertos mal televisados, un deslucido espectáculo de cohetes, un gigante maltratado que nadie se tomó la molestia de explicar quien es, el tradicional desfile militar, y un deslucido grito a cargo del señor Calderón.

Los gobiernos estatales cometieron peores excesos, se aporvecharon de la oportunidad para colgarse de cualquier obra pública, y cualquier balisamiento, pavimentación o colocación de luminarias públicas mereció el mote de Bicentenario, así encontramos la Autopista Bicentenario, los Complejos Habitacionales Bicentenario, el Mexibus Bicentenario, y una larga retahila de vergonzosos nombres.

Eso sin contar verdaderos egocentros construidos con pretextos conmemorativos como la costosa e inutil Expo Bicentenario de Silao, Guanajuato, negando y maltratando la larga lista de sitios históricos con que cuenta el Estado, e ignorando incluso Dolores Hidalgo, cuna del grito de Miguel Hidalgo.

La iniciativa privada, siempre tan participativa, y siempre tan activa cuando sus intereses se ven favorecidos o afectados brilló por su ausencia, practicamente ninguna empresa realizó algún evento o aportación conmemorativa que resaltara. Sólo Televisa y TV Azteca se unieron en la llamada Iniciativa México que degeneró en un reality show, sumado a la producción de una serie de capsulas llenas de clichés sobre las bellezas del país, y una serie mal actuada y producida como en los tiempos de Cachirulo por parte de Televisa.

Si no se tuvo nada digno, esos grandes objetivos que se planteaban hace años quedaron en el largo cajón de pendientes de la nación, no se invitó a la reflexión sobre lo que significa la identidad nacional, no se promovió la unidad nacional más allá de discursos vacios y genéricos, no se impulsó la cultura y las tradiciones mexicanas, no se intentó desmitificar la historia de bronce a la vez que era alabada, no se habló sobre el proyecto de nación que queremos, el de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Se desaprovechó la histórica oportunidad de iniciar un movimiento social, un nuevo movimiento histórico, ya no violento, que fuera provocador, que fuera punta de lanza de los cambios urgentes que necesita este país, de la necesaria transformación de la política pública, del cambio en el modelo y estructuras económicas, de los necesarios cambios en materia educativa, social, agraria, laboral, fiscal, jurídica, energética, ambiental, y la larga lista de pendientes que enfrenta esta nación, y que sea por luchas por el poder, luchas con cárteles, luchas por huesos se han desperdiciado.

México tuvo la simbólica, e irrepetible oportunidad de levantarse de sus cenizas, de aprovechar una fecha que ha sido sacralizada y tenía el poder de despertar una nación que se encuentra en una espiral de degradación, una oportunidad que por una ciudadanía floja, una clase política mezquina, y una clase empresarial comodina, se fue como muchas cosas, al basurero de la historia.

¿Con qué nos quedamos?, con una fiesta de XV años digna de un pueblito.

Bonus Madeja: Los spots que ha lanzado el Gobierno del Distrito Federal para promover el Iv Informe de Gobierno de Marcelo Ebrard, han sido acertados, sin recurrir al excesivo uso de la imagen que tuvieron los del gobienro federal, o al estilo gangsteril del gobierno del Estado de México, son spots que estan bien hechos, cuentan con un estilo y guión convenientes, y sin alejarse del obvio uso electoral que tienen resultan agradables, y acertados. Se nota, la sabia mano de Marcela Gómez-Zalcé, flamante jefa de la oficina del jefe de gobierno. La simple fugaz foto de Marcelo, y el slogan Ciudad de Vanguardia, son efectivamente acertados. Ya luego haremos un balance de su gobierno.

Y en la próxima madeja: Review tardío de Camp Rock.