La Madeja del Gato (en las arenas del tiempo)
Madeja #61
Por Christopher Vergara
La semana pasada los señores de Disney, de manteles largos y con altas expectativas lanzaron su nueva superproducción con la que abren el verano, El Príncipe de Persia: Las Arenas del Tiempo, producida por la misma Disney en alianza con su veterano socio, Jerry Bruckheimer y bajo la dirección de Mike Newell (Harry Potter y el Caliz de Fuego).
Basado en el longevo videojuego de acción, y más especificamente en el videojuego llamado igual al filme lanzado en 2003, El Principe de Persia nos cuenta la historia de Dastan (Jake Gyllenhaal) un huérfano en la antigua Persia que es adoptado por un rey que lo ve hacer una acción noble y es educado como un hijo más junto con los otros dos hijos del Rey.
Pasado el tiempo, Dastan crece conviertiendose en un atractivo y desgarbado guerrero del ejercito persa a la sombra de sus hermanos, pero una terrible conspiración que involucra a su tío Nizam (Ben Kingsley) consejero del rey, a la hermosa princesa de una tierra sagrada llamado Tamina (Gemma Arterton), y una poderosa daga capaz de regresar al tiempo y que se alimenta de las llamadas arenas del tiempo, lo embarcan en una aventura fantástica para frenar no sólo ambiciones desmedidas, sino incluso detener la misma destrucción de la humanidad.
El filme tiene todos los elementos que han hecho populares y exitosas las producciones de la mancuerna Disney/Bruckenheimer, explosiones al por mayor, secuencias de camara lenta, protagonistas carismáticos, muchas tomas del sol sobre sus bronceados cuerpos, secuencias que avanzan tan rápido que hacen que se pierda la pista del filme, efectos especiales espectáculares, dosis de comedia y chistes malos para romper la tensión, y mucha, mucha acción.
Pero el problema no es la fórmula, sino el cariño y sabor que se le agrega, y aqui, acierta con suficiente satisfacción el productor y el director, si bien hay fallas, como que la química entre Arterton y Gyllenhaal no fluye por momentos, o que el final no es del todo sólido, en general entregan un producto divertido, entretenido, de calidad, con mucho potencial para secuelas, y que puede lanzar al cine mainstream de manera definitiva a sus dos protagonistas.
Al fin y al cabo estamos ya en verano, la época perfecta para disfrutar del cine más cinicamente comercial, siempre buscando las opciones de calidad, Disney y Jerry Bruckheimer vuelven a cumplir una vez más, esperemos la taquilla, les sea satisfactoria.
Y ahi viene el aprendiz de brujo...
Bonus Madeja: Un verdadero BU al senador Gustavo Madero quien se aventó unas terribles declaraciones asegurando que la UNAM sólo tendrá más recursos cuando sea más transparente en su gasto y entregue mejores resultados. Curiosos y simpático viniendo de una institución legislativa que se caracteriza por su opacidad y nulidad o nimiedad de resultados. Ah, para osos. Si algo ha caracterizado a la UNAM es su transparencia en el manejo de los recursos público, y su entrega de resultados, medida no sólo en rankings y reconocimientos, sino en su misma existencia como baluarte del Estado Mexicano.
Y en la próxima madeja: Review 'La Edad del Deseo' (Chéri).
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